Minería no metalífera en San Juan
La minería no metalífera en San Juan cuenta con casi 60 prospectos y proyectos mineros no metalíferos, que, aunque no acaparan la atención, aportan significativamente a la economía local. La producción de cal, por ejemplo, fue el producto minero más exportado en 2024 en términos de peso. Además, en la geografía sanjuanina se identifican alrededor de 21 materiales industriales y rocas de aplicación en distintas etapas de desarrollo.
Por José Correa
La minería no metalífera en San Juan tan importante como relegada
Para comprender mejor este sector, ACERO Y ROCA entrevistó a la ingeniera Graciela Castro, docente y subdirectora del Instituto de Investigaciones Mineras de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan, quien ha investigado ampliamente sobre estos recursos.
Ilustración Ing. Graciela Castro. Fuente: WIM
Distribución geográfica de los minerales no metalíferos
La diversidad de materiales industriales en San Juan está distribuida principalmente en la Precordillera y la región oriental de las Sierras Pampeanas. Según datos de la Dirección de Comercio Exterior de la provincia, la cal lideró las exportaciones mineras no metalíferas en 2024 con 497.923.535 kg netos. En el otro extremo, la estaetita natural, compuesta principalmente de talco, registró una exportación de 157.800 kg netos.
Situación actual de la minería no metalífera en San Juan
“Este es un sector muy importante”, afirmó la ingeniera Castro. “La cal es un producto químico que se produce a partir de rocas carbonáticas, principalmente la caliza, que está compuesta por mineral calcita.”
La bentonita es otro mineral estratégico extraído en la provincia. “La bentonita es fundamental en la industria petrolera y tiene aplicaciones tecnológicas en el sector vitivinícola”, explicó Castro. En 2024, San Juan exportó 1.202.000 kg de bentonita, equivalentes a U$S 257.012.
“La minería no metalífera tiene diferentes mercados”, agregó la especialista. “Las cales son clave en la minería del cobre, mientras que las rocas ornamentales como el travertino, ubicado en Iglesia, tienen demanda en la construcción.”
Detalle de la minería no metalífera en San Juan
Otros minerales como la dolomita y el yeso también tienen presencia en San Juan, siendo utilizados en la industria de la construcción, la siderurgia y la producción agrícola. La dolomita, por ejemplo, es empleada para corregir la acidez del suelo en cultivos extensivos, mientras que el yeso se destina principalmente a la fabricación de materiales de construcción como placas de cartón-yeso y cementos especiales.
Perspectiva económica y usos industriales
Uno de los productos más relevantes en San Juan es la alúmina (óxido de aluminio – Al₂O₃), obtenida a partir de minerales como el caolín, extraído en Calingasta. “Había un convenio con Obras Sanitarias cuando era estatal, donde compraban alúmina para potabilización del agua, pero tras la privatización se dejó de adquirir”, recordó Castro.
La alúmina es esencial en el tratamiento del agua porque:
- Elimina partículas suspendidas, favoreciendo la aglomeración de impurezas.
- Reduce la turbidez, mejorando la claridad del agua.
- Elimina bacterias y virus, atrapando microorganismos en los flóculos formados.
- Ajusta el pH, evitando la corrosión en tuberías.
Producción en San Juan. Segmentos
- Empresas de gran escala, con hornos importados y mayor capacidad de producción.
- Pymes medianas, que utilizan tecnología nacional y operan en zonas montañosas con hornos de carbón o gas.
“El talco es otro mineral con aplicaciones clave en cosmética, papel, plásticos y pinturas”, explicó Castro. “Estos mercados exigen productos con especificaciones químicas y físicas muy precisas. Por ejemplo, el caolín solo es apto para cosmética si tiene menos de un 5% de yeso.”
La minería no metalífera también juega un rol en la industria del vidrio, con el cuarzo como materia prima fundamental. El cuarzo sanjuanino es utilizado en la fabricación de envases de vidrio y en componentes electrónicos, sectores con creciente demanda a nivel mundial.
Sostenibilidad y medio ambiente
La minería no metalífera también enfrenta desafíos ambientales. “El procesamiento de la caliza consiste en extraerla del cerro, reducir su tamaño y calcinación en hornos”, indicó Castro. “El impacto ambiental varía según el tipo de horno y combustible utilizado. Algunos usan carbón, otro gas, lo que tiene implicancias distintas.”
En términos de innovación, “los hornos modernos permiten mayor eficiencia energética, pero requieren menos mano de obra en comparación con los sistemas tradicionales”, puntualizó la ingeniera.
Además, las regulaciones ambientales han impulsado el uso de tecnologías más limpias en la extracción y procesamiento de minerales. Algunas empresas han comenzado a implementar sistemas de reciclaje de agua y captación de emisiones para minimizar su impacto ambiental. Sin embargo, aún existen desafíos en la aplicación de normas ambientales y en la fiscalización de pequeñas explotaciones.
La minería no metalífera en San Juan es un sector con gran potencial que va más allá de la tradicional explotación de cal. Minerales como la bentonita, el caolín y el talco tienen mercados bien definidos, desde la industria petrolera hasta la cosmética y el tratamiento de aguas. Además, la diversificación de mercados y la incorporación de nuevas tecnologías permitirían potenciar la competitividad de este sector en los próximos años.