“A las empresas la hacen las personas”: la lección de Sanguin
Jorge Sanguin es ingeniero en minas, egresado de la Universidad Nacional de San Juan, y su trayectoria lo posiciona como una figura clave en la minería argentina. Con más de tres décadas de experiencia y un recorrido por empresas como Cerro Vanguardia, Yamana Gold y Patagonia Gold, Sanguin ha ocupado cargos de liderazgo que lo llevaron a ser parte del desarrollo y consolidación de importantes proyectos mineros en el país.
Por Yenhy Navas

Jorge Sanguin ingeniero de minas Argentina
En esta entrevista exclusiva con ACERO Y ROCA, Sanguin repasa su historia profesional, reflexiona sobre el presente de la minería en Argentina, y particularmente en San Juan, y destaca la importancia de los recursos humanos como motor de la industria.
De la curiosidad adolescente a una carrera de excelencia
La historia de Sanguin con la minería comenzó por una simple curiosidad. En su adolescencia eligió la especialidad de minas en la Escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento, de San Juan, y esa elección lo encaminó a estudiar Ingeniería en Minas en la UNSJ. “No fue vocacional, fue por curiosidad”, admite. Sin embargo, esa decisión marcó un destino profesional que lo llevó a trabajar incluso antes de recibirse.
Su primer empleo formal fue en una mina de uranio en La Rioja, a comienzos de los años noventa. Desde entonces, su carrera fue en ascenso constante, consolidándose en operaciones de todo el país.
El mayor desafío: integrar equipos y transformar culturas
Cuando se le pregunta por el mayor desafío de su carrera, Sanguin no duda en señalar su paso por Cerro Vanguardia. Allí asumió el cargo de gerente general y lideró un cambio cultural profundo: “Había una filosofía de silos. Planta no hablaba con mina, mina no hablaba con mantenimiento. Logramos revertir eso con trabajo y tiempo. Se integraron todas las áreas y logramos producciones récord con costos bajos”.
Para él, el éxito de un proyecto minero no depende solo de la técnica, sino de cómo se trabaja con las personas: “La empresa la hacen las personas. Cuando el grupo está alineado y comprometido, gana. El factor humano es determinante”.
Sanjuanino de nacimiento, pero sin proyectos en su provincia
Pese a haber nacido y estudiado en San Juan, Sanguin nunca trabajó en un proyecto dentro de su provincia. ¿La razón? “No se dio. Cuando abrió Veladero yo estaba en Mina Aguilar, y las condiciones laborales en ese momento no me parecieron interesantes. Nunca se dio”.
Esta distancia laboral con su tierra natal no le impide tener una mirada optimista sobre el presente minero sanjuanino.
Minería en San Juan: fortalezas y oportunidades
“San Juan tiene un potencial inmenso”, afirma con contundencia. Y lo fundamenta en la poca exploración efectiva que existe en la cordillera. “Los proyectos siguen creciendo y aparecen nuevos cuando se empieza a caminar por la zona”, asegura.
Para Sanguin, la principal fortaleza de la provincia es su gente: “El sanjuanino aprendió la actividad minera, se capacita, tiene compromiso y es proactividad pura. Y los sindicatos son razonables, algo que no siempre ocurre en otras provincias”.
Debate sobre proveedores y empleo local
El ingeniero se muestra crítico frente a ciertas legislaciones que obligan a contratar proveedores o mano de obra local sin considerar la calidad o la competitividad. “No estoy a favor de obligar, me parece más razonable incentivar. Si contratás un 70% de mano de obra local, te descuento un canon, por ejemplo. Pero no obligar. Eso no desarrolla industria ni mejora el servicio, solo genera abusos”.
Y ejemplifica: “Durante el kirchnerismo, estuvimos obligados a comprar bolas de molino nacionales más caras y menos eficientes que las importadas. Cuando terminó esa protección, la empresa cerró porque nadie más le compró”.
Claves para un proyecto minero sostenible
A lo largo de la conversación, Sanguin insiste en que el éxito de un proyecto no depende exclusivamente de lo técnico, sino de cómo se construyen los equipos humanos: “Nosotros no estamos preparados para consolidar equipos. Hay que sumar especialistas en recursos humanos, comunicación, relaciones comunitarias. Eso hace la diferencia”.
Además, advierte que muchos fracasos provienen de una mala política institucional: “Hemos visto en San Juan líderes de proyecto hacer declaraciones muy desacertadas. Eso afecta la confianza, y en esta actividad, sin confianza, no hay inversión”.
Desafíos personales y el costo de la distancia
A sus años, Sanguin reconoce que el costo personal de trabajar lejos del hogar se vuelve más difícil de sostener: “Cada vez me cuesta más pasar tiempo lejos de mi casa. Hay gente que pasa 20 días en campamento, y eso me resulta atroz”.
También critica la falta de conectividad entre regiones: “Este país sigue siendo unitario. Para ir de San Juan a Salta, hay que pasar por Buenos Aires. Las esperas, los traslados, todo agota”.
Mensaje a las nuevas generaciones
Sobre el final, deja un mensaje contundente para los jóvenes que se forman en minería: “Podés ser el mejor ingeniero del mundo, pero el trabajo lo hace otro. Si ese otro no está convencido de lo que hacemos, tu diseño no sirve. Hay que involucrar a todos, motivarlos, generar compromiso. Eso no lo enseñan en la universidad, pero es clave”.
Una eminencia aún con camino por recorrer
Aunque se encuentra retirado de la actividad operativa, Jorge Sanguin no descarta colaborar en iniciativas en San Juan. “Estoy dispuesto a lo que necesiten, siempre que sea compatible con mi tiempo y mis ganas”, afirma.
Su mirada crítica, su experiencia y su profundo conocimiento del sector lo convierten en una voz valiosa para entender hacia dónde va la minería argentina y cómo construir una actividad más sostenible, integrada y profesional.