Cooperativa La Esperanza. Un eslabón clave en la cadena minera
En el entramado económico que rodea a la minería, las cooperativas de servicios cumplen un papel fundamental. En San Juan, una de ellas lucha constantemente por consolidarse en el sector. Su historia refleja los desafíos del sector, las estrategias de adaptación y la constante búsqueda de crecimiento. ACERO Y ROCA conoció la historia de la Cooperativa La Esperanza, de Calingasta.
Por Yenhy Navas
Cooperativa La Esperanza. Fuente: Fabio Ibaceta
Orígenes
La Cooperativa La Esperanza nació de un grupo de trabajadores que quedaron sin empleo al cerrar la mina Casposo. Empezaron como una cooperativa de construcción, para hacer adoquines, veredas, entre otras cosas, pero cuando notaron que llegaban a la provincia empresas de exploración, se les ocurrió la idea de fabricar cajas de madera para los testigos, que llevaron a una compañía minera con muy buena aceptación.
«Nosotros comenzamos con un grupo reducido de personas, todos con experiencia en distintos rubros vinculados a la minería», explica Fabio Ibaceta, referente de la cooperativa. «El objetivo era unir capacidades para ofrecer un servicio integral y de calidad a las empresas mineras».
Desafíos del sector y adaptación
El camino no estuvo exento de obstáculos. «Uno de los principales desafíos fue acceder a la financiación para adquirir equipamiento y ampliar nuestra capacidad operativa», señala Fabio. La cooperativa debió recurrir a diferentes mecanismos para sostener su crecimiento. «Al principio trabajamos con recursos propios y financiamiento interno. Luego, logramos acceder a líneas de crédito que nos permitieron mejorar nuestra infraestructura».
La mayoría de los miembros fundadores de La Esperanza trabajaron en la mina Casposo, hasta que cerró y se quedaron sin empleo. Esto los impulsó a unir el conocimiento adquirido durante tantos años en aquella mina para darle un giro de fe a un futuro prometedor. «Casposo fue una gran escuela para todos», afirma Fabio.
«El sector minero tiene exigencias muy estrictas en materia de seguridad, medio ambiente y certificaciones«, indica sobre las normas laborales que deben cumplir. «Nos enfocamos en capacitarnos constantemente para cumplir con cada requisito y estar a la altura de lo que las empresas necesitan».
Taller Cooperativa La Esperanza.
La minería como motor de oportunidades
El desarrollo minero ha generado una demanda creciente de servicios. «En los últimos años, las oportunidades en el sector se han ampliado», menciona Fabio. «Cada proyecto minero que se pone en marcha genera una reacción en cadena en la economía local. Esto nos ha permitido expandirnos y sumar más trabajadores».
La producción de cajas testigo
En los momentos de mayor demanda entre miembros y contratados temporales La Esperanza llega a tener alrededor de 20 calingastinos trabajando. «Entre la logística, personas que contratamos para la mano de obra, y más», detalla Fabio.
La cooperativa ha diversificado su oferta para adaptarse a las necesidades del mercado. «Iniciamos con un servicio específico, pero pronto nos dimos cuenta de que la minería demanda soluciones integrales«, explica. «Hoy ofrecemos desde insumos hasta logística y mantenimiento. La clave ha sido escuchar a los clientes y entender sus necesidades».
Cabe destacar que el camino tuvo sus dificultades y no todo fue en alza. En el inicio, destaca Fabio, que era muy difícil vender, ser competitivos y veían como, sobre todo, las empresas compraban en la provincia de Mendoza. «Veíamos cómo llegaban cargas de miles de cajas de testigos y a nosotros nos encargaban unas 500, como mucho. Nos decían que nuestras cajas eran muy caras, pero no teníamos conocimiento de cómo ser competitivos en ese aspecto. Con el tiempo mejoramos, nos capacitamos y hoy somos competitivos, los precios son mínimos en diferencia y que amortiguan con el costo de transporte», aclara sobre algunas de las dificultades a las que se enfrentaron.
El taller trabajando a pleno
Proyecciones y crecimiento
El futuro presenta nuevos desafíos y oportunidades. «Queremos seguir creciendo, ampliar nuestras operaciones y generar más empleo», asegura Fabio. «Estamos trabajando en la posibilidad de acceder a contratos de mayor envergadura, lo que nos permitiría fortalecer nuestra estructura y mejorar nuestra capacidad de respuesta».
«Nos gustaría que todo el esfuerzo de hoy sea fruto para mañana. Anhelamos que La Esperanza se convierta en una empresa competitiva y que perdure por muchas generaciones. En Calingasta muchas empresas han crecido, son nuestro ejemplo a seguir».
«A muchos proyectos le quedan pocos años de exploración y van a pasar a tener otras necesidades que no van a ser las cajas de testigo. Nos hemos capacitado y lo seguimos haciendo para ayornarnos a las necesidades que van a tener, por ejemplo, en construcción en alta montaña. Siempre deseamos que nos prioricen, no solo por ser locales sino porque somos capaces de hacer un gran trabajo», puntualiza Fabio.
La Cooperativa La Esperanza fue una de las pocas, bajo esta categoría, que estuvo mostrando sus productos y contando sobre sus servicios en la última ExpoMin de San Juan, que se realizó en mayo del 2025.
El impacto en la comunidad
Además del desarrollo económico, la cooperativa tiene un impacto social en la región. «Generamos empleo local y brindamos oportunidades de capacitación», destaca Fabio. «Muchos de nuestros trabajadores han encontrado aquí una oportunidad laboral que antes no tenían».
Reunión de miembros de la cooperativa
Relacionado a la capacitación, Fabio comentó que se han puesto a disposición para que se los tenga en cuenta para que los estudiantes de los últimos años de la emblemática escuela Técnica Juan Manuel Savio, de Calingasta, realicen sus prácticas laborales. «Todos nosotros-refiriéndose a los miembros de La Esperanza- hemos egresado de la ‘Técnica’, y nos hubiese encantado tener la oportunidad que ellos ahora tienen con esas pasantías», señala como un neto miembro de la comunidad.
Planes futuros
A futuro, planean seguir apostando por la formación de nuevos talentos. «La minería necesita profesionales capacitados, y queremos ser parte de ese proceso», concluye. «El crecimiento del sector trae aparejado el crecimiento de toda la cadena de valor, y estamos preparados para ser protagonistas en esa transformación.
Esperamos que las empresas y el Estado nos acompañen y no se olviden de nosotros, somos los más pequeños, pero hacemos mucho«.