¿PELIGRAN LOS GLACIARES ARGENTINOS CON MILEI ?
La reciente modificación por decreto de la Ley de Glaciares (Ley 26.639) conocida hoy lunes 9 de Junio, por parte del presidente Javier Milei ha generado un revuelo tremendo y un amplio debate en todo el país. El cambio normativo reduce el alcance de las áreas protegidas dentro de ambientes glaciares y periglaciares, con el objetivo de facilitar inversiones en minería y energía.
Por Amaranta Marquez
El decreto firmado por Milei y conocido hoy lunes, pone en alerta a un amplio sector de la población ante las medidas propuestas planteadas
En una reunión entre el Ministerio de Economía de la Nacion , con su titular Luis Caputo a la cabeza quien fue el encargado de proponer la medida, la secretaria de Energía, María Tettamanti, el titular de Coordinación de Energía y Mineria, Daniel Gonzalez, y de los equipos técnico de la Casa Rosada, confirmaron que estudian nuevas medidas para promover las inversiones.
La medida conocida en el día de hoy, para muchos es coherente, y para otros inadmisible, poniéndose de manifiesto una vez mas la división sobre el modelo de minería que queremos para la Argentina .
Este decreto tendrá efectos inmediatos en provincias como San Juan, donde el potencial minero convive desde hace años con desafíos ambientales, hídricos y sociales de los glaciares.
Qué establece la nueva reglamentación
El decreto firmado redefine qué constituye un glaciar protegido y cual será su entorno.
Solo serán contempladas aquellas formaciones que:
• Tengan al menos una hectárea,
• Existan durante dos años consecutivos,
• Cumplan funciones hídricas verificables,
• Estén incluidas formalmente en el Inventario Nacional de Glaciares.
En su momento, la iniciativa provocó advertencias en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que calificó al proyecto de “regresivo” y expresó que podría afectar “las garantías de un entorno seguro y propicio para el trabajo de los defensores ambientales”.
Esto implica que una porción importante de zonas periglaciares —donde hay hielo de roca, suelos congelados o glaciares menores podría quedar habilitada para actividades extractivas, si así lo autorizan las provincias.
Las razones del cambio
El cambio propuesto habilita las actividades extractivas, si así lo autorizan las provincias en zonas aledañas a los glaciares, muchas de ellas de vital importancia para el entorno.
Desde el Ejecutivo Nacional y algunas gobernaciones se plantea que esta modificación busca brindar “seguridad jurídica” a las inversiones y otorgar mayor autonomía a las provincias en sus decisiones sobre el uso del suelo. En el caso de San Juan, con varios proyectos mineros en carpeta, el decreto podría significar una aceleración en los tiempos de ejecución, en un contexto de alta demanda mundial por el oro, la plata, el cobre y el litio.
Las voces a favor
El ministro de Producción de San Juan se pronuncio en su momento a favor del contenido de este decreto
El gobierno de San Juan, a través del ministro de Producción Gustavo Fernández, sostuvo que «la medida aporta previsibilidad y permite armonizar el desarrollo con el cuidado ambiental mediante evaluaciones de impacto a cargo de las autoridades locales».
Fernandez sostuvo que este cambio no promueve una minería sin límites, sino que otorga “seguridad jurídica” a las empresas, mientras la evaluación local y las leyes provinciales determinen la viabilidad o no de cada proyecto .
También desde algunos sectores empresariales consultados por ACERO Y ROCA, se valora positivamente la eliminación de “zonas grises” en la interpretación de la ley anterior.
«Es momento de analizar bien el decreto , sostuvieron empresarios vinculados al sector minero , pero todo apunta a dar mas autonomía y viable libre a las competencias de la provincia para seguir generando riqueza y protegiendo el medio ambiente «
Desde esta perspectiva, la reforma se inscribe en una estrategia nacional para posicionar a Argentina como proveedor clave de minerales críticos en la transición energética global.
