COMUNIDADES DE LA PUNA JUJEÑA ALZAN SU VOZ CONTRA EL LITIO
Las comunidades de la puna jujeña han alzado su voz en protesta por la explotación de litio en sus tierras, denunciando el abandono y la falta de inversión en sus poblados. Según Érica Cañari, miembro de la comunidad Pozo Colorado, las comunidades desconocen los acuerdos con las empresas mineras y los recursos que estas dejan a la provincia en concepto de regalías mineras.
Por Miriam Martínez
Comunidad Aborigen de Pozo Colorado denuncia abandono laboral por parte del Gobierno.
En medio del boom global del litio y las inversiones extranjeras en el norte argentino, las comunidades originarias de la Puna jujeña han decidido alzar su voz.
Acusan al gobernador de la provincia, Carlos Sadir, de mentir con las cifras de regalías mineras, de ocultar información clave y de avanzar en la entrega de sus territorios sin respetar el derecho a la consulta previa, libre e informada.
Desde el corazón de los salares, los pobladores denuncian una explotación del litio que beneficia a grandes corporaciones, pero margina a las comunidades locales. “Nos prometieron desarrollo, escuelas, agua y trabajo. Sólo han llegado polvo, sequía y más pobreza”, expresó una referente del pueblo Kolla de Susques en declaraciones públicas.
Regalías mínimas y beneficios cuestionados
El gobernador de la provincia de Jujuy, Carlos Sadir es el blanco de las críticas de los pueblos originarios por los incumplimientos con la comunidad
El punto más caliente de la denuncia gira en torno a las regalías mineras, que según el propio gobernador Sadir, se elevarían a cifras históricas, asegurando que las regalías mineras vuelven a las comunidades.
Cañari miembro de la comunidad Pozo Colorado, desmintió estas afirmaciones, señalando que “no es así, en las comunidades no hay progreso, no hay inversiones, las rutas están un desastre”.
Según un informe independiente citado por líderes indígenas, las regalías representan menos del 3% del valor real extraído del litio, mientras que los costos sociales y ambientales, como la pérdida de fuentes de agua, el desarraigo y el daño a los ecosistemas altoandinos, siguen aumentando sin mitigación.
Falta de consulta y violación de derechos
A pesar de que Argentina adhirió al Convenio 169 de la OIT que exige consulta previa, libre e informada a los pueblos indígenas antes de autorizar proyectos extractivos, los referentes de la Puna afirman que jamás fueron consultados formalmente.
“Nos notifican cuando la maquinaria ya está trabajando, no cuando se planifican los proyectos”, denuncian. Esta situación ha llevado incluso a la presentación de recursos legales y demandas internacionales.
La resistencia de los lugareños es cada vez mayor ante el avance de las empresas mineras que no generan beneficios para la comunidad
La comunidad de Lipán, y la empresa Jemse
La minera ingresó sin el consentimiento de todas las familias. La empresa Jemse solamente mantiene diálogo con la comunidad de Lipán, excluyendo a las demás comunidades que reclaman una consulta previa.
“Los que quieren que haya una consulta, un consentimiento, respetando los pasos para que las empresas realicen explotación o exploración, los han excluido”, denunció Cañari.
El “boom del litio” sin licencia social
En los últimos años, empresas multinacionales y consorcios chinos, canadienses y australianos han desembarcado en Jujuy con promesas de desarrollo sustentable. Sin embargo, las comunidades no ven los beneficios, mientras las marcas de autos eléctricos anuncian con orgullo su “litio verde”.
“Sabemos que el litio utiliza mucha agua, entonces si es una actividad que afecta un derecho colectivo como el acceso al agua creemos que todas las comunidades deberían ser consultadas y tenidas en cuenta», añadió Cañari.
La creciente tensión amenaza con escalar, y ya se han registrado cortes de ruta, asambleas permanentes y bloqueos a operaciones mineras en zonas como Olaroz, Cauchari y Salinas Grandes.
La comunidad aborigen de Lipan está luchando por sus tierras y su dignidad
¿Y ahora qué?
Desde ACERO Y ROCA hacemos un llamado a abrir el debate público y político. ¿Puede una provincia volverse polo mundial del litio sin consenso local? ¿Cuál es el verdadero costo del progreso en territorios originarios?
La transición energética no puede construirse sobre la exclusión, la desigualdad y el extractivismo sin control. Las voces de la Puna exigen ser escuchadas, no silenciadas.
Las comunidades de la puna jujeña exigen transparencia y participación en la toma de decisiones sobre la explotación de litio en sus tierras. La falta de información y la exclusión de las comunidades en el proceso de diálogo con las empresas mineras profundizan la preocupación por el impacto ambiental y social de esta actividad.