Rodio: El metal más escaso y valioso del mundo
El rodio es uno de los metales más escasos y costosos del planeta, con un impacto significativo en industrias tecnológicas como la automotriz, la joyería, la electrónica y, especialmente, la energía nuclear. Este elemento del grupo del platino destaca por su resistencia a la corrosión, alta conductividad eléctrica y aplicaciones estratégicas en reactores y medicina nuclear.
Por Yenhy Navas
Imagen generada con IA
¿Qué es el rodio?
El rodio es un metal de transición, identificado químicamente por el símbolo Rh y el número atómico 45. Descubierto en 1803 por William Hyde Wollaston, su extracción es tan compleja que se encuentra como subproducto del platino y níquel, con una producción anual inferior a las 30 toneladas en todo el mundo.
«El precio del rodio ha llegado a superar los 600.000 dólares por kilo en mercados especulativos.»
Principales yacimientos de rodio en el mundo
La producción de rodio se concentra principalmente en Sudáfrica, país responsable de casi el 80% de las reservas mundiales, especialmente en el complejo Bushveld. Otros países productores son Rusia, Canadá y Estados Unidos, aunque en menor escala. El rodio se extrae principalmente como subproducto durante el procesamiento de minerales que contienen platino, paladio y níquel.
- Rusia: Segunda en importancia, con operaciones en la región de Norilsk.
- Zimbabue: Yacimientos ubicados en el Gran Dique.
- Colombia y Venezuela: Extraen rodio como subproducto en la minería de níquel y platino.
«El 80% de la oferta global proviene de Sudáfrica.»
Centro Atómico de Ezeiza. Fuente de imagen: Argentina.gob.ar
Usos del rodio: De los autos a la energía nuclear
Marcelo Eduardo Miller, experto del Centro Atómico de Ezeiza, dialogó con ACERO Y ROCA sobre las aplicaciones nucleares del rodio, particularmente en los detectores autoenergizados de neutrones.
“Los detectores autoenergizados poseen una geometría cilíndrica con tres capas concéntricas. El rodio actúa como emisor central, capaz de capturar neutrones térmicos y emitir partículas beta de alta energía, lo que genera una corriente proporcional al flujo neutrónico”, explicó Miller.
El mercado automotor consume alrededor del 80% de la producción global de rodio, gracias a su uso en convertidores catalíticos para reducir emisiones.
También se utiliza en joyería de alta gama, espejos, contactos eléctricos y recubrimientos reflectantes.
No obstante, uno de sus usos más estratégicos se encuentra en la energía nuclear, específicamente en detectores de neutrones.
«El rodio actúa como emisor central, capturando neutrones térmicos y generando una corriente proporcional al flujo neutrónico.»
«Aunque muchas centrales nucleares de potencia de Argentina (Atucha I, Atucha II y Embalse) optan actualmente por materiales como el vanadio, debido a su mayor durabilidad, los reactores experimentales siguen prefiriendo el rodio por su mayor sensibilidad neutrónica«, detalla el especialista.
Ventajas del rodio en reactores experimentales
En reactores experimentales como los RA-1 y RA-3 en Argentina, el rodio es esencial para realizar mediciones precisas de flujo neutrónico. Estas aplicaciones incluyen:
- Radiobiología: Medición de fluencia neutrónica en células y animales.
- Proyectos aeroespaciales: Irradiación de blindajes neutrónicos en el reactor de Missouri.
Innovación en medicina nuclear
El rodio también juega un papel innovador en técnicas como la terapia BNCT (captura neutrónica en boro), utilizada para tratar ciertos tipos de cáncer.
«Desarrollamos detectores compactos de rodio que pueden ubicarse sobre la piel del paciente durante la irradiación, detectando cualquier movimiento o diferencias en el flujo planificado y el real», relata Miller. «El detector de rodio tiene la ventaja de soportar flujos altos sin saturarse y podría incluso implantarse como una aguja hipodérmica”, agregó.
El futuro del rodio en la industria nuclear
Aunque las aplicaciones actuales del rodio son estratégicas, la demanda futura podría ser limitada debido al alto costo del metal y la transición hacia materiales alternativos.
«No veo una gran demanda futura de barras de rodio, ni en Argentina ni en Latinoamérica. Los reactores ya cubren sus necesidades y no hay proyectos concretos que apunten a una expansión de este uso; en ese sentido, la tendencia actual se orienta a buscar materiales alternativos más accesibles y con menor desgaste.», comentó Miller.
El rodio seguirá siendo indispensable en sectores como la energía nuclear experimental y la medicina nuclear.