RENUNCIA EL DIRECTOR DE MINERÍA DE CALINGASTA
La reciente renuncia de Marcos Licciardi como director de Minería de Calingasta ha generado un intenso debate en torno a la gestión minera y las dinámicas políticas del departamento. Licciardi, conocido anteriormente por su carrera como DJ de música electrónica, asumió el cargo tras la renuncia de Óscar Gallardo en septiembre de 2024. Su nombramiento fue objeto de críticas debido a su aparente falta de experiencia en el sector minero.
Por Redacción ACERO Y ROCA
El director de Minería de Calingasta, |Marco Licciardi, presentó su renuncia.
En medio de un creciente escándalo que ha sacudido el sector minero regional, el director de Minería de Calingasta, Licciardi, presentó su renuncia. La decisión se dio tras una serie de denuncias y controversias relacionadas con la Mesa Minería, que han puesto en entredicho tanto la transparencia como la ética en la gestión de este importante organismo. La situación ha generado un intenso debate en la comunidad minera y en la opinión pública, evidenciando tensiones y desafíos en la administración de recursos estratégicos.
Polémicas
Durante su mandato, Licciardi enfrentó cuestionamientos por la designación de colaboradores desconocidos en la comunidad y por la apertura de una oficina de minería en la ciudad capital, en lugar de fortalecer la presencia en Calingasta. Además, su ausencia en manifestaciones de desocupados mineros en febrero de 2025 fue notable, aunque argumentó motivos personales y aseguró que miembros de su equipo estuvieron presentes.
La Mesa Minera de Calingasta y las tensiones con CASEMICA
Uno de los puntos más álgidos de su gestión fue la creación de la Mesa Minera de Calingasta, integrada por desocupados del departamento.
Esta iniciativa generó descontento en la Cámara de Servicios Mineros de Calingasta (CASEMICA), que expresó su malestar por no ser convocada a dialogar sobre temas mineros y cuestionó el apoyo municipal a la nueva agrupación.
Licciardi negó que la Dirección de Minería haya sido la creadora de la Mesa Minera, indicando que su función fue escuchar y cooperar con todos los sectores de la comunidad, pero el conflicto se desató cuando diversas fuentes y actores del ámbito minero comenzaron a revelar irregularidades en la Mesa Minería.
Según los testimonios recabados, se habrían manejado contratos y adjudicaciones de manera poco clara, lo que generó sospechas de favoritismo y corrupción. Estas acusaciones alcanzaron un punto crítico, evidenciando deficiencias en los procesos de supervisión y control interno. Frente a este escenario, la presión mediática y la indignación social se intensificaron, afectando directamente la credibilidad de la institución.
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RENUNCIA DE LICCIARDI
Crisis política y renuncias en el municipio
La renuncia de Licciardi se suma a una serie de dimisiones en el gabinete del intendente Sebastián Carbajal, incluyendo las de los secretarios de Obras y Hacienda, y los directores de Cultura y Minería. Estas salidas evidencian una crisis política y dificultades en la gestión municipal para articular consensos y mantener un equipo cohesionado.
El escándalo tras la dimisión reabre un debate político y social por al falta de transparencia.
El escándalo ha abierto la puerta a demandas de mayor transparencia y rendición de cuentas, tanto por parte de la ciudadanía como de organismos reguladores.
La renuncia de Licciardi, lejos de ser un final, representa un punto de inflexión que podría impulsar cambios significativos en la gestión minera en Calingasta.
La dimisión de Marcos Licciardi como Director de Minería de Calingasta refleja las tensiones y desafíos que enfrenta el departamento en su gestión minera y política.
La falta de experiencia en el sector, las controversias en torno a la Mesa Minera y las fracturas internas en el municipio son factores que contribuyeron a su salida.
Este escenario subraya la necesidad de una gestión más inclusiva y dialogante para abordar los desafíos del desarrollo minero en la región.