Cómo es trabajar con temperaturas bajo cero en las minas de San Juan
En la Cordillera de los Andes, el invierno no da tregua. Las temperaturas pueden caer hasta los –48 grados centígrados y los vientos helados atraviesan el aire como cuchillas invisibles. Sin embargo, hay quienes trabajan allí arriba, entre 3.800 y 4.900 metros sobre el nivel del mar, enfrentando condiciones que pocos imaginarían y muchos evitarían. Son los hombres y mujeres que hacen minería en San Juan durante los meses más crudos del año.
Por Sergio Álvarez
En plena cordillera de los Andes, algunos proyectos están a más de 3.000 metros de altura, con temperaturas verdaderamente extremas y con condiciones climáticas muy duras.
Los más veteranos en minería que trabajan en Los Azules, Veladero o Vicuña, ya han pasado por muchos temporales y situaciones críticas. Las instalaciones están acondicionadas y los equipos preparados para las inclemencias, pero nunca deja de ser un desafío trabajar con temperaturas bajo cero en mitad de la nada.
Veladero: una mina que no se detiene nunca
Desde hace más de dos décadas, el proyecto Veladero ha sido uno de los pioneros en sostener operaciones durante todo el año. La mina, ubicada a más de 4.000 msnm, continúa activa en turnos de 12 horas bajo un sistema de rotación 14×14. Pero no se trata sólo de operar maquinaria: hay que sobrevivir a tormentas repentinas, nevadas intensas y la temida “nieve dura”, esa que cubre los caminos durante días enteros.
“Acá arriba no hay margen para errores. Todo está pensado en modo invierno”, cuentan dos miembros del equipo logístico.
Para eso, la mina cuenta con protocolos únicos en Argentina: estaciones meteorológicas propias, doble equipo de vialidad para despeje continuo, stock de víveres, agua y combustible para resistir al menos un mes en aislamiento.
Incluso los motores de los vehículos deben mantenerse encendidos por precaución: si se apagan, pueden no volver a arrancar.
Así se trabaja en los caminos de acceso a una mina en plena cordillera andina en invierno con temperaturas que rondan los 35° bajo cero
Una de las prioridades es mantener los caminos despejados durante estos meses, debido a la subida y bajada de personal y por cualquier emergencia. Por tal motivo, se duplican equipos humanos y técnicos, ya que todos los días deben despejar nieve o hielo para que la circulación sea segura.
Solidaridad en altura
Uno de los episodios que más marcó esta cultura solidaria se vivió en el operativo del año pasado, cuando una brigada de Veladero rescató a 16 trabajadores de otro proyecto, atrapados por un temporal en la alta cordillera. Es que, a pesar de competir por recursos y contratos, en la montaña las empresas se convierten en aliadas, y el factor humano prevalece por encima de cualquier otro interés.
Luego de las nevadas anticipadas, los accesos al proyecto El Toro, operado por Condor Prospecting S.A. quedaron bloqueados y su personal con recursos limitados fue rescatado por la brigada de emergencias de la compañía Barrick
Vicuña: el gigante del cobre en preconstrucción
A pocos kilómetros, Vicuña, el megaproyecto de cobre que lidera Lundin Mining, conjuntamente con BHP, enfrenta un nuevo invierno operativo. A una altitud de 4.900 msnm, cada movimiento exige una logística quirúrgica. Allí, todo está monitoreado: desde la apertura diaria de los caminos hasta la administración de alimentos, combustibles y medicación preventiva para evitar problemas por la altura o el frío extremo.
“El invierno no se improvisa”, advierten desde la minera. «Ya hemos aprendido de años anteriores y estamos preparados para afrontar este nuevo desafío».
Y es literal: el equipo sanitario cuenta con protocolos exclusivos para mal de altura y aislamiento prolongado, mientras los operarios trabajan en condiciones controladas, con asistencia digital y tecnología remota.
Los Azules: pausa y planificación inteligente
Más al sur, Los Azules, de McEwen Copper, cierra cada año su fase de exploración antes de que caigan las primeras nevadas desmovilizando a todo su personal y parando la operación hasta la primavera.
Los Azules cierra sus instalaciones en campo ante el invierno, pero la operación sigue en marcha con el objetivo puesto en la producción de cobre en fechas próximas.
Esto quiere decir que cuando comienza el operativo de invierno en mayo todas las instalaciones, que incluyen un campamento en construcción y otro de menor tamaño y parte de la maquinaria, queda todo inactivo en la cordillera y las tareas para definir la continuidad de la operación se trabaja desde las oficinas centrales de los Azules.
Hoy, los campamentos de todas las operadoras en fase de exploración están vacíos, pero los datos obtenidos ya alimentan expectativas para futuras inversiones, comentan desde la empresa.
En general, esto es lo que sucede en los proyectos en exploración. Las empresas resignan los meses fríos debido a que mantener la infraestructura funcionando es muy costoso y porque una de las tareas fundamentales, la perforación para extraer muestras, se vuelve muy difícil con temperaturas bajo cero.
Minería 4.0: el futuro ya está en marcha
Lo cierto es que la minería de alta montaña se está transformando. A medida que los desafíos aumentan, también lo hacen las soluciones. En Chile, las mineras ya operan camiones autónomos de más de 400 toneladas, activos las 24 horas en condiciones extremas.
Argentina avanza hacia esa misma dirección. Proyectos en nuestra cordillera, ya están incorporando equipos digitales y plataformas remotas que permiten minimizar el error humano, optimizar rutas de transporte y monitorear operaciones en tiempo real.
El mantenimiento de los caminos, es prioridad para la seguridad del personal de mina, por eso es tan importante destinar recursos y equipos suficientes
El factor climático: la nueva frontera del desafío minero
Pero más allá de la tecnología, el gran desafío es el futuro del clima. Estudios recientes advierten que las nevadas en la cordillera podrían disminuir debido al cambio climático, lo que pone en jaque la disponibilidad de agua en cuencas clave para San Juan, Mendoza y otras provincias andinas.
En respuesta, varias compañías comenzaron a instalar estaciones climáticas permanentes y a integrar sus datos a redes provinciales para proteger glaciares y monitorear el impacto ambiental.
Una cultura de resiliencia
La minería en San Juan no es solamente extracción de recursos. Es ingeniería en condiciones extremas, es supervivencia organizada, es tecnología de frontera aplicada a entornos hostiles. Y es, sobre todo, el resultado de una cultura resiliente que combina saberes técnicos, respeto por el entorno y una fuerte vocación de trabajo.
Cada turno, y cada equipo que trabaja en Veladero en invierno comparten los riesgos , pero también la camaradería de la aventura, ya que trabajar en condiciones extremas deja experiencias únicas
En la cordillera, cada turno es una historia. Y cada invierno, una prueba de fuego… o de hielo. Nada hay mas importante que la vida de los hombres y mujeres que trabajan en este tipo de condiciones.