LOS DESAFIOS DEL MEGAPROYECTO MINERO VICUÑA EN SAN JUAN
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Aunque Vicuña es uno de los yacimientos más prometedores del mundo, su desarrollo enfrenta obstáculos logísticos, ambientales y regulatorios que podrían retrasar su ejecución
Por C.C
El distrito minero Vicuña, en la provincia de San Juan, es una joya geológica: cobre, oro y plata en volúmenes que posicionan a la región entre las más ricas del planeta. Sin embargo, transformar este potencial en una operación minera concreta no será sencillo.
A pesar del entusiasmo por los proyectos Filo del Sol y Josemaría, desarrollados por Lundin Mining y BHP, el camino está lleno de desafíos que pueden marcar la diferencia entre una mina productiva y un megaproyecto estancado.
1. Falta de infraestructura vial y energética
Uno de los principales obstáculos para el desarrollo de Vicuña es la carencia de infraestructura básica en la zona. Los caminos de acceso no están preparados para el tránsito intensivo de maquinaria pesada, personal y suministros.
Además, la energía eléctrica es limitada y requerirá inversiones millonarias en tendidos de alta tensión y generación sustentable.
Sin una red vial y energética eficiente, los costos logísticos aumentan exponencialmente.
2. Condiciones climáticas extremas
La ubicación en plena cordillera de los Andes, a más de 4.000 metros de altura, impone limitaciones naturales. Las nevadas, el viento blanco y las temperaturas extremas dificultan las tareas de exploración y futura explotación. Además, se reduce la ventana operativa durante el año, afectando los cronogramas de construcción y producción.
3. Cuestiones ambientales y sociales
La presión ambiental es creciente. La sociedad civil, tanto en Argentina como en Chile (ya que Vicuña es un distrito binacional), está cada vez más alerta ante el impacto ecológico de la minería.
El manejo del agua, la biodiversidad local y el respeto por las comunidades originarias son aspectos que deberán abordarse con precisión quirúrgica si se quiere evitar conflictos.
El concepto de “licencia social para operar” ya no es simbólico: es una condición real para avanzar.
4. Mega inversiones
El proyecto necesita fuertes cantidades de capital inversor para poderlo desarrollar. Si bien BHP es fuerte no sería descabellado que buscara capital externo o partners para este proyecto que comparte con Lundin.
El marco y la seguridad jurídica la provee el RIGI debe materializarse para garantizar las inversiones. Empresas como BHP y Lundin exigen reglas claras y garantías a largo plazo para desembolsar los más de 5.000 millones de dólares que requiere solo el proyecto Josemaría.
5. Integración binacional: oportunidad y trampa
Si bien la ubicación de Vicuña entre Argentina y Chile representa una ventaja estratégica, también plantea desafíos diplomáticos y logísticos. Será clave coordinar normativas entre ambos países para temas como el transporte, los derechos de aduana, la seguridad y el medioambiente.
Sin acuerdos fluidos, los beneficios de la integración podrían convertirse en una fuente de demoras.
Una carrera contra el tiempo y la planificación
El potencial del distrito Vicuña es indiscutible, pero la pregunta no es si hay riqueza mineral, sino si será posible extraerla de forma rentable, sustentable y sin conflictos.
La magnitud del desafío está a la altura de la promesa. Quien logre resolver esta ecuación, no sólo marcará un hito en la minería argentina, sino que posicionará a San Juan en el mapa global como un jugador estratégico.