LOS AZULES Y EL COBRE VERDE

Share:

En San Juan el proyecto de cobre Los Azules, está estableciendo un referente de sostenibilidad en la minería. Su CEO Rob McEwen recientemente enfatizó el compromiso del proyecto, pero con operaciones más ecológicas.

Por Redacción ACERO Y ROCA

Si algo caracteriza a Rob McEwen, CEO de Los Azules dentro del mundo de la minería es su discurso claro y directo, por eso dejó claro que la producción de cátodo en lugar de concentrado dará lugar a beneficios clave, que incluyen:

Menos del 25% de uso de agua en comparación con los métodos tradicionales.

Sólo un 10% de emisiones de carbono, con el objetivo de cero emisiones netas para 2038.

Además, el plan de cierre prevé dejar algo hermoso en el paisaje al final de las operaciones, lo que refleja un compromiso más amplio con la sostenibilidad con un fuerte enfoque en el impacto comunitario.

Los Azules con esta propuesta ejemplifica cómo la innovación en la minería debe alinearse con los objetivos de sostenibilidad, desafiar las percepciones y allanar el camino para una industria responsable.

Por otra parte el equipo está interesado en explorar el potencial de otro sistema significativo de óxido de cobre a sólo 3 kilómetros del depósito actual, lo que podría mejorar aún más el valor y el impacto a largo plazo del proyecto.

La adhesión hace unos días al RIGI de los Azules facilitará los ingresos de capital para arrancar un proyecto que desafía a la minería tradicional, ya que la inversión requerida girará en torno a la mitad del antiguo Josemaría (hoy Vicuña) que es cercana a los 4 y 5 mil millones de dólares, teniendo unas expectativas de producción de 10.000 toneladas más de cobre al año y 8.000 años más de vida útil.

Principalmente, esto se debe al uso de un método de producción menos intensivo en energía y por menores costos logísticos gracias a su ubicación.

“Estamos ubicados en un lugar estratégico, a muy pocos kilómetros de la red eléctrica y a una altitud relativamente baja comparado con el promedio de la región. Cuando entremos en producción, Los Azules podría representar alrededor del 35% del producto bruto de toda la provincia de San Juan”, indicó su presidente Michael Meding.

Preocupaciones ambientales 

La ONG medioambiental Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) ha denunciado que la mina de cobre a cielo abierto de Josemaría, hoy Vicuña estaría incumpliendo con ese requerimiento.

Si bien  “los glaciares no se pueden tocar” al estar protegidos por la Ley de Glaciares, la misma ya se intentó modificar, sin éxito, por el gobierno de Milei para permitir la minería en las áreas periglaciares.

Los glaciares y el ambiente periglaciar representan el 70% del agua dulce de Argentina. La Ley de Glaciares argentina estipula que el pozo, denominado pit, creado por el proceso de voladura y excavación para la extracción de cobre no puede estar en un entorno periglaciar, es decir una zona situada en el borde de un glaciar con suelos frecuentemente congelados, que actúa como regulador del agua.

Desde CAEM (Cámara Argentina de Empresas Mineras) que agrupa a más de 160 asociados, argumentan que toda la actividad minera argentina utiliza menos del 1% del consumo total de agua de la Argentina y que de ese total, la gran mayoría se recircula a través de circuitos cerrados.

Desde el antiguo Josemaría siempre han dejado claro que utilizarán circuitos cerrados para recircular y recuperar la mayor cantidad de agua. “Se utilizará agua subterránea como principal suministro, proveniente de campos de pozos cercanos a la planta de procesamiento”,  y remarcan la aprobación de su Informe de Impacto Ambiental en abril de 2022 como prueba de haber alcanzado los estándares requeridos.

Los Azules en este sentido, ha sabido plantear desde el primer momento esta problemática y preguntado a este respecto su CEO fue claro: “Vamos a consumir entre 150 y 250 litros de agua por segundo. Es lo mismo que usa un viñedo promedio en San Juan que apenas le da trabajo a 20 personas”.

Pero Meding ha ido un paso más dejando clara su intención de que Los Azules pueda llegar al 2038 bajo el parámetro de carbono neutral que en el caso de la minería, implicaría que las emisiones de GEI que se producen en la extracción de minerales serían iguales a las que se absorben o retiran, y todo ello a partir de la electrificación de todo transporte vehicular que sea  utilice.

Sin embargo, a pesar de este aparente mayor compromiso medioambiental de la industria, la organización FARN desconfía del término que se viene usando por parte de las mineras de “cobre verde” y lo califica de estrategia de “lavado verde” o “greenwashing”, argumentando que siguen promoviendo una actividad que por definición implica la extracción de minerales finitos.

A medida que avancen los proyectos de “cobre verde”, se podrá ir evaluando si las empresas adhieren a un compromiso real con el cuidado del medio ambiente.

¿Te pareció interesante? Compartila en tus redes: