INTA amenazado: el decreto que pone en riesgo su autonomía y soberanía científica nacional
En las próximas horas, el gobierno nacional publicará el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con el cual quitará la autarquía al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). De esta manera, pasará de ser un ente descentralizado a ser un organismo desconcentrado dependiente de la Secretaría de Agricultura a cargo de Sergio Iraeta.
Por Luciana Vignoli
Pierluigi Pierantozzi, investigador del INTA en San Juan
Pierluigi Pierantozzi, investigador del INTA en San Juan, alertó sobre las consecuencias del inminente decreto del Gobierno Nacional que busca modificar la estructura de uno de los organismos científicos más relevantes del país.
Autonomía en peligro
A un año de cumplir siete décadas de vida, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) atraviesa un momento crítico. Pierluigi Pierantozzi, investigador del organismo en San Juan, explicó que con el decreto del Poder Ejecutivo se modifica el funcionamiento y la autonomía del INTA. “Con este decreto, lo que pone en jaque es la gobernanza del INTA, lo cual es grave, porque deja de lado la institucionalidad del INTA”.
La medida nacional intervendría el Consejo Directivo Nacional, principal órgano de conducción del INTA, eliminando su composición de representantes del sector privado y público, para concentrar la mayoría en el Gobierno Nacional.
“El decreto que está por salir va a cambiar la figura presente que dejaría al Gobierno Nacional con posición mayoritaria dentro del Consejo Directivo Nacional” explicó el investigador y agregó que “el INTA ha podido mantenerse a lo largo de todos estos años porque no ha sufrido el embate de las políticas partidarias que van naciendo gobierno por gobierno”.
El INTA, considerado uno de los organismos más importantes del país, dejará de manejar su propio presupuesto y dependerá administrativa y financieramente de la cartera agrícola, a cargo de Sergio Iraeta.
El INTA es un ente autárquico, con presupuesto y cartera propia de proyectos. “La cartera de proyectos propios da cierta autonomía, pero no alcanza para la magnitud de investigaciones que llevamos adelante. Por eso trabajamos mucho con empresas, que financian estudios específicos como, por ejemplo, mejorar la huella hídrica o la huella de carbono”, explicó Pierantozzi.
El organismo también ha podido sostener investigaciones claves en todo el país, con fondos mixtos provenientes de convenios con empresas, el Ministerio de Ciencia y Tecnología o incluso organismos internacionales como el BID. “Con este decreto estaríamos todos en manos de la Secretaría de Agricultura” advirtió el investigador.
Ciencia pública con impacto social
Desde genética de olivos hasta tecnología aplicada al uso del agua, el INTA trabaja con productores grandes, medianos y pequeños, pero también con la sociedad en su conjunto. “En San Juan hay una estación experimental, que se encuentra en Pocito, y hay ocho agencias de extensión, que son las que transmiten los conocimientos generados por INTA a la sociedad y están emplazadas en los distintos departamentos” detalló Pierlugi Pierantozzi.
Uno de los trabajos más destacados en la provincia tiene que ver con la optimización del uso del agua, en una región afectada por la crisis hídrica. “La agricultura tiene gran parte del consumo de agua y lo que estamos haciendo desde el INTA es mejorar el rendimiento, la eficiencia, la productividad del agua en los distintos tipos de cultivo, con nuevos sensores desarrollados que miden el estrés hídrico en planta y permiten controlar el riego de forma automática y de esa forma ahorrar gran cantidad de agua sin reducir la productividad” explicó el investigador.
En el INTA también se explora con nuevas tecnologías adaptadas para la minería de altura. Una importante empresa minera mostró interés en replicar el sistema de hidroponía desarrolla por el INTA para la Antártida con el objetivo de generar cultivos frescos para los trabajadores en campamentos de alta montaña.
“Una de las empresas mineras está interesada en algunos invernaderos de altura para poder cultivar verdura y alimento directamente in situ a 4.000 metros de altura, para los trabajadores de la minería” explicó Pierluigi Pierantozzi y remarcó que “es un gran desafío porque justamente implica condiciones extremas con factores que hay que tener en cuenta como el suelo, el clima, la luminosidad, el viento, para poder mantener ese invernadero y que puedan producir verduras de calidad”.
«Lo que realmente está en juego con este decreto no es sólo un cambio administrativo, sino el futuro de una institución clave para el desarrollo soberano del país”.
Tecnología inteligencia artificial y banco de germoplasma
Uno de los proyectos más emblemáticos en los que participa Perluigi Pierantozzi es el banco de germoplasma de olivo ubicado en San Martín. Con más de 200 variedades distribuidas en 15 hectáreas, es el más importante de América y uno de los cuatro bancos de referencia a nivel mundial.
“El banco de germoplasma de olivo es el más importante de toda América, es el único de los cuatro bancos mundiales que está ubicado en el hemisferio sur y fuera de la cuenca del Mediterráneo, los otros tres están en España, Turquía y Marruecos” explicó el profesional y remarcó que “este banco de germoplasma es un gran orgullo, no sólo para San Juan, sino para toda Argentina” destacó el profesional.
El banco se encuentra en proceso de digitalización con tecnología de última generación y herramientas de inteligencia artificial. “Forma parte de un proyecto nacional llamado ACTEC, que también trabaja con drones y agricultura digital” comentó Pierluigi.
Soberanía alimentaria
La Red de Bancos de Germoplasma (RBG), creada por el INTA, es una iniciativa estratégica que abarca todo el territorio nacional, con sedes distribuidas desde Jujuy hasta Tierra del Fuego e incluso en la Antártida.
Esta red posee más de 30.000 entradas que conservan material genético de diversas especies vegetales, cumpliendo un rol fundamental en la preservación de la biodiversidad agrícola.
Además de asegurar la conservación de variedades clave para la producción actual, permite rescatar y proteger cultivos originarios, muchos de ellos en riesgo de desaparición, reafirmando el compromiso del INTA con la soberanía alimentaria y el patrimonio genético del país.
“Sin INTA no habría Malbec” advirtió el profesional y explicó que “en los 80 hubo una crisis muy grande en el sector de la vitivinicultura, se estaban arrancando vides en todo el país y el único que conservaba los clones de vides era INTA”.
Para Pierluigi Pierantozzi “lo que realmente está en juego con este decreto no es sólo un cambio administrativo, sino el futuro de una institución clave para el desarrollo soberano del país”.
A nivel nacional
Paralelamente el INTA AMBA, ante el inminente cierre de la unidad exige que el predio no sea privatizado ni convertido en un negocio inmobiliario, y sus trabajadores convocaron a una asamblea general para hoy viernes a las 11 en la sede de Ituzaingó.
El comunicado en el que llama a reunión, también denuncia la falta de información oficial sobre el destino del predio y los puestos de trabajo, y alerta sobre un decreto que modificaría la estructura del INTA a nivel nacional.