“Un muerto cada ocho días”: la minería global revive su lado más oscuro
Frente al boom de los metales críticos, el sector minero arrastra una estadística que no se puede maquillar: las fatalidades vuelven a aumentar. La perforación de roca, el transporte de carga y la extracción subterránea, entre las causas más letales.
Por Miriam Martínez

Por segundo año consecutivo aumentan las fatalidades en el sector minero global
En medio del optimismo que genera el auge de la minería mundial por el cobre, el litio y el oro, una cifra golpea al corazón del sector: 42 trabajadores mineros murieron en faenas durante 2024 solo en las empresas que forman parte del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM). El dato no solo alarma por su crudeza, sino por la tendencia: en 2023 fueron 36, y en 2022, 33.
“Nadie debería tener que arriesgar su vida para hacer su trabajo. Ese es nuestro punto de partida irrenunciable, nuestro estándar y nuestra responsabilidad compartida”, afirmó Rohitesh Dhawan, presidente y director ejecutivo del ICMM.
A este ritmo, la minería global está perdiendo una vida humana cada ocho días.
¿Por qué vuelve a aumentar la siniestralidad minera?
El informe del ICMM detalla que las principales causas de muerte están directamente relacionadas con actividades críticas:
- Caídas de roca o material (fall-of-ground): cinco víctimas fatales.
- Interacción con equipos móviles: nueve muertes por aplastamiento, colisión o atrapamiento con maquinaria pesada.
- Colapsos subterráneos: la minería en profundidad es hoy una de las más letales.
- Errores humanos y falta de capacitación: se repite como factor agravante en la mayoría de los siniestros.
- La minería de roca y la producción de acero, por sus condiciones extremas y su exigencia técnica, concentran gran parte del problema.
Desde 2012, el ICMM publica datos de seguridad anualmente como parte de su compromiso con la rendición de cuentas, la mejora continua y la transparencia
Sudáfrica y América Latina, zonas rojas
Sudáfrica lidera la estadística con 15 fallecidos en 2024. En América Latina, las autoridades alertan que muchas de las muertes se producen en operaciones pequeñas o informales, sin protocolos ni capacitación.
En Chile, por ejemplo, el Sernageomin reportó 10 fatalidades en lo que va de 2025, y ya se habla de “retroceso en materia de seguridad”.
Desde 2012, el ICMM publica datos de seguridad anualmente como parte de su compromiso con la rendición de cuentas, la mejora continua y la transparencia. Entre sus miembros se encuentran grandes mineras globales como BHP, Rio Tinto, Anglo American, Newmont y Teck Resources.
¿Tecnología o parche?
Pese a los avances en digitalización, IA, sensores, automatización y alertas de seguridad en tiempo real, los resultados son limitados si no hay inversión en formación humana y fiscalización. El 50 % de las muertes ocurrió en operaciones subterráneas, donde los riesgos son más difíciles de controlar.
Frente al alza en las cifras, el ICMM está actualizando su guía de gestión de controles críticos, con el objetivo de adaptar mejor las prácticas de seguridad a los riesgos operacionales actuales.
Asimismo, se está acelerando la implementación de la iniciativa innovación para vehículos más Limpios y seguros (ICSV), que busca eliminar las fatalidades por interacción con vehículos mediante el uso de tecnologías más seguras y automatizadas.
Las herramientas existen, pero sin compromiso real, la minería seguirá costando vidas.
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La otra cara del “boom minero”
Mientras las bolsas celebran récords en la cotización del cobre y el litio, y se anuncian nuevas inversiones desde Canadá hasta Argentina, el costo humano del auge minero permanece invisibilizado.
«Tenemos la obligación desde los sindicatos de alzar la voz y pedir mas controles y capacitaciones en materia de seguridad, pero cuesta que las empresas lo entiendan, porque no es un gasto sino una inversión» declaro un representante sindical chileno de Codelco.
“El sistema te pone a trabajar sin capacitación, en condiciones donde un error te puede costar la vida. No es justo”, declaró un operario chileno que pidió reserva de identidad.
¿Y ahora qué?
El ICMM llamó a reforzar las políticas de seguridad, actualizar los protocolos de operación con foco en prevención y compartir buenas prácticas entre empresas. Pero para muchos, el cambio real debe ser estructural.
Además de la seguridad física, el ICMM está ampliando su enfoque hacia la salud y seguridad psicológica, reconociendo la estrecha relación entre el bienestar mental y los resultados en seguridad laboral
Además de la seguridad física, el ICMM está ampliando su enfoque hacia la salud y seguridad psicológica, reconociendo la estrecha relación entre el bienestar mental y los resultados en seguridad laboral.
También se está reforzando la transparencia y el aprendizaje entre pares, promoviendo mecanismos para que las empresas compartan de manera más efectiva las lecciones aprendidas a partir de incidentes fatales.
Desde ACERO Y ROCA lo decimos con claridad: «Sin una minería más humana, y mas segura, el futuro sostenible será sólo un eslogan».