Bolivia paraliza proyectos de litio con China y Rusia por impacto ambiental
Bolivia ha decidido suspender los proyectos de litio que mantiene junto a empresas chinas y rusas, a la espera de informes técnicos que aclaren el impacto ambiental de las operaciones. Así lo anunció el Ministerio de Hidrocarburos y Energías, marcando un punto de inflexión en su estrategia para industrializar el Salar de Uyuni, uno de los mayores yacimientos de litio del planeta.
Por William Cortez
La minería del litio está bajo la lupa en Bolivia. Empresas chinas y rusas han tenido que paralizar sus operaciones
Las compañías involucradas en los proyectos son el consorcio chino CBC (compuesto por CATL, Brunp y CMOC), Citic Guoan Group y la rusa Uranium One Group. Todas ellas firmaron convenios con el Estado boliviano para implementar tecnología de extracción directa de litio (EDL), una alternativa a los tradicionales evaporíticos, que prometía mayor eficiencia, pero también levanta sospechas por su uso intensivo de agua y químicos.
Rechazo social y cuestionamientos a la transparencia
La decisión oficial responde a una creciente presión social. Más de 30 organizaciones civiles, entre ellas la Fundación Solón y Jubileo, han denunciado que los contratos firmados no sólo carecen de estudios de impacto ambiental adecuados, sino que también se concretaron sin transparencia ni consulta previa a las comunidades afectadas.
“Es inadmisible que se avance en una explotación tan sensible sin la debida evaluación ambiental estratégica y sin respetar el derecho a la consulta indígena”, expresó en un comunicado la Coordinadora Nacional de Defensa del Litio.
Más de 30 organizaciones civiles, entre ellas la Fundación Solón y Jubileo, han denunciado a las mineras
Los críticos también ponen en duda los beneficios económicos de los acuerdos, señalando que las empresas extranjeras obtendrían la mayor parte de las ganancias, mientras Bolivia asumiría los riesgos ambientales y financieros. “Estamos cediendo soberanía sobre nuestros recursos sin una contraprestación justa”, advirtió Enrique Ormachea, investigador de CEDLA.
El dilema del desarrollo: ¿A qué costo?
El caso boliviano revela una tensión cada vez más común en América Latina: el equilibrio entre el desarrollo económico ligado a la transición energética global y la defensa del medio ambiente y los derechos comunitarios.
El litio es un mineral estratégico para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos, y su demanda global se ha disparado. Bolivia busca aprovechar esa oportunidad para dejar de ser simplemente exportador de materia prima e ingresar a la cadena de valor, pero el camino no está exento de obstáculos.
El rechazo a contratos de explotación de las mineras extranjeras está provocando tensiones
Por el momento, el gobierno ha solicitado informes técnicos a Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) para determinar si los procesos extractivos pueden adaptarse sin comprometer los frágiles ecosistemas del altiplano. Mientras tanto, los proyectos permanecen en pausa.
¿Una oportunidad para repensar el modelo?
Especialistas advierten que este impasse podría ser una oportunidad para replantear el modelo extractivo.
Apostar por una minería con estándares ambientales más altos, procesos transparentes y participación comunitaria real evitaría conflictos y también daría legitimidad social al desarrollo del litio.
El presidente de Bolivia Luis Arce ha sido una gran defensor de la minería del litio
Bolivia enfrenta hoy una encrucijada histórica: avanzar hacia una economía basada en recursos estratégicos o caer en las trampas del extractivismo tradicional. La decisión que tome marcará su futuro económico y ambiental en las próximas décadas.