Antes del litio, el agua: cómo los modelos hidrogeológicos están cambiando la minería
Antes del litio, está el agua. Antes del pozo, está el modelo. Así se resume la nueva lógica que impulsa a las empresas a replantear su forma de explorar. La minería moderna, más expuesta, más regulada, más exigida, necesita saber, con la mayor certeza posible, qué ocurre debajo de la superficie antes de tomar una sola decisión.
Por Yenhy Navas
Y es allí donde aparecen los modelos hidrogeológicos conceptuales: mapas tridimensionales del comportamiento del agua subterránea, que no sólo delimitan zonas productivas, sino también aquellas que deben protegerse.
“Un modelo hidrogeológico no es un dibujo. Es una herramienta estratégica que define el rumbo de un proyecto desde el primer día”, señala a ACERO Y ROCA el Licenciado Andrés López Hidalgo, geofísico senior y director de ALH Geofísica, empresa que ha participado en diversas campañas de exploración en salares de la región.
Integración de saberes: ciencia que conversa
Para construir estos modelos no alcanza con un solo método. Se trata de una integración multidisciplinaria de datos provenientes de distintas fuentes: tomografía eléctrica resistiva (ERT), magnetometría, gravimetría, sísmica pasiva (como TSR y MASW), registros de perforaciones y ensayos hidráulicos.
“En proyectos como Cieneguita logramos reducir un 40% la incertidumbre geológica en profundidad y lateralidad de los acuíferos, gracias a la calibración de los modelos resistivos con datos duros”, explica López Hidalgo. Esta integración permite delinear con más precisión los límites de un acuífero, sus conexiones con otros horizontes y su relación con el ecosistema circundante.
Visualización Tridimensional de Perfiles de Tomografía Eléctrica Resistiva (ERT) para la determinación de acuíferos subterráneos
Delimitar lo productivo, proteger lo sensible
En San Juan, la cercanía de salares a reservas naturales como San Guillermo impone una responsabilidad extra. En esos casos, los modelos hidrogeológicos permiten identificar posibles conexiones hidráulicas, ya sean superficiales o profundas, entre zonas de explotación y áreas protegidas.
“La ERT nos permite identificar si una salmuera está confinada bajo capas sedimentarias o si hay interacciones con acuíferos de agua dulce. Esa información es clave para tomar decisiones responsables”, detalla el geofísico.
Así, no solo se identifican zonas de potencial productivo, sino también aquellas donde no se debe intervenir, contribuyendo a una minería que cuide el entorno desde su etapa más temprana.
Con los modelos hidrogeológicos conceptuales, podemos entender cómo funciona el ciclo del agua en un lugar específico, incluyendo las interacciones naturales esenciales que ocurren ahí. Este conocimiento permite identificar, por ejemplo, la existencia de zonas de mezcla entre agua dulce y agua salada, cuya presencia puede tener un impacto significativo al momento de explotar el recurso. Tanto la salmuera como el agua dulce adquieren así un rol clave dentro del sistema
Datos que se trazan, datos que se auditan
La trazabilidad se vuelve indispensable. Más aún cuando se habla de proyectos que apuntan a la tokenización del litio, una modalidad que exige modelos transparentes y auditables por terceros.
Según López Hidalgo, “los modelos generados se integran en plataformas GIS con metadatos normalizados: fecha, ubicación, tipo de instrumento, arreglo utilizado, profundidad alcanzada. Esto permite compartir información clave sin comprometer aspectos estratégicos”.
La trazabilidad no sólo es un estándar técnico: es una garantía para los reguladores, los inversores y, sobre todo, para las comunidades.
Andrés López Hidalgo, geofísico senior y director de ALH Geofísica
Una minería que no se improvisa
Hoy más que nunca, los modelos hidrogeológicos funcionan como el “detrás de escena” de cada etapa minera. Sirven para ubicar las perforaciones exploratorias, para definir planes de monitoreo hídrico, para prevenir conflictos socioambientales y para dar respuestas científicas ante exigencias regulatorias.
Y en ese marco, técnicas como la ERT tienen un valor fundamental: “nos permiten ver antes de perforar, modelar antes de actuar”, sintetiza López Hidalgo.
Desde el diseño de circuitos cerrados de recirculación de agua, hasta la selección de zonas aptas para tecnologías de extracción directa (EDL), los modelos hidrogeológicos se vuelven el soporte técnico que toda minería responsable necesita.
Un recurso crítico que exige precisión
El litio, mineral clave para la transición energética global, ya no se explora a ciegas. La búsqueda exige información, compromiso ambiental y capacidad técnica. Y en ese camino, los modelos hidrogeológicos representan algo más que mapas: son herramientas de equidad entre el subsuelo y la superficie, entre el desarrollo y el cuidado, entre lo que se extrae y lo que se preserva.
“Entender cómo se mueve el agua en el subsuelo, y cómo interactúa con el litio, es tan importante como el litio mismo. Porque sin agua, no hay minería. Y sin conocimiento, no hay futuro”, concluye el director de ALH Geofísica.