EL Vaticano se planta ante la minería: exige justicia social y ambiental
El cardenal Michael Czerny S.J., prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y representante directo del Vaticano envió un mensaje claro y directo: “Es hora de pasar de las palabras a los hechos”. La ocasión fue la presentación oficial del documento Orientaciones pastorales de las Iglesias católicas frente a la minería, una herramienta que tiene el propósito de guiar el compromiso eclesial ante los múltiples desafíos que genera la actividad extractiva en América Latina.
Por Amaranta Marquez
Cardenal Czerny llama a transformar las palabras en acciones frente a la minería
La minería ha dejado de ser solamente una cuestión de recursos naturales y se ha convertido en una encrucijada moral, la Iglesia católica ha resuelto tomar postura, y lo ha hecho con firmeza.
Desde el corazón del Vaticano, el cardenal Michael Czerny ha sacudido el tablero con una declaración que no admite ambigüedades: “atacar la naturaleza es atacar a los más pobres”.
El purpurado jesuita agradeció la invitación a participar del evento, recordando que este documento “fue elaborado después de la reunión de 16 obispos latinoamericanos, desde Guatemala hasta la Patagonia Argentina, residentes en regiones con fuertes conflictos relacionados con la explotación minera”.
¿Quién es el cardenal Czerny?
Czerny, un jesuita canadiense con raíces checas, no es un cardenal cualquiera. Su vida ha estado marcada por la defensa de los derechos humanos, la migración forzada, el medio ambiente y la justicia social.
Mano derecha del Papa Francisco en muchas causas sensibles, fue designado prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el organismo vaticano encargado de articular la Doctrina Social de la Iglesia con los desafíos del siglo XXI. Y uno de esos desafíos, quizás el más urgente, es la minería.
Un documento que propone acción
El 17 de julio, durante un encuentro organizado por el CELAM y la Red Iglesias y Minería, Czerny presentó las nuevas “Orientaciones Pastorales frente a la Minería”, un documento que no se limita a reflexionar: propone acción.
A medida que aumenta la minería, advirtió, también “aumenta el sufrimiento humano y el deterioro de toda forma de vida «sentenció el Cardenal Czerny.
Estas orientaciones, fruto de años de escucha en comunidades afectadas desde México hasta la Patagonia, son el resultado del testimonio de obispos que conviven a diario con las consecuencias de la minería mal gestionada: ecosistemas arrasados, desplazamientos forzados, conflictos sociales, contaminación de fuentes de agua y vulneración de derechos humanos.
De la denuncia a la acción concreta
La Iglesia católica ya ha impulsado una campaña en distintos países de LATAM en contra de las políticas mineras contaminantes
“Estamos llamados a pasar de las palabras a los hechos”, advirtió Czerny, y no es una frase retórica.
El cardenal llamó a los líderes de la Iglesia en América Latina a involucrarse activamente en los conflictos generados por la actividad extractiva, acompañando a las comunidades, mediando en los territorios y exigiendo políticas que prioricen el bien común por encima del lucro inmediato.
«La Iglesia no puede seguir mirando como la megaminería sigue destrozando sin escrúpulos el medio ambiente, ya que la justicia ambiental está estrechamente vinculada con la justicia social” expresó el cardenal quien además añadió:
«En todas partes del mundo, la minería irresponsable y depredadora suele ir acompañada de impactos negativos, degradación del medio ambiente, violaciones de los derechos humanos, desplazamientos forzosos, violencia y pérdida de medios de subsistencia”.
Laudato si’ como marco de referencia
El documento también se inscribe en una línea pastoral que ya lleva una década creciendo, desde que el Papa Francisco publicó Laudato si’, su revolucionaria encíclica sobre el cuidado de la Casa Común.
A diez años de aquel llamado profético, las nuevas orientaciones reafirman que la ecología integral y la justicia social no son caminos separados, sino uno solo.
“El desarrollo no puede sostenerse sobre la base de comunidades empobrecidas, humilladas y expulsadas de sus tierras”, insistió Czerny. Y con esa claridad, pidió que obispos, sacerdotes y laicos tomen un rol protagónico en la defensa activa del territorio, promoviendo el diálogo, la participación ciudadana y modelos de desarrollo que respeten tanto a las personas como al planeta.
América Latina bajo presión minera
Las orientaciones también son una respuesta a un fenómeno creciente en América Latina: la expansión descontrolada de proyectos mineros en zonas vulnerables, muchas veces con el respaldo de gobiernos locales, sin consultas previas ni evaluaciones ambientales serias.
En ese contexto, la Iglesia busca ser voz y escudo de quienes no tienen ni poder político ni acceso a la justicia.
El rol pastoral frente al extractivismo
La cruz roja y blanca del Cardenal Czerny, está reescribiendo la relación entre fe y minería
En definitiva, Czerny ha sido claro: ser neutral ya no es una alternativa.
Frente a una minería que, muchas veces, prioriza el capital por sobre la vida, la Iglesia ha decidido ponerse del lado de las comunidades, del medio ambiente y de las futuras generaciones.
Desde el Vaticano, con una cruz en el pecho y los pies en la tierra, Czerny está reescribiendo la relación entre fe y minería. Y lo está haciendo con una convicción que interpela a todos: ¿De qué lado queremos estar cuando la historia nos pida rendición de cuentas?