Advertencia legal: el Tratado Binacional está desactualizado y afecta a las pymes sanjuaninas
En diálogo con ACERO Y ROCA, la reconocida abogada sanjuanina Alejandra Cáneva analiza el debate generado tras las denuncias de CAPRIMSA y Fernando Godoy sobre los efectos del Tratado Binacional de Vicuña en el desarrollo minero de San Juan. La especialista remarca que el acuerdo fue útil en su momento, pero hoy exige una revisión crítica desde el territorio, pensando en las pymes y la economía local.
Por Lucas Laciar
Un tratado desactualizado
En el marco del fuerte impacto que esta teniendo la nota publicada por ACERO Y ROCA, donde Fernando Godoy, presidente de CAPRIMSA, encendió el debate sobre el Tratado Binacional entre Argentina y Chile para la zona minera de Vicuña y su efecto sobre la minería sanjuanina, la especialista en derecho minero Alejandra Cáneva suma una mirada jurídica con un mensaje claro: la herramienta legal está desactualizada y necesita ser revisada para proteger el desarrollo local.
“Hay una cierta razón en lo que plantean desde la Cámara de Proveedores”, afirma Cáneva al comenzar la entrevista con ACERO Y ROCA.
Para la abogada, conocida también por su actividad política, la raíz del problema tiene varias dimensiones: “Primero que nada, el contexto nacional no nos ayuda para nada. No solamente a nivel productivo. Ves las noticias permanentemente: la cantidad de pymes que cierran”, reflexiona.
Alejandra Cáneva, abogada, especialista en derecho minero
Un tratado que responde a otra época
Cáneva sostiene que el Tratado Binacional firmado en 1997 tenía sentido en ese contexto, cuando San Juan no tenía proyectos mineros en marcha: “Ponerse en contexto. En el 97 eso era solamente ideas y una forma de impulsar el desarrollo productivo, pero no había proyectos del lado argentino, sobre todo del lado sanjuanino”, explica.
Desde su perspectiva, la normativa buscaba facilitar la explotación minera binacional eliminando conflictos normativos entre países: “Lo que trataba justamente era que se aplicaran normas más laxas de los dos lados, que las operadoras pudieran elegir cuáles eran más convenientes, que hubiera una sola regulación. Que no se aplicaran impuestos dobles o normas ambientales distintas”, aclara.
Pero a 27 años de aquel acuerdo, el escenario ha cambiado por completo: “Hoy me parece que está desactualizado. Hay que ser más críticos desde este lado, sobre todo pensando en el efecto sobre nuestras pymes, nuestras empresas locales”, remarca.
Las pymes locales, en clara desventaja
La letrada también se muestra comprensiva con la preocupación expresada por Godoy desde CAPRIMSA respecto a la competencia desigual con empresas chilenas: “Los contratistas, que son en general pequeñas y medianas empresas, no tienen una voz fuerte frente a las operadoras. Y con un sistema impositivo tan distinto, Chile siempre va a ser más conveniente para las operadoras desde lo económico”, detalla.
Por eso sostiene que hace falta una revisión urgente: “Yo si te tuviera que dar mi opinión diría que hay que hacer una revisión de este acuerdo. Fue un acuerdo muy ambicioso para la época, pero hoy, para mí, quedó viejo”, opina con franqueza.
La Constitución y el derecho a decidir sobre los recursos
En la entrevista, Cáneva también aporta una visión jurídica frente a un punto que generó polémica tras las declaraciones de Godoy, quien planteó que el Tratado Binacional tendría incluso rango superior a la Constitución.
Cáneva aclara: “Es discutible. El artículo 124 de la Constitución dice que cada provincia puede disponer y regular sus propios recursos. Lo que hemos hecho las provincias es delegar ciertos poderes a la Nación, pero seguimos siendo propietarias de nuestros recursos”, advierte.
Para la especialista, esto es clave: “Yo no diría que es superior a la Constitución, esto es parte de lo que se debe discutir, porque más allá del espíritu del Tratado, la regulación sobre los recursos corresponde a las provincias”, explica.
«Hoy me parece que el tratado está desactualizado. Hay que ser más críticos desde este lado, sobre todo pensando en el efecto sobre nuestras pymes, nuestras empresas locales”.
“Esto no es estar contra la minería”
Al igual que Godoy y otros referentes sectoriales, Cáneva aclara que su mirada crítica no implica una oposición a la minería: “Esto no es estar contra la minería. Todo lo contrario. Hay que poner reglas claras para que el desarrollo sea realmente sostenible, para que nuestras pymes puedan desarrollarse junto a la actividad”, sostiene.
Y remarca una idea clave: “Muchas de esas pymes son gente que vive en Iglesia, en Calingasta. Son vecinos de las zonas donde se produce la explotación de recursos”, señala.
Las voces empresariales y gremiales que vienen reclamando condiciones más equitativas para la minería en San Juan
Sin antecedentes internacionales
Consultada sobre la existencia de tratados similares entre países con economías tan dispares, Cáneva es tajante: “No conozco otro ejemplo. Hasta donde sé, el único antecedente fue Pascua Lama, que terminó fracasando. A nivel internacional no hay otro caso”, indica.
Para la abogada sanjuanina, esto refuerza la necesidad de abrir un debate profundo: “Hay que repensar las herramientas con una mirada crítica, desde el territorio, desde la experiencia de San Juan”, insiste.
Un debate que empieza a tomar cuerpo
Las repercusiones por el debate iniciado tras la nota de ACERO Y ROCA con CAPRIMSA comienzan a sentirse. Cáneva aporta una mirada técnica y jurídica que se suma a las voces empresariales y gremiales que vienen reclamando condiciones más equitativas para la minería en San Juan.
Para la especialista, la clave está en actualizar herramientas legales pensadas hace más de dos décadas: “Fue útil para impulsar un sector que no existía. Hoy la realidad es otra, y hay que discutir desde las necesidades de nuestra provincia”, concluye.
Mientras se multiplican los debates sobre la nueva era del cobre y el futuro minero de San Juan, la voz de especialistas como Alejandra Cáneva se alza para recordar que el desarrollo sostenible requiere reglas claras y actualizadas.
Una discusión que recién empieza y que ya parece inevitable.