El rol del perforista en la minería moderna

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Minería en Argentina: actualidad y futuro

ACERO Y ROCA entrevistó a Maximiliano Ruarte, un trabajador sanjuanino de 31 años que ejerce como perforista desde hace una década. Su experiencia permite visibilizar una labor fundamental en la cadena productiva minera, donde la precisión técnica, el trabajo en condiciones extremas y la constancia configuran una profesión desafiante y esencial.

Por Yenhy Navas

Maximiliano Ruarte trabaja como perforista hace 10 años

Maximiliano Ruarte trabaja como perforista hace 10 años

Formación y motivación: cómo se inicia un perforista

Maximiliano comenzó en el rubro a los 21 años, proveniente del sector de perforación de pozos de agua. «A trabajar en minería llegué a través de unos compañeros. Yo trabajaba en pozos de agua y ellos me hicieron una propuesta para minería. Era joven, quería aprender más», relató Ruarte.

El oficio de perforista no se improvisa. Requiere de formación en campo, bajo la guía de personal con experiencia, y de un conocimiento práctico de la maquinaria y el comportamiento del terreno.

«Empecé como ayudante, trabajé dos años en eso y luego pasé a perforista«, relata Maximiliano.

Jornadas extensas y exigencias físicas

El trabajo de un perforista se desarrolla habitualmente en jornadas de 12 horas, en modalidad de roster minero. «Nos levantamos a las cinco o cinco y media de la mañana para desayunar y entrar a la plataforma a las siete. De ahí, trabajamos hasta las doce o una, volvemos al comedor y después seguimos hasta las siete de la tarde«, explicó Ruarte sobre su rutina.

Maximiliano Ruarte junto a compañeros de trabajo

Las condiciones climáticas representan uno de los principales desafíos. «En el proyecto más complicado que estuve fue en Salta. El frío era tan fuerte que a veces no podíamos ni mover los dedos. Teníamos que parar la máquina porque era imposible seguir«, comentó.

Tecnología y maquinaria

La perforación requiere de maquinaria específica. «Trabajamos con una máquina y una bomba. No son tecnológicas, son de las viejas. Hay muchas más modernas hoy en día, con muchísimas funciones nuevas, pero nosotros seguimos usando equipos tradicionales», detalló Maximiliano.

Perforadora. Fuente de imagen: Gentileza Maximiliano Ruarte

Perforadora. Fuente de imagen: Gentileza Maximiliano Ruarte

Esto evidencia una brecha tecnológica entre los distintos proyectos y regiones, lo que implica que el perforista debe adaptarse a múltiples tipos de equipos y procedimientos.

Aislamiento y vínculos familiares

Uno de los factores más desafiantes para quienes desempeñan tareas en el campo minero es la distancia con sus afectos. «Lo más complicado fue alejarme de la familia. Mis hijos eran chicos cuando me fui por primera vez», expresó. Sin embargo, destacó que la conectividad ha cambiado esa realidad: «Ahora, con las videollamadas estás más comunicado. Estás lejos, pero a la vez no tanto».

Condiciones laborales y diferencias regionales

En cuanto a su experiencia en distintos territorios, Ruarte ha trabajado tanto en proyectos locales como en otras provincias. «Una diferencia importante es la distancia. Acá en San Juan trabajamos cerca de la ciudad, mientras que en otros proyectos hay que viajar una hora y media para llegar«, explicó. Esa diferencia impacta directamente en la calidad de vida del trabajador.

Salud física y seguridad en la perforación

El trabajo de perforación exige esfuerzo físico y atención permanente a la seguridad. «Tenés que enseñar a los chicos lo que te enseñaron, para que no tengan problemas. Si no se hace bien, el cuerpo lo sufre», advirtió.

Maximiliano Ruarte junto a sus compañeros de Trabajo

Maximiliano Ruarte junto a sus compañeros de Trabajo

La seguridad es una prioridad en cada maniobra. «Gracias a Dios, nunca nos hemos lastimado. Siempre hemos vuelto a casa sanos, todos juntos«, remarcó Ruarte, poniendo el foco en la prevención de accidentes como parte del aprendizaje cotidiano.

Aprendizajes y habilidades blandas

«Ser buen compañero, aprender del otro. La experiencia te marca mucho, incluso cosas que llevás a tu casa. Todo lo que se aprende no es sólo técnico, también es humano».

Las habilidades blandas, como la capacidad de adaptación, la responsabilidad y la tolerancia a condiciones extremas, son fundamentales para el desempeño del perforista. «Tenés que tener ganas y te tiene que gustar estar detrás de una máquina. Si no, no lo vas a poder hacer», afirmó.

Proyección de la minería en San Juan

Consultado sobre el desarrollo de la minería en la provincia, Maximiliano expresó: «Está avanzando muchísimo. Estuve en otros lugares donde todo está muy desarrollado, y lo que se ha hecho acá es increíble».

Maximiliano Ruarte en la perforadora

Maximiliano Ruarte en la perforadora

Reconocimiento profesional y legado

Sobre el reconocimiento hacia los perforistas, Ruarte comentó: «Te conocés con mucha gente, y reconocen tu labor. Eso está bueno, más allá del sueldo. Es saber que tu esfuerzo se valora«.

Finalmente, dejó un mensaje para quienes deseen iniciarse en la actividad: «Que le den para adelante. Nada es imposible. Cuando empecé, me enseñó un viejito, Artito Félix. Le decían que nunca iba a ser perforista y llegó a ser uno de los más conocidos del país. A mí me decían lo mismo. Y acá estoy, muchos años después, enseñando yo a otros«

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