Chile relanza su industria aurífera: Salares Norte y Fénix Gold impulsan un nuevo ciclo
En un contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas y volatilidad financiera, el oro ha consolidado su posición como activo refugio. Esta tendencia global ha impactado directamente en América Latina, donde Chile, tradicionalmente vinculado al cobre, empieza a vivir un resurgimiento en su industria aurífera.
Por William Cortez
Chile no sólo quiere ser identificada como la potencia número uno en cobre a nivel mundial. Las proyecciones para 2025 indican un aumento del 25% en la producción de oro, lo que marcaría un punto de inflexión en la última década y podría posicionar al país entre los 20 principales productores mundiales de oro.
Chile se lanza a por el oro en todo su territorio. Solares Norte es un claro ejemplo
Salares Norte: el renacer dorado desde el corazón de Atacama
Uno de los pilares de este nuevo ciclo dorado es Salares Norte, de la compañía sudafricana Gold Fields. Esta mina de oro y plata, inaugurada en 2024, representa el primer proyecto greenfield en más de una década dentro del país.
Se estima que producirá 350.000 onzas de oro en 2025, lo que equivaldría a un 25% de incremento respecto al volumen nacional registrado en 2024.
La ubicación estratégica de Salares Norte, en la Región de Atacama, refuerza la apuesta por el potencial aurífero del norte chileno. Gold Fields proyecta que esta operación representará el 15% de su producción global, convirtiendo a Chile en un actor más competitivo en el mapa global del oro.
Fénix Gold: el despertar de Maricunga
Junto a Salares Norte, destaca el avance del proyecto Fénix Gold, de la canadiense Rio2, ubicado en el tradicional cinturón aurífero de Maricunga. Actualmente con un 19% de avance en su construcción, se prevé que entre en operaciones a comienzos de 2026, con una meta de 62.000 onzas producidas en su primer año.
El proyecto Fénix Gold, de la canadiense Rio2, ubicado en el tradicional cinturón aurífero de Maricunga avanza hacia su consolidación
Fénix Gold es considerado uno de los proyectos de lixiviación de óxidos de oro en pilas más grandes no desarrollados de América. Cuenta con un recurso medido e indicado de 4,8 millones de onzas, lo que lo convierte en una apuesta clave a mediano y largo plazo.
Nuevas inversiones y extensión de operaciones
El impulso aurífero no se limita a nuevos desarrollos. La filial de Kinross, Mantos de Oro, ingresó una inversión de US$113 millones para extender la vida útil de las minas La Coipa y Purén, mientras que otros proyectos como Lobo-Marte o Nueva Esperanza se mantienen en fase de evaluación.
Si bien las inversiones auríferas han disminuido proporcionalmente frente al total minero nacional, los expertos coinciden en que el potencial geológico de Chile sigue siendo atractivo.
La clave ahora será la mejora en los procesos de aprobación ambiental y regulatorio, que permita dinamizar la cartera de proyectos.
Kinross, la minera canadiense, apuesta con sus proyectos La Coipa y Lobo Marte para consolidar la industria del oro en la Región de Atacama
Chile y el oro: una apuesta estratégica a futuro
La confluencia de factores internacionales, como la inflación, los conflictos bélicos y la depreciación de monedas regionales, ha fortalecido al oro como resguardo de valor.
En este escenario, Chile parece haber comprendido la oportunidad de diversificar su matriz minera, apostando por su histórico liderazgo en cobre y por consolidar un rol relevante en la producción aurífera global.
Chile no quiere perder la oportunidad de ser un referente mundial en oro. Ya lo es en cobre, por lo que el desafío está en marcha
El 2025 será, sin duda, un año clave. Si los proyectos en curso cumplen sus metas, Chile incrementará su producción y podría alcanzar un nuevo estatus en el mapa mundial del oro.