Formar para transformar: cómo la geología impulsa el futuro de San Juan
En esta entrevista con ACERO Y ROCA, Marcos Da Rold, integrante del Consejo de Geología de San Juan, analiza el vínculo entre la ciencia y la minería, el perfil de los nuevos geólogos, y el desafío de sembrar vocaciones desde la infancia. Con foco en la transferencia del conocimiento y la formación integral, Da Rold plantea una visión estratégica sobre el rol de las geociencias en el desarrollo de la provincia.
Por Yenhy Navas
Geología y Universidad: un puente que se refuerza
La geología en San Juan ocupa un lugar central tanto en el ámbito académico como en el productivo. Desde el Consejo de Geología, este vínculo histórico con la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) se ha transformado en una herramienta clave para articular ciencia, formación y territorio.
“El Consejo mantiene un vínculo histórico con la UNSJ, especialmente con la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. En los últimos años estamos trabajando en fortalecer esa relación a través de capacitaciones, charlas conjuntas, participación en eventos académicos y vinculación de estudiantes con el mundo profesional”, explicó Da Rold.
Esta articulación permite que la formación universitaria esté en sintonía con las necesidades del contexto provincial, donde la actividad minera y la gestión de los recursos naturales exigen profesionales con formación sólida, actualizada y flexible.
Lic. Marcos Da Rold
El nuevo perfil del geólogo sanjuanino
San Juan ofrece un escenario privilegiado para el desarrollo de profesionales del sector. Su geografía imponente: cordillera, valles, fallas, cuencas, convierte a la provincia en un aula a cielo abierto. Sin embargo, los desafíos de la minería moderna exigen ir más allá de la destreza técnica en campo.
“Técnicamente, los profesionales de geología de San Juan tienen muy buen rendimiento en campo, debido a nuestra geografía. Pero hoy se demanda también formación en herramientas digitales y softwares para análisis de datos geológicos, logísticos u operativos, y habilidades blandas como liderazgo o comunicación”, señaló.
Desde el Consejo, el objetivo es claro: contribuir a una formación de geólogos más integral, que combine ciencia, tecnología y comprensión del entorno socioproductivo.
Una estrategia alineada con el crecimiento de la minería sanjuanina, que cada vez requiere más capacidades interdisciplinarias.
Investigación y colaboración científica en minería
El trabajo del Consejo de Geología no ocurre en soledad. Instituciones como el CONICET, el SEGEMAR y el Instituto de Investigaciones Mineras (IIM) de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ forman parte de una red que nutre el análisis, la planificación y la validación técnica de proyectos.
“Directa o indirectamente siempre hay colaboración. Dependemos de los estudios realizados por estos institutos, inclusive nos han brindado bibliografía, análisis de laboratorio, asesoramiento en trabajos tanto particulares como de mayor escala”, aseguró Da Rold.
Este entramado de colaboración permite avanzar en líneas estratégicas como la caracterización del territorio, el diseño de mapas geológicos y el estudio del potencial de recursos como cobre, litio o tierras raras, todos temas prioritarios para el futuro minero provincial.
Educación temprana: sembrar vocaciones científicas con los pies en la tierra
Una de las convicciones personales de Marcos Da Rold es que el interés por las geociencias no debe despertarse en la universidad, sino desde la infancia. Para él, es fundamental que los niños y adolescentes puedan vivenciar el territorio, conocer su geografía y aprender a valorarla.
“El número de jóvenes interesados en geología va creciendo a medida que la sociedad se da cuenta de lo importante que es entender la geografía que nos circunda. Y a su vez, sacarle un provecho a los recursos que la naturaleza nos permite alcanzar”, explicó.
La clave está en generar experiencias educativas significativas. Da Rold propone fortalecer la carga horaria de materias como biología, geografía, fisiografía y recursos naturales, pero también salir del aula.
“Es muy enriquecedor para la educación inicial tener talleres fuera de la escuela. Nosotros lo llamamos ‘aulas de campo’. Los alumnos interactúan al aire libre, ya sea entre cerros, en zonas agropecuarias o cualquier otro entorno que les permita respirar el territorio y conectar con él desde otro lugar”, afirmó.
Transferencia del conocimiento: el gran desafío
En un contexto donde la minería demanda innovación constante y soluciones científicas aplicadas, el rol del Consejo también es facilitar la transferencia del conocimiento académico al sector productivo. Una tarea que Da Rold considera central para el crecimiento sostenible.
“Particularmente es la lucha que sigo. La docencia la llevo siempre intrínsecamente, por lo que mi rol en el Consejo es organizar eventos, charlas y cursos para nutrir de conocimiento tanto a los profesionales como a los estudiantes avanzados”, señaló.
Estas acciones, muchas veces silenciosas, son fundamentales para mantener al ecosistema minero sanjuanino actualizado, competitivo y en sintonía con los estándares nacionales e internacionales. Y también para consolidar a San Juan como un territorio líder en formación e innovación geológica.
La mirada de Marcos Da Rold pone de relieve una premisa central: la ciencia geológica no sólo explica el pasado del planeta, sino que tiene un rol activo en la construcción del futuro. Un futuro donde la educación, la tecnología, la investigación y el compromiso con el territorio se entrelazan para potenciar el desarrollo