ORO ILEGAL EN LATINOAMERICA
El comercio ilícito de oro continúa su expansión en América del Sur, con Perú a la cabeza como principal exportador de este metal de procedencia ilegal. Según datos del Instituto Peruano de Economía (IPE), en 2024 se exportaron 92 toneladas de oro extraído sin regulación, lo que representa un incremento del 20% en comparación con 2023 y triplica las cifras registradas hace una década.
Por William Cortez
Explotación de mina de oro ilegal en LATAM recreado por IA
Este aumento en la extracción ilegal de oro está estrechamente ligado al alza del precio del metal en el mercado internacional. En 2024, el valor de estas exportaciones ilegales alcanzó los 7.000 millones de dólares, un 46% más que los 4.840 millones registrados en 2023 y cuatro veces superior al crecimiento promedio de las exportaciones totales (11%). Este monto supera en más de 200 veces el presupuesto asignado en 2024 para combatir la minería ilegal y formalizar la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE).
Un análisis del IPE revela que entre el 30% y el 80% del oro exportado en América del Sur proviene de fuentes ilegales, con Perú representando el 44% de este total. Colombia concentra el 25%, Bolivia el 12%, mientras que Ecuador y Brasil alcanzan el 9% cada uno. Venezuela, por su parte, representa solo el 1%. Estas cifras reflejan la magnitud del comercio ilícito de oro en la región y la urgencia de reforzar las acciones para enfrentarlo.
Impacto ambiental y social
La extracción ilegal de oro no sólo tiene consecuencias económicas, sino que también provoca un grave deterioro ambiental en la región. En los últimos cinco años, más de 121.000 hectáreas de bosques han sido destruidas en Brasil, Perú, Colombia y Ecuador. En Perú, la deforestación asciende a 46.000 hectáreas. Esta actividad también está vinculada a delitos como el tráfico de personas, el contrabando y la extorsión. En Madre de Dios, los delitos con armas de fuego representaron el 38,6% de los casos en 2022, superando ampliamente a Lima (15,0%) y al promedio nacional (10,9%). Desde 2018 hasta 2023, la Corte de Justicia de esa ciudad solo dictó 243 condenas por delito de minería ilegal.
Casos emblemáticos y respuestas gubernamentales
En Colombia, la minería ilegal ha generado conflictos significativos. Por ejemplo, en Antioquia, una mina de oro fue escenario del robo de 3,2 toneladas de oro, valoradas en unos 200 millones de dólares, por una banda de narcotraficantes que tomó control de 48 kilómetros de túneles desde que la empresa china Zijin Mining Group adquirió la mina en 2020. Esta situación ha resultado en combates subterráneos y numerosas muertes, causando graves problemas de seguridad. Ante la inacción del gobierno colombiano, Zijin Mining Group ha decidido demandar al Estado por 500 millones de dólares ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi).
Mano de obra infantil en explotación minera de oro ilegal
En Brasil, la minería ilegal en la Amazonia ha llevado a una crisis de salud pública debido a la contaminación por mercurio. En la tierra indígena Munduruku, se han reportado casos de parálisis cerebral en niños y problemas neurológicos severos en adultos desde 2018. Investigaciones de la Fundação Oswaldo Cruz revelaron un alto índice de mercurio en los residentes y en los peces del río Tapajós. A pesar de los esfuerzos de la Policía Federal brasileña por desmantelar esquemas de tráfico de oro ilegal, las organizaciones criminales continúan operando mediante el lavado rápido del oro y la manipulación de registros.