Escándalo en CAPRESMI: ¿Qué está pasando en Iglesia?
En el corazón del departamento de Iglesia, un pilar de la minería sanjuanina, la Cámara de Prestadores Mineros de Iglesia (CAPRESMI) enfrenta un escándalo institucional. Falta de asambleas, libros sin registros y un sector privado desorganizado ponen en jaque la representación local ante proyectos mineros como Veladero.
Por Lucas Laciar

Intervención CAPRESMI San Juan
En el corazón de uno de los departamentos clave para la minería en San Juan, un escándalo institucional sacude a la Cámara de Prestadores Mineros de Iglesia (CAPRESMI). Denunciaron falta de asambleas, libros sin registros y un sector privado desorganizado ponen en jaque a la representación local ante los grandes proyectos mineros.
«El motivo de la intervención es por denuncias de los socios por irregularidades en el manejo de la cámara. Por eso Jurídica nombró un triunvirato del cual estoy a cargo. Lo que encontramos es una total desprolijidad administrativa: balances sin presentar, libros incompletos y un libro de socios que se manejaba de forma totalmente discrecional”, explicó a ACERO Y ROCA Sergio “Checo” Rojas, el nuevo interventor.
Según detalló, las denuncias fueron presentadas por separado, pero contaron con el respaldo de numerosos socios, lo que motivó la acción del Ejecutivo. Junto a Rojas, integran el equipo normalizador Natalie Varela y Lorena Torres, también vinculadas a la cámara.
La decisión de intervenir CAPRESMI fue tomada por el Gobierno provincial luego de que denuncias respaldadas por numerosos socios expusieran irregularidades administrativas y operativas.
Una institución en crisis: Denuncias y hallazgos
La intervención reveló graves fallas institucionales. «Lo que encontramos es una total desprolijidad administrativa», destacó Rojas.
Por su parte, Fernando Varela, expresidente de CAPRESMI, defendió su gestión al afirmar:
«Hicimos una presentación de toda la documentación para llamar a asamblea hace como tres o cuatro meses. La gente de Jurídica nos observó cuatro puntos que eran arreglables. Por ejemplo, uno tenía que ver con que cambiamos el tesorero hace unos años y no estaba esa acta presentada; la presentamos con un escrito porque el tesorero que teníamos falleció. Lo otro era que los balances no estaban certificados, pero como era poco monto de plata, nos informaron que no hacía falta que el Colegio de Contadores lo certificara», explicó en diálogo con ACERO Y ROCA.
Sin embargo, el panorama administrativo es desalentador. «No, no hay nada», enfatizó Rojas sobre los registros disponibles, señalando que «sólo se encontró el primer libro de actas de la fundación de la cámara».
Varela, entretanto dio su versión:
Varela, sin embargo, aportó su versión: «Hicimos los balances; el problema fue que no estaban certificados por el Colegio, porque tenemos un contador en la cámara que es socio y proveedor y tiene una cooperativa de camionetas guía de alta montaña. Nos dijeron que no hacía falta certificar los balances. La cuestión es que cuando hablamos con Jurídica nos dijeron que sí. Parece que con el cambio de gobierno y directivos cambiaron las cosas».
17 años de ¿Silencio administrativo?
Uno de los puntos más llamativos del caso es la ausencia total de asambleas. “El estatuto establece que debe realizarse una asamblea anual para renovar autoridades. En estos 17 años no se hizo ninguna. Las autoridades no tenían mandato vencido porque nunca se definieron periodos, pero las asambleas eran obligatorias”, detalló Rojas.
Fernando Varela, quien ocupó el lugar de presidente de CAPRESMI
La última conducción conocida estuvo encabezada por Fernando Varela como presidente, con Alfredo Díaz como vicepresidente y Rodolfo Varela en la tesorería. Tras el fallecimiento del secretario Iván Bofeich, Reynaldo Illanes habría asumido su lugar, aunque eso aún no pudo corroborarse oficialmente.
Reorganización desde cero: Un desafío monumental
La intervención plantea reconstruir CAPRESMI desde sus bases. Entre las prioridades están:
- Actualizar el padrón de socios. «Estimamos unos 70 socios, pero no lo tenemos confirmado«, señaló Rojas.
- Financiación de la cámara. La lógica era más informal que contable. “Decían: ‘tenemos que juntar $100.000’, y quienes podían, aportaban. Pero no había una estructura financiera formal ni constancia de eso en los libros”, relató el nuevo interventor.
Por otro lado, Varela destacó los logros obtenidos a pesar de las dificultades: «Tenemos cerca de 60 y pico de socios. No es fácil manejar una institución porque la mayoría no pagaba una cuota societaria. Cada vez que había una feria minera, había que rogarles para que aportaran algo. Los que se mueven son dos o tres y los demás están cuando necesitan, y cuando no lo necesitan, se hacen a un lado. No es fácil. Hemos tratado de llevar la institución adelante y hemos conseguido muchos servicios gracias a la unión».
Asociativismo y el futuro del sector minero local
La nueva conducción ya agendó reuniones con Vicuña y Veladero. “Tenemos que tener los libros en orden para poder registrar adecuadamente cada encuentro. Se tratarán temas de contrataciones, algo que siempre generó reclamos entre los socios”, agregó.
Uno de los mayores puntos de fricción es la cláusula de asociativismo, pensada para integrar proveedores locales a los grandes proyectos.
Uno de los mayores puntos de fricción es la cláusula de asociativismo, pensada para integrar proveedores locales a los grandes proyectos, pero su aplicación ha sido más una excepción que una regla. “Por ejemplo, si llega Milicic desde Rosario, yo como proveedor local puedo ofrecer personal. Se firma un contrato donde la empresa madre se queda con el 80% y la local con el 20%. Pero esta cláusula se ha aplicado sólo dos o tres veces, y últimamente ni eso”, lamentó Rojas.
En la misma línea Varela explica: «Conseguimos que todas las camionetas guía de baja y alta montaña de Barrick sean de Iglesia. La mayoría se gestionaron a través de CAPRESMI. Conseguimos también el transporte de carga general, primero desde Tudcum a Veladero y ahora también desde San Juan. Esto permitió que cinco o seis empresas locales de camiones comenzaran a trabajar.»
«Conseguimos que todas las camionetas guía de baja y alta montaña de Barrick sean de Iglesia.»
Mirando hacia adelante: orden y compromiso
Con un plazo de 180 días para reorganizar la institución, el equipo interventor ya busca soluciones a los problemas más urgentes.
Rojas calcula que solo 15 de los 70 socios estarían actualmente con contratos activos. “Falta muchísimo”
«Muchos creen que por ir a una reunión ya tendrán contratos, pero no es así. Hay que colaborar y participar«, afirmó Varela, subrayando la importancia del compromiso colectivo.
Un punto de partida, no un final
La intervención de CAPRESMI podría ser el inicio de una nueva etapa para la minería en Iglesia. Ordenar las bases administrativas es sólo el primer paso hacia una representación más sólida y efectiva en los grandes proyectos mineros.
Con Veladero y Vicuña en el horizonte, CAPRESMI tiene la oportunidad de convertirse en un modelo de transparencia y gestión en beneficio del desarrollo local.