Uganda puede convertirse en el país más rico de África
Uganda halla uno de los mayores yacimientos de oro del mundo, pero su pueblo sigue atrapado en la pobreza bajo un régimen autoritario. El Ministerio de Energía y Desarrollo Mineral de Uganda anunció resultados de exploraciones aéreas y geoquímicas: 31 millones de toneladas de mineral aurífero, con un potencial de 320 158 toneladas de oro refinado. Esta cifra se traduce en un valor de hasta USD 12–13 billones, lo que puso a Uganda en el mapa global de la minería.
Por Mark Philips
El presidente Yoweri Museveni celebró el descubrimiento como una oportunidad para “transformar la economía de Uganda»
Uganda sorprendió al mundo anunciando el hallazgo de 31 millones de toneladas métricas de mineral de oro, con un valor estimado en más de 12 billones de dólares. La magnitud de la cifra situaría al país como una potencia global en reservas auríferas, superando incluso las estimaciones históricas de producción global.
La mayor parte del oro al parecer se ubica en la región de Karamoja, al noreste del país, una zona históricamente empobrecida, conflictiva y marginal. El presidente Yoweri Museveni celebró el descubrimiento como una oportunidad para “transformar la economía de Uganda”. Pero el entusiasmo estatal contrasta con un temor creciente: que esta riqueza extraordinaria no llegue jamás al ciudadano común.
Un sistema político dictatorial y clientelar
Uganda es una república presidencialista altamente centralizada, dominada por Museveni desde 1986. Su régimen ha sido descrito como un autoritarismo electoral, donde las elecciones se celebran pero sin competencia real ni alternancia efectiva. Los organismos de control y transparencia funcionan con limitaciones, y el aparato del Estado se entrelaza con redes clientelares profundamente arraigadas.
En este contexto, la aparición de oro no solo es una noticia económica, sino también una oportunidad de acumulación de poder. El control de los permisos de exploración, las licencias de exportación y las rutas de comercialización puede consolidar a una nueva oligarquía extractiva vinculada al régimen. Las alarmas no tardaron en sonar: ¿Quién se beneficiará realmente?
Una ciudadanía al margen de la riqueza
A pesar de sus recursos naturales, Uganda mantiene a más del 40 % de su población bajo la línea de pobreza
A pesar de sus recursos naturales, Uganda mantiene a más del 40 % de su población bajo la línea de pobreza. Las condiciones en zonas como Karamoja son extremas: hambre, desempleo y falta de servicios básicos. Incluso si parte del oro es procesado localmente, como propone Museveni, no hay garantías de redistribución justa si las instituciones siguen capturadas por intereses políticos y empresariales.
El riesgo más evidente es la maldición de los recursos naturales, donde países con grandes riquezas minerales terminan atrapados en economías desiguales, gobernanzas corruptas y dependencia externa. Nigeria, Venezuela o República Democrática del Congo ofrecen ejemplos que Uganda no puede ignorar.
Riesgos: ¿bendición o maldición del recurso?
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Populismos y nacionalismo de recursos: África vive una ola de repolitización de sus industrias extractivas y Uganda no es la excepción. Las nuevas reglas podrían entrañar disputas legales con inversionistas extranjeros.
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Corrupción y minería informal: Aún más del 90 % de la producción es artesanal, lo que facilita el contrabando, pérdidas fiscales y uso de mercurio con impactos sociales y ecológicos
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Impacto ambiental: Sin estudios rigurosos, la minería a gran escala podría dañar ecosistemas, fuentes de agua y desplazar comunidades locales
La geopolítica del oro: nuevas presiones, nuevos actores
El anuncio también ha despertado interés de potencias extranjeras. China, Rusia y empresas con sede en Emiratos Árabes Unidos han manifestado su disposición a invertir en infraestructura minera y refinerías. Aunque esto podría traer inversión, también genera dependencia y pérdida de soberanía si no se regulan los términos contractuales.
El oro no solo será un bien de exportación: puede convertirse en una palanca geoestratégica, usada para obtener favores, alianzas o crédito internacional. En manos de una clase política con poco control ciudadano, esta herramienta se transforma en un arma de poder y exclusión.
Inversión china en la refinería local
El gigante asiático ha puesto sus ojos en las riquezas de Uganda apostando a su desarrollo a cambio de minerales estratégicos
La empresa Wagagai Mining, de origen chino, ya ha invertido USD 200 millones en una planta de refinación en Busia que podría generar más de 3 000 empleos directos . En noviembre de 2024 estrenó un sistema de flotación avanzada, con atención ahora puesta en mitigar cortes de energía que podrían afectar la puesta en marcha.
Exportaciones récord y boom de divisas
Las exportaciones de oro se dispararon: de USD 201 millones en 2022 a USD 2 300 millones en 2023, según el Banco de Uganda. Este ascenso refleja el impacto de nueva infraestructura de refinación, exenciones arancelarias y mayor capacidad de procesamiento local.
La Mining and Minerals Act 2022 establece la creación de la Uganda National Mining Company, que tomará hasta un 15 % de participación gratuita en proyectos medianos y grandes. También se incorporaron medidas para la emisión de licencias por licitación, trazabilidad del oro y aumento de las sanciones por extracción ilegal.
Analistas señalan inconsistencias: extraer 320 158 t de oro refinado de 31 Mt de mineral implicaría un tenor insostenible de ~10 000 g/t, muy superior a los estándares globales de 0,3–5 g/t Calculadoras razonables proyectan unas 217 t extraíbles, o unas 320 000 onzas troy, cifras mucho más plausibles.
En consecuencia, se exige «perforaciones formales y verificación independiente» antes de declarar un pico histórico.
Impacto macroeconómico y proyecciones
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El sector minero, que hoy aporta alrededor del 2 % del PIB, podría crecer a más del 7 %.
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Se proyectan hasta 2,6 millones de empleos mineros para 2025, frente a 1,6 millones en 2018.
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La diversificación minera estabiliza la moneda nacional y apoya proyectos en salud, educación e infraestructura.
Una encrucijada histórica
Uganda ha activado una transformación geoeconómica sin precedentes. Si las cifras se validan y se ejecuta con transparencia, regulación estricta y desarrollo inclusivo, el país puede emerger como potencia minera africana. Pero sin controles sólidos, el hallazgo podría derivar en una versión moderna de la «maldición del recurso».
Claves para el éxito: confirmar reservas con datos técnicos, formalizar el sector artesanal, garantizar trazabilidad, contrarrestar corrupción y priorizar sostenibilidad social y ambiental.