Las preocupaciones ambientales
Fundación Greenpeace Argentina siempre ha defendido la defensa de los glaciares y sus entornos, haciendo presente en San Juan para reivindicar y proteger el ecosistema
Organizaciones científicas, sociales y ambientales han manifestado reservas. Argumentan que muchas formaciones pequeñas o de suelo congelado, aunque no visibles como glaciares clásicos, cumplen funciones vitales para la regulación del agua en regiones áridas.
Advierten que una intervención en esas zonas puede afectar el equilibrio de cuencas hídricas, particularmente en zonas como Iglesia, Calingasta o Jáchal, donde se nutren de esos periglaciares.
También se remarca la necesidad de garantizar transparencia en los estudios de impacto ambiental y coherencia en las acciones a realizar por parte de los gobiernos provinciales que son quienes mejor conocen las zonas de glaciares de sus zonas protegidas.
Ante las críticas de los sectores ambientalistas, el oficialismo aseguró que exigirá informes de impacto ambiental para aprobar proyectos de inversión. Además, mantendrán el marco de restricciones para glaciares cubiertos y descubiertos. Las regulaciones actuales contemplan multas, suspensiones y el cese definitivo de la actividad.
El valor del agua en zonas de montaña
San Juan depende en gran medida de los recursos hídricos de origen glaciar y periglaciar. Ríos como el San Juan, el Jáchal y el Blanco alimentan tanto el consumo humano como la agricultura y la industria. En un contexto de cambio climático, las reservas de agua de alta montaña cobran un valor estratégico que excede lo económico.
Estudios de la Universidad Nacional de San Juan y del IANIGLA destacan que muchas formaciones de hielo menores —no siempre protegidas por la ley— cumplen una función crítica como “reservas naturales” en épocas de sequía.
Desde el sentido común comienzan a levantarse voces que si bien desean la continuidad de la mineria no estan dispuestos a permitir la destrucción de las cuencas hídricas de la provincia.
San Juan depende en gran medida de los recursos hídricos de origen glaciar y periglaciar. Pero también económicamente de la minería . ¿Donde estará el equilibrio?
¿Qué modelos de desarrollo están en juego?
La reforma plantea un interrogante profundo sobre cómo debe planificarse el desarrollo económico en territorios sensibles. Por un lado, existe una necesidad legítima de atraer inversiones que generen empleo y divisas. Por otro, se requiere preservar ecosistemas frágiles que sostienen la vida en zonas áridas.
Así, el Gobierno nacional, bajo el argumento de promover y “cuidar las inversiones extranjeras” busca modificar la norma. “Específicamente quieren permitir la explotación en la zona periglaciar, hoy protegida por la ley”, explicó la presidenta de la agrupación Jóvenes por el Clima Argentina, Nicole Becker .
Algunas voces reclaman avanzar hacia una minería más tecnológica, con estándares más exigentes, participación comunitaria y auditorías ambientales independientes. Otras, en cambio, llaman a limitar toda actividad en zonas de montaña hasta contar con mayor conocimiento sobre su impacto a largo plazo.
Reflexión para todos
La modificación de la Ley de Glaciares marca un punto de inflexión para la minería Argentina. San Juan se posiciona como uno de los principales actores de este nuevo escenario, con oportunidades claras pero también desafíos sustanciales.
¿Se está acabando el agua en San Juan? Hay alerta de científicos por menor oferta hídrica y de glaciares por lo que la discusión esta servida con este decreto presidencial conocido hoy.
En este contexto, más que respuestas definitivas, lo que surgen son preguntas clave:
• ¿Es posible compatibilizar minería y cuidado del agua en alta montaña?
• ¿Quién controla y cómo se audita el cumplimiento ambiental?
• ¿Cuál es el límite entre desarrollo y sobreexplotación?
• ¿Qué rol juegan las comunidades en estas decisiones?
El tiempo dará o quitara razones
Los próximos meses mostrarán si esta nueva etapa puede convertirse en una oportunidad para construir un modelo productivo más equilibrado y transparente, donde los recursos naturales no solo se valoren por su potencial económico, sino también por su función vital en el futuro del país.
O de lo contrario en una condena en forma de sequía para la provincia.