Deslizamientos invisibles: cómo la tecnología satelital anticipa riesgos geológicos en la cordillera
Con el respaldo del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), un equipo de investigadores logró detectar un fenómeno de deformación progresiva del terreno en el ingreso al Parque Provincial Aconcagua, al norte de Mendoza, mediante tecnología satelital de radar interferométrico.
La novedad fue publicada en la revista Journal of South American Earth Sciences, una de las más relevantes en geociencias aplicadas a América del Sur.
Por Yenhy Navas
Imagen ilustrativa del Aconcagua
Entre 2018 y 2023, los científicos identificaron una deformación del terreno de hasta 20 centímetros en un valle colgante orientado al noroeste del río Las Cuevas, muy cerca de la Ruta Nacional 7, el principal corredor bioceánico que conecta Argentina con Chile.
Según el estudio, se trata de un proceso de deslizamiento activo que podría comprometer la estabilidad de laderas en una región expuesta a condiciones climáticas extremas y de gran circulación.
Tecnología satelital para anticiparse al movimiento del terreno
El estudio utilizó la técnica DInSAR (Interferometría Diferencial de Radar de Apertura Sintética), bajo el enfoque SBAS (Small Baseline Subset), aplicando datos del satélite Sentinel-1.
Esta metodología permite observar desde el espacio movimientos milimétricos del terreno a lo largo del tiempo, sin necesidad de instalar sensores físicos, lo que resulta particularmente valioso para zonas de difícil acceso.
“El movimiento constante detectado hacia la ladera sur del valle glacial-fluvial confirma la existencia de un proceso de inestabilidad que merece ser monitoreado”, explica el equipo de investigación en la publicación. El trabajo fue realizado con el apoyo técnico y científico del SEGEMAR. (Leer la publicación en este enlace)
Una herramienta con potencial para zonas mineras
Aunque el caso analizado corresponde a un área de interés turístico y vial en Mendoza, los autores destacan que la metodología tiene aplicaciones más amplias en regiones cordilleranas con riesgos geológicos.
En provincias como San Juan, donde numerosos proyectos mineros se desarrollan en entornos de alta montaña, el uso de tecnología DInSAR podría resultar clave para el monitoreo de estabilidad de laderas, caminos, túneles o instalaciones críticas.
La deformación detectada no se notaba a simple vista, lo que hace todavía más valiosa esta técnica como herramienta preventiva. Los datos satelitales permiten analizar retrospectivamente el comportamiento del terreno durante varios años, eso puede servir para anticipar posibles deslizamientos o fallas estructurales.
SEGEMAR y ciencia aplicada al territorio
El Servicio Geológico Minero Argentino viene desarrollando en los últimos años líneas de trabajo que integran tecnologías satelitales con modelos geológicos y análisis de riesgos.
El estudio en cuestión demuestra cómo la información obtenida desde el espacio puede contribuir a la gestión de territorios complejos, en un contexto de creciente demanda de planificación para obras de infraestructura, rutas estratégicas y desarrollos productivos en la región andina.
SEGEMAR en proceso de reestructuración institucional
En paralelo a la publicación científica sobre el uso de tecnología satelital, el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) atraviesa un proceso de reorganización institucional.
El 4 de julio de 2025 se realizó la primera reunión del Comité de Control Interno del organismo junto con la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), con el objetivo de reforzar los mecanismos de control administrativo y operativo en áreas clave como recursos humanos, sistemas de información, compras y servicios.
En esa misma línea, el Gobierno nacional publicó el Decreto 449/2025, que transfiere al SEGEMAR la administración del Banco Nacional de Información Geológica, una base de datos estratégica para la exploración de recursos minerales.
Esta medida implica una reconfiguración del rol del organismo dentro del sistema geológico-minero nacional, con nuevas responsabilidades en materia de almacenamiento, procesamiento y acceso a datos públicos.
Ambas acciones se enmarcan en una política de reordenamiento institucional de organismos descentralizados del Estado nacional. Hasta el momento, no se han anunciado refuerzos presupuestarios específicos para acompañar estas nuevas funciones. El seguimiento de esta reestructuración es clave para evaluar el impacto en la capacidad operativa del SEGEMAR en el mediano plazo.