YPF Nuclear: la petrolera estatal se lanza a la minería de uranio
Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, anunció la creación de YPF Nuclear, una nueva empresa asociada que permitirá a la compañía incorporarse al plan gubernamental de desarrollo de la energía atómica. Esta iniciativa busca preparar a YPF para adaptarse a las fuentes de energía que se espera ganen protagonismo en los próximos años, como parte de la transición hacia un modelo energético más sostenible.
Por Sergio Álvarez
Horacio Marín ratificó la idea de crear YPF Nuclear, una empresa que participe de la minería de uranio y la generación de energía con reactores modulares
Uranio made in Argentina
YPF lo volvió a hacer. En medio de un escenario energético global en transición y con la minería como columna vertebral de los recursos estratégicos del futuro, la petrolera de bandera lanzó una nueva división: YPF Nuclear, un proyecto que no sólo pretende explorar uranio en el corazón de la Patagonia, sino también producir energía a través de reactores modulares de última generación.
El anuncio, realizado por su presidente Horacio Marín en el foro “Energía Chubut 2050”, marca un giro audaz hacia un territorio que Argentina conoce, pero que no pisa comercialmente hace más de 25 años: la minería de uranio.
Desde lo técnico, la propuesta es ambiciosa. YPF planea desarrollar yacimientos como Cerro Solo, uno de los depósitos de uranio más importantes del país, que ya fue evaluado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y cuenta con más de 4.400 toneladas de recursos “razonablemente asegurados”.
Pero el verdadero valor está en lo simbólico: volver a poner en producción uranio argentino es volver a pensar la minería con un horizonte geopolítico y energético mucho más complejo que el del litio o el cobre.
El Proyecto YPF Nuclear es una iniciativa de YPF para diversificar su matriz energética y expandir sus operaciones más allá de los hidrocarburos, especialmente de cara al año 2030
Chubut en el centro de la escena
El epicentro de esta jugada es Chubut, una provincia que ha sido históricamente hostil a la minería metalífera. La explotación de uranio allí no es solo un desafío técnico: es político, ambiental y social. La minería necesita algo más que maquinaria para avanzar; necesita licencia social, y en Chubut ese terreno es, como mínimo, inestable.
Sin embargo, YPF no está sola. La estrategia incluye alianzas con la CNEA, INVAP y un renovado empuje del Gobierno Nacional a través del Plan Nuclear Argentino, que ahora lidera Demian Reidel. También se enmarca dentro de la estrategia “4×4” de la compañía: petróleo, gas, renovables y, ahora, energía nuclear.
Reactores modulares: energía limpia con ADN argentino
El complemento natural del uranio es el reactor, y ahí entra en escena el CAREM, un proyecto argentino de reactor modular de baja potencia (SMR) que lleva más de una década en construcción. La idea de YPF es operar estos reactores, o versiones más avanzadas, para abastecer centros industriales, bases aisladas, grandes plantas de IA o incluso exportar la tecnología en forma de soluciones energéticas completas.
Desde el punto de vista minero, este encadenamiento es clave: si el uranio sale de Cerro Solo, y termina como combustible en un reactor de fabricación nacional, Argentina no solamente ganará valor agregado, sino soberanía tecnológica.
Aunque YPF es tradicionalmente una empresa petrolera, esta iniciativa busca su incursión en el sector nuclear, en línea con el Plan Nuclear Argentino impulsado por el gobierno
Oportunidad para una minería distinta
La minería del uranio no tiene la épica del litio ni la escala del cobre, pero tiene algo que muy pocos recursos ofrecen: acceso a la seguridad energética nacional y peso estratégico internacional. En un mundo donde el litio empieza a saturar y el cobre depende de infraestructura logística, el uranio aparece como una carta fuerte, con demanda creciente y pocos oferentes confiables.
YPF lo sabe. Y por eso apuesta fuerte. Si logra sortear las resistencias sociales, habilitar los permisos en Chubut y ordenar los plazos técnicos del CAREM, Argentina podría volver a ocupar un lugar en el mapa nuclear global, con minería propia.