Martín Pérez de Solay: “La minería tiene el poder de transformar realidades locales”
ESPECIAL ARMINERA 2025
“Lo que nosotros tenemos que hacer es cambiar realidades”, dice Martín Pérez de Solay, CEO de Glencore Argentina, con la convicción de quien ha recorrido más de tres décadas en distintas industrias, con una obsesión persistente: transformar el entorno a través del trabajo técnico, el liderazgo estratégico y la inversión productiva. Su ponencia en el panel ¿Querés ser parte de esta industria? en Arminera no solo fue un repaso por su carrera, sino un manifiesto sobre cómo la minería puede ser motor de desarrollo local en la Argentina.
Por Sergio Álvarez

Fuente de imagen: Acero y Roca. Martín Pérez de Solay habla sobre minería y desarrollo local en Arminera 2025
Desde sus inicios como ingeniero egresado del ITBA en 1987, Pérez de Solay trazó un camino que lo llevó de la industria del acero a las finanzas, de los microcréditos barriales al petróleo, del litio al cobre. Pero en cada etapa repite una constante: «Siempre me ha motivado la capacidad de hacer y transformar realidades».
Un liderazgo transformador
La historia de Pérez de Solay está marcada por saltos audaces. Uno de ellos fue su paso por un proyecto de microcréditos en barrios populares del conurbano bonaerense: “Fue una locura comunal, con ideas jesuitas, pero riquísima en conocimiento y en entender la realidad de un país que está desesperado por generar más posiciones de trabajo”.
Más adelante, como CEO global de Orocobre, hoy Arcadium Lithium, participó de la creación de las primeras grandes plantas de litio en el país: “Esas plantas están hechas en lugares donde antes no había nada. Hoy funcionan en correlación con el medio ambiente, con estándares altos, y demuestran que se puede hacer minería bien”.
Ahora, desde Glencore Argentina, su mirada está puesta en el cobre: “Creo que el cobre es la frontera que viene en la Argentina. El mundo lo necesita, y nuestro país lo tiene. La electrificación global va a aumentar muchísimo la demanda”.
La minería como multiplicador del desarrollo
Para Pérez de Solay, el desarrollo local no es un efecto colateral, sino el corazón del impacto minero: “Una persona trabajando a 4.000 metros de altura genera trabajo para otras cuatro en la siguiente etapa del proyecto. Y eso se vuelve a multiplicar. Esta industria tiene un poder de generación de empleo enorme, directo e indirecto”.
Ese factor multiplicador se expresa en las economías regionales, en los proveedores locales, en las comunidades que se transforman: “Entender lo que las comunidades necesitan y cómo se benefician del desarrollo de los recursos naturales fue clave en mis experiencias, tanto en Colombia como en la Patagonia”.
Aprender de los vecinos, crecer con liderazgo
Chile está a la vuelta de la cordillera, y Pérez de Solay lo menciona como un espejo cercano del que aprender: “Ellos tienen 100 años de experiencia, un conocimiento profundo del cobre, y mucho de lo que han logrado puede ser referencia. Nosotros tenemos recursos, pero necesitamos liderazgo, capacidad técnica y visión a largo plazo”.
En ese sentido, insiste en que el liderazgo en minería debe ser colaborativo, adaptable, con foco en el territorio: “La minería moderna exige liderazgos distintos, más humanos, más atentos al entorno, con la capacidad de construir confianza con las comunidades y los trabajadores”.
El relato del CEO de Glencore está atravesado por una idea de urgencia y posibilidad. “En diez años la minería puede ser un gran jugador en Argentina. Lo vimos con el litio. El cobre puede ir mucho más allá”, afirma. Y cierra con un llamado a quienes quieran involucrarse en la industria: “Hay una oportunidad única de transformar la realidad. Y hacerlo bien, con impacto positivo para todos”.