De una oficina a un proveedor minero clave: la historia de Segal en San Juan
En el marco de la «Expo La Minería y la Gente», que se desarrolla esta semana en la Plaza Seca del Centro Cívico, ACERO Y ROCA conoció la historia de Segal, una empresa sanjuanina que apostó a la minería y logró consolidarse como proveedor estratégico en uno de los sectores más exigentes. Su titular, Rubén Orta, repasa el camino recorrido: “Empezamos desde abajo, atendiendo servicios de higiene y seguridad, y cuando el sector minero nos abrió la puerta, nos tiramos a la pileta”.
Por Lucas Laciar
Rubén Orta, junto a su equipo
De consultoría a proveedor minero: un salto de fe
La historia de Segal comienza con una oficina pequeña, lejos del gran movimiento industrial que caracteriza al mundo minero. “Nosotros arrancamos ofreciendo servicios de higiene, seguridad y medio ambiente”, cuenta Rubén Orta. Pero pronto se presentó una oportunidad inesperada. “Las mismas empresas nos preguntaban si además de los servicios, podíamos vender indumentaria o calzado. Y así fue como decidimos meternos en este mundo”, recuerda.
Esa decisión no estuvo exenta de dudas. “Al principio fue con mucho temor. Había que hacer una inversión fuerte, comprar equipamiento, stockearse… siempre es un salto de fe”, confiesa.
El crecimiento: clientes grandes, marcas líderes y producción propia
Hoy, Segal se ha transformado en un actor clave para la provisión de indumentaria y elementos de protección personal en la minería sanjuanina. “Trabajamos directamente con empresas como Barrick y Josemaría, pero también con sus prestadores de servicios, como Mapal, Sigma, Milic, entre otros grandes”, explica Orta.
La empresa combina comercialización de primeras marcas con producción propia. “Somos distribuidores oficiales de marcas como Libus y 3M, y además tenemos nuestra línea de indumentaria que se fabrica en Buenos Aires bajo la marca Topsa”, detalla.
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Productos certificados para un sector que no admite errores
El sector minero es uno de los más rigurosos en cuanto a seguridad, y eso se refleja en la demanda de productos. “Lo principal es que todo esté certificado, y todos nuestros productos lo están. Después cada empresa tiene sus particularidades, pero lo básico es tener productos de primera línea”, afirma Orta.
En estos días fríos, la demanda se concentra en indumentaria de abrigo. “Primera piel, segunda piel, camperas, pantalones térmicos, mucho calzado. Entre septiembre y octubre la demanda cambia hacia guantes, barbijos, chalecos y otros elementos de protección personal”, cuenta.
Actualmente, Segal maneja volúmenes importantes: “Hoy estamos equipando con camperas y tenemos pedidos de entre 400 y 600 unidades para el sector minero y los prestadores de servicios vinculados”.
Crisis, escasez y resiliencia: “Aprendimos a adaptarnos”
La economía argentina ha sido un desafío constante para cualquier empresa, y Segal no fue la excepción. “Tuvimos problemas en su momento para conseguir insumos y materiales. Hubo trabas para importar productos, pero buscamos alternativas y fue justamente eso lo que nos permitió abrir más puertas”, explica Rubén.
“Muchas veces pudimos ingresar a empresas gracias a nuestra capacidad de adaptarnos, ofreciendo soluciones cuando otros no podían”, sostiene.
La competencia y el mercado: “Hay lugar para todos”
A diferencia de otros sectores que se quejan por la competencia externa, Segal encontró un equilibrio: “Sí, hay competencia, tanto local como de afuera, pero también hay mercado para todos”, afirma su titular. “Al ser distribuidores oficiales de marcas de primera,s logramos tener precios competitivos y no nos afecta tanto la competencia externa”.
El secreto, según Orta, es claro: “Cumplir, tener stock y ofrecer calidad. Eso siempre abre puertas”.
Un mensaje a los emprendedores: “El mercado minero premia al que se anima”
Para quienes sueñan con convertirse en proveedores mineros, la historia de Segal es un mensaje de aliento. “Nosotros empezamos sin saber hacia dónde nos llevaría esto. Es como tirarse a la pileta. Pero si uno se compromete, cumple, y se adapta a las necesidades del sector, las oportunidades llegan”, asegura.
“Hoy podemos decir que somos un proveedor sólido, con trayectoria y que seguimos creciendo. Pero todo comenzó arriesgándonos y apostando a un sector que tiene un enorme potencial en San Juan”, concluye.