Otra licitación, otro silencio de Vicuña: San Juan excluida sin explicaciones
¡Vicuña lo hizo de nuevo! dejó afuera a San Juan en una licitación, sin siquiera explicar porqué
La adjudicación del servicio de rescate en el Corredor Norte del proyecto Vicuña volvió a dejar afuera a proveedores de San Juan. La empresa ganadora es de Buenos Aires y, según denuncian desde el sector local, no hubo respuestas, devoluciones ni apertura al diálogo. No molesta haber perdido, lo que les molesta es no saber por qué.
Por Lucas Laciar

Vicuña, otorga una nueva licitación a una empresa de Buenos Aires, mientras los sanjuaninos se quedan sin siquiera una explicación
San Juan, julio de 2025. El mega proyecto Vicuña, impulsado por el consorcio BHP–Lundin, cuyo máximo responsable en la provincia es Alfredo Omar Vitaller, es considerado uno de los más estratégicos del país en materia de cobre.
Esta vez Vicuña redobló la apuesta y vuelve a quedar en el centro de la polémica, por una licitación adjudicada a una empresa de Buenos Aires sin que las oferentes sanjuaninas hayan recibido explicación alguna sobre los motivos de su exclusión.
Se trata de la licitación VIC-ARG-CON-0102, correspondiente al servicio de rescate y emergencias en áreas remotas del Corredor Norte.
Se trata de una obra crítica dentro del desarrollo de infraestructura vial para Vicuña.
El contrato fue adjudicado a la firma Restec Argentina S.A., con sede central en CABA, pero con representación temporal en Rawson, a través de un ciudadano de nacionalidad chilena.
El proceso licitatorio se realizó:
- Vía correo electrónico.
- Con plazos breves.
- Sin posibilidad de contacto telefónico o presencial con el área de Compras.
Asimismo, la notificación de no adjudicación, enviada a las empresas sanjuaninas que participaron, se limitó a una frase genérica:
“Tras realizar una evaluación integral de las ofertas y considerando los aspectos técnicos y económicos, la compañía ha decidido avanzar con otra propuesta que considera más alineada a las necesidades actuales del proyecto Vicuña”. Señala la información que acercaron los proveedores a este medio. (Ver o descargar la descripción de la licitación en formato PDF en el siguiente enlace:
LICITACION VICUÑA
Más allá de la formalidad, no hubo respuesta concreta a las múltiples solicitudes de los oferentes para conocer por qué no fueron seleccionados: si fue por precio, equipamiento, experiencia, o algún otro criterio.
La ausencia de retroalimentación preocupa no solo por el resultado de esta licitación en particular, sino por lo que revela sobre el tipo de relación que la empresa Vicuña mantiene con el empresariado local.
“Nos mandaron un mail diciendo que no habíamos sido adjudicados, pero no te dicen ni por qué, ni por cuánto, ni por nada”, lamenta una persona del empresariado local que participó del proceso, pero que prefiere no ser identificado por temor a quedar afuera de futuras contrataciones. “Pedimos una reunión, mandamos mails pidiendo una devolución, aunque sea para poder mejorar a futuro. No te responden. Esa es la realidad”.
Si por lo menos dijeran que nos falta experiencia, que tenemos que mejorar en algo, uno puede ajustarse. Pero así, no”. El problema no es perder: es no saber por qué
Lo que más indignación genera en el sector no es específicamente la elección de una empresa externa, sino la falta total de criterios claros y auditables. “Si al menos te dijeran ‘mirá, quedaste fuera por equipamiento’ o ‘tu precio era alto’, podés tomar nota y corregir. Pero así no hay forma de aprender ni de competir”, explica el empresario, molesto con esta situación.
Alfredo Omar Vitaller, el máximo responsable del proyecto Vicuña
“No tenemos el volumen de Buenos Aires, claro, pero tenemos todo para hacerlo bien. Nuestra idea es crecer con la minería sanjuanina, no competir en todo el país”, señalan.
En ese sentido, la presencia cada vez mayor de empresas con base en Buenos Aires, Mendoza o incluso Chile, sumada a la ausencia de sanjuaninos en los cargos de decisión dentro del proyecto, refuerza una sensación de exclusión. “Nos llama la atención que ni siquiera nos respondan. No pedimos favores, pedimos reglas claras”, afirman desde otra empresa que no pudo ganar.
Jack y Adam Lundin, los dueños de Lundin
La licitación: lo que se sabe y lo que no
El servicio adjudicado contempla rescate y atención de emergencias en dos tramos críticos del Corredor Norte, que atraviesa zonas de alta montaña y requiere personal calificado, logística ágil y presencia continua.
Restec Argentina S.A.
La empresa que obtuvo el contrato, es una firma con experiencia en emergencias y remediación ambiental. Pero la controversia no es con Restec; la controversia que se generó es con Vicuña.
En efecto, el problema no radica en la empresa adjudicada, sino en el procedimiento opaco, sin devolución, sin acceso, sin territorialidad. “Si por lo menos dijeran que nos falta experiencia, que tenemos que mejorar en algo, uno puede ajustarse. Pero así, no”, reconocen en el sector local.
Una empresa señaló a este medio que “luego de recibir el presente correo solicitamos información con carácter de aprender de dicha licitación respecto a los aciertos y desaciertos de la misma, si el motivo fue por precio, equipamiento, experiencia, etc., sin recibir respuestas tanto del señor Álvaro Huarte Comprador Senior como de su Jefe Osvaldo Ruiz Superintendente de Contratos de Vicuña, sin más novedad al respecto”.
Juan Pablo Perea, ministro de minería junto al gobernador Marcelo Orrego
El costo del silencio
En una reciente publicación en sus redes sociales, y en medio de la creciente tensión por la constante exclusión de San Juan en las licitaciones, y sin ningún temor por la licencia social, BHP celebró con entusiasmo el modelo chileno de desarrollo minero, resaltando su destacado nivel técnico, el compromiso con la sustentabilidad ambiental y la relación respetuosa con las comunidades locales.
Toda esta situación se inscribe en una tendencia preocupante: Vicuña, una de las grandes operadoras mineras, instaladas en San Juan con apoyo fiscal, legislativo e institucional, amparadas por un oportuno y beneficioso tratado binacional, bajo la sospecha, continuamente alimentada por la misma Vicuña, de privilegiar a proveedores foráneos sin rendir cuentas sobre los criterios de contratación.