GLACIARES 2025: UN AÑO CRUCIAL PARA LA CONSERVACIÓN

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El reconocimiento de 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares por la ONU pone el foco en la urgencia de tomar medidas concretas. En Argentina, este año también marca el 15º aniversario de la Ley de Glaciares, una victoria ciudadana que debe ser defendida y fortalecida.

Por C.C

Glaciar de San Juan

 Los glaciares no son sólo postales imponentes en los paisajes de montaña, son reservas estratégicas de agua dulce y reguladores esenciales del clima. Su derretimiento acelerado amenaza el equilibrio ambiental y compromete la disponibilidad de agua para millones de personas. En Argentina, San Juan es una de las regiones más afectadas por este fenómeno, donde el retroceso glaciar ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años.  

Agostina Rossi Serra, integrante del equipo de campañas y especialista en biodiversidad de Greenpeace fue clara recientemente en unas declaraciones que realizó a las que ha tenido acceso ACERO Y ROCA: “Nos enfrentamos a una verdad incómoda e ineludible: estamos perdiendo a nuestros gigantes de hielo. Los glaciares, además de ser monumentos naturales de inmensa belleza, son esenciales para la regulación del clima y el suministro de agua dulce. Su pérdida representa una amenaza directa a la vida tal como la conocemos: sin glaciares, no hay agua; sin agua, no hay futuro.

Agostina Rossi Serra, especialista en biodiversidad de Greenpeace Argentina en Glaciares de San Juán © Martín Katz / Greenpeace

La Ley de Glaciares: Un hito con desafíos

En 2010, Argentina sancionó la Ley de Protección de los Glaciares (26.639), considerada un hito en la región. Esta ley prohíbe actividades como la minería y la explotación de hidrocarburos en zonas glaciares y periglaciares, con el objetivo de preservar estas reservas estratégicas de agua, pero una gran amenaza silenciosa es el cambio climático.

Si bien las actividades humanas directas, como la minería generan debate en este tema, el aumento de la temperatura global ha acelerado el derretimiento de los glaciares en la Cordillera de los Andes, afectando a San Juan y a todo el país.

 En 2024, la temperatura media global superó por primera vez los 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, un umbral crítico establecido en el Acuerdo de París. Este calentamiento ha intensificado la pérdida de hielo en los glaciares, comprometiendo el suministro de agua para consumo humano, agricultura y generación de energía.

Los glaciares, monumentales reservorios de agua dulce, desempeñan un papel fundamental en la sostenibilidad de los ecosistemas y el bienestar de las comunidades humanas. Por su rol como reguladores hídricos y climáticos, la ONU ha declarado el 2025 como el Año Internacional de la Preservación de Glaciares.

La situación de los glaciares en San Juan

Un informe reciente del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) revela un panorama preocupante: se estima que para el año 2100, los glaciares de esta región perderán más del 80% de su masa actual debido al aumento de las temperaturas globales.

La provincia de San Juan alberga aproximadamente el 10% de los glaciares argentinos, incluyendo el Parque Provincial Protegido Laguna Brava, un santuario natural que abastece de agua a miles de personas.

En las últimas mediciones realizadas el glaciar Agua Negra ha mostrado una tendencia negativa en su balance de masa, con una pérdida anual promedio de -0,75 metros de agua equivalente entre 2014 y 2023. Esto representa una reducción acumulada de -6,79 metros de agua equivalente en la última década.

Este retroceso afecta la disponibilidad de agua para las comunidades locales y el riesgo de desprendimientos de rocas y flujos de detritos en áreas montañosas, poniendo en peligro a las poblaciones cercanas.

¿Estamos preparados para un mundo sin glaciares?

Defensores del patrimonio natural

La desaparición de los glaciares tendría consecuencias devastadoras para las regiones que dependen de ellos. La transición a un modelo de desarrollo sustentable no es solamente una cuestión ambiental, sino un tema de justicia social y derechos humanos. La falta de agua afectará de manera desigual a las poblaciones más vulnerables, exacerbando conflictos y desigualdades.

El retroceso glaciar no es un problema del futuro, es una crisis que ya se está viviendo. En San Juan, la diferencia entre la preservación y la desaparición de los glaciares dependerá de las decisiones que se tomen hoy. Si realmente se pretende garantizar el acceso al agua para las próximas generaciones, la protección de estos ecosistemas debe convertirse en una prioridad real y efectiva.

Greenpeace nos alerta y nos deja un mensaje claro : El Día Nacional de los Glaciares debe ser mucho más que un recordatorio de lo que está en juego; debe ser un llamado a la acción. La protección de los glaciares no debe ser responsabilidad sólo de los gobiernos nacionales o internacionales, sino de cada uno de nosotros.

Es un esfuerzo compartido, que comienza en cada provincia que depende del agua de deshielo glaciar y que tiene que expandirse hacia todos los rincones del país.

Si queremos un futuro con agua y biodiversidad, no podemos seguir delegando nuestra responsabilidad en otros. Todos somos parte de este cambio. La transición hacia un modelo de energías limpias y la reducción de nuestras emisiones no son solo un desafío ambiental, sino una necesidad para preservar nuestra propia supervivencia.

Glaciares en San Juan © Martín Katz

¿Qué podemos hacer? 

La protección de los glaciares es una tarea colectiva. Algunas acciones clave incluyen:

  1. Fortalecer la legislación ambiental y exigir su aplicación efectiva.
  2. Fomentar energías limpias y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
  3. Controlar el avance de industrias extractivas en zonas sensibles.
  4. Reducir el consumo de agua y energía, adoptando hábitos más sostenibles.
  5. Apoyar la investigación y monitoreo del estado de los glaciares.
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