Greenpeace: Ley de protección de glaciares en peligro
El Gobierno nacional avanza con un decreto que busca modificar la Ley de Glaciares, permitiendo la explotación minera en zonas actualmente protegidas.
Greenpeace advierte sobre decreto para modificar ley de glaciares “representa un serio retroceso en materia de política ambiental y una amenaza directa a ecosistemas”.
Por Luciana Vignoli
Conflicto ecológico
El Gobierno nacional avanza con un decreto para modificar la Ley de Glaciares con el objetivo de ampliar las áreas habilitadas para la explotación minera e hidrocarburífera en zonas periglaciares.
La medida, impulsada por la administración de Javier Milei, se fundamenta en brindar “seguridad jurídica a los proyectos de inversión” que se instalen en esos territorios.
Mientras tanto, desde Greenpeace alertan sobre el grave riesgo ambiental que esto representa, advirtiendo que podría significar la destrucción de ecosistemas esenciales para la provisión de agua, por lo que consideran que es vital un accionar de la ciudadanía para evitar un gran retroceso en materia ambiental.
Greenpeace advierte que alterar los glaciares podría significar la destrucción de ecosistemas esenciales para la provisión de agua
El decreto propone una reducción de las zonas actualmente protegidas por la normativa vigente, que prohíbe actividades industriales en áreas con presencia de glaciares y ambientes periglaciares.
Entre las restricciones que podrían verse afectadas se incluyen la instalación de industrias extractivas, el uso de productos químicos y residuos, y la construcción de infraestructura no relacionada a la investigación científica.
Retroceso en materia de política ambiental
Desde Greenpeace Argentina, la respuesta al decreto del gobierno fue inmediata. “Manifestamos nuestra profunda preocupación y rechazo ante la intención del Gobierno Nacional de modificar por decreto la Ley de Glaciares”, anuncia Agostina Rossi Serra, especialista en biodiversidad de Greenpeace Argentina, a ACERO Y ROCA.
“Consideramos que representa un serio retroceso en materia de política ambiental y una amenaza directa a ecosistemas esenciales para el equilibrio climático y la provisión de agua en el país«, agrega la especialista.
Riesgos ambientales
Disponibilidad de agua dulce
La modificación a la Ley de Glaciares implicaría una reducción del alcance actual de protección sobre el ambiente periglacial, habilitando el avance de actividades extractivas en zonas extremadamente frágiles. “Esto pone en riesgo la integridad de los glaciares, fundamentales para la regulación del agua y el clima, y abre la puerta a la degradación de ecosistemas vitales para millones de personas” explica la especialista.
Agostina Rossi Serra también remarca el impacto que podría tener sobre la disponibilidad de agua dulce, especialmente en un contexto de crisis climática.
“Esta flexibilización podría tener consecuencias graves en el acceso al agua, ya que los glaciares y el ambiente periglacial actúan como reservorios naturales que alimentan cuencas hídricas, y que cobran especial relevancia en contextos de sequía.
Crisis climática
Además, su degradación profundizaría la crisis climática al vulnerar mitigadores naturales, como son los glaciares, frente al calentamiento global” explica la especialista y advierte sobre los efectos negativos para la biodiversidad en ecosistemas de alta montaña.
“También afectaría a la biodiversidad ya que los ecosistemas de alta montaña están íntimamente relacionados con la presencia de glaciares y el ambiente periglacial para mantener condiciones de temperatura y disponibilidad de agua, fundamentales para la supervivencia de especies adaptadas a estos entornos únicos y altamente sensibles a los cambios”.
Ley de Glaciares: Una conquista ambiental
La Ley de Glaciares, sancionada en 2010 tras una intensa movilización social, fue un hito en materia ambiental al establecer límites estrictos a las actividades económicas en zonas con presencia de hielo.
“La Ley de Glaciares, sancionada en 2010, fue una conquista histórica impulsada por la movilización de la sociedad civil, en la que Greenpeace tuvo un rol clave. Esta normativa pionera estableció restricciones firmes a actividades en zonas de glaciares y ambiente periglacial, reconociendo su importancia para el almacenamiento de agua, la regulación climática y la provisión de agua a millones de personas. Desde entonces, Greenpeace ha trabajado activamente para garantizar su implementación efectiva y denunciar las amenazas que enfrenta” explica Agostina.
Llamado a la acción ciudadana
A principios de año, Greenpeace relanzó su campaña #SalvemosLosGlaciares, con el objetivo de reforzar en la sociedad la importancia de los glaciares y la necesidad de defenderlos frente a la crisis climática y las amenazas extractivas. La organización también habilitó la web salvemoslosglaciares.org para sumar firmas en defensa de la ley.
“Modificar una de las leyes ambientales más importantes que posee este país por decreto sin pasar por el Congreso ni habilitar la participación ciudadana vulneraría el principio de no regresión ambiental, y sentaría las bases para que otras leyes de protección ambiental también puedan ser vulneradas bajo presión empresarial” denuncia Agostina y remarca que “lo que está en juego es el respeto por los derechos ambientales conquistados”.
“No vamos a permitir que se lleve adelante una regresión ambiental en una ley clave para el presente y futuro del agua de nuestras comunidades” advierte la especialista.
“Hoy el agua es un recurso estratégico, escaso y cada vez más amenazado. Avanzar sobre zonas como los glaciares y el ambiente periglacial pone en riesgo nuestras fuentes de agua dulce y nuestra capacidad de adaptarnos a la crisis climática” finaliza Agostina Rosi Serra, especialista en biodiversidad de Greenpeace Argentina.
Proteger nuestros glaciares es una misión de todos
Proteger nuestros glaciares no es sólo un deber, es un acto de amor hacia nuestras futuras generaciones y hacia el planeta que compartimos.