Altar en la encrucijada: cobre sí, pero ¿A qué costo y con qué tecnología?

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Altar en la encrucijada: Aldebarán anuncia el primer Estudio Económico Preliminar y pone sobre la mesa la biolixiviación de Río Tinto

El proyecto, uno de los grandes depósitos cupríferos de la provincia, entrará por primera vez en un PEA a publicarse en septiembre. Aldebarán evaluará dos rutas técnicas (flotación vs. biolixiviación) que definirán inversión, consumo de agua y la posibilidad —o no— de recuperar metales asociados como el oro.

Por Lucas Laciar

Altar, el proyecto insignia de Aldebaran Resources, avanza con paso firme hacia convertirse en un proyecto emblema de la cordillera Argentina

Altar, el proyecto insignia de Aldebaran Resources, avanza hacia convertirse en un proyecto emblema de la cordillera Argentina

San Juan concentra hoy el pulso del gran cobre argentino. Entre anuncios, críticas y expectativas, Altar, ubicado en Calingasta y en manos de la junior Aldebarán Resources, se prepara para dar un paso decisivo: la empresa hará público el Estudio Económico Preliminar (PEA) que, por primera vez, pondrá cifras, escenarios técnicos y horizonte de inversión sobre la mesa.

Como dijo Javier Roberto, Country Manager de Aldebarán, en la entrevista con ACERO Y ROCA: El próximo mes, seguramente a mediados de septiembre o tercera semana de septiembre, haremos público el estudio económico preliminar del proyecto y se va a poder tener por primera vez una idea, un pantallazo de ver de qué se trata el proyecto Altar…»

Esa frase es el punto de partida de una nota que busca explicar por qué ese PEA es relevante, no sólo para Aldebarán, sino para proveedores, gobiernos y comunidades de la provincia y qué decisiones técnicas y económicas podría activar.

Qué es Altar

Acero y Roca | Magazine Minero - Altar en la encrucijada: cobre sí, pero ¿A qué costo y con qué tecnología?

Foto: Ministerio de Minería 2020

Altar es un conjunto de depósitos pórfidos (Altar Central, Altar Este y Altar United) localizado en Calingasta. Aldebarán dirige una campaña intensiva de perforación (más de 25.000 m en la última campaña, según la compañía) para actualizar recursos, obtener muestras metalúrgicas y completar estudios geotécnicos e hidrogeológicos. La compañía se propone ahora avanzar del conocimiento geológico a la evaluación económica que permitirá decidir caminos de inversión y diseño minero.

La primicia: El PEA y por qué importa

 Javier Roberto, Country Manager de Aldebarán Resources. Foto Acero y Roca.

 Javier Roberto, Country Manager de Aldebarán Resources. Foto Acero y Roca.

Roberto no ocultó la importancia del hito: Altar era, hasta ahora, el único de los grandes proyectos cupríferos del país que no contaba con un estudio económico público. Con el PEA llegará, por primera vez, una estimación amplia sobre inversión requerida en construcción, empleo directo e indirecto esperado, necesidades energéticas y una radiografía de costos que permitirá a potenciales financiadores y socios evaluar la viabilidad del proyecto.

Ese PEA servirá, además, para decidir entre dos rutas tecnológicas con implicancias operativas y ambientales muy distintas.

Dos caminos técnicos: flotación y concentración o biolixiviación y cátodo

Aldebarán pondrá sobre la mesa dos escenarios técnicos principales:

  • Flotación y concentración, la vía clásica en muchos pórfidos, que produce un concentrado (donde quedan cobre, oro, molibdeno y otros subproductos) que luego se refina. Permite recuperar los metales asociados (oro, molibdeno), pero suele implicar mayor consumo energético y mayores requerimientos de molienda.
  • Biolixiviación y producción de cátodos, la alternativa que Aldebarán está evaluando junto a Rio Tinto Nuton (la división tecnológica de Rio Tinto) y que plantea una extracción del cobre mediante procesos biológicos y electrolíticos, con producto final en cátodos de alta pureza.

Roberto hizo docencia y explicó el proceso con detalle:

«Este proceso es un proceso de biolixiviación. Es ‘bío’ porque significa que tiene una participación de un agente orgánico, que en este caso es una comunidad de bacterias que existen naturalmente en el ecosistema y en la roca. Esas bacterias tienen la característica de que ellas lo que hacen es degradar la roca. Y cuando degradan la roca, porque se alimentan de eso, ellas liberan a los diferentes metales. En este caso liberarían al cobre, que es a lo que nosotros nos interesa. Al producir esa degradación de la roca y liberar el mineral, ahí lo que se produce es un proceso de lixiviación. Y esa lixiviación es un lavado de esa roca que ya está más porosa, más degradada por la bacteria y lo que permite es arrastrar el mineral que uno le interesa recuperar, en este caso el cobre. … En el caso nuestro y en el caso Los Azules, este lavado de la roca se hace con ácido sulfúrico y lo que se extrae como producto final es una solución que se le dice solución preñada generalmente, … Lo que se hace es que se colocan dentro de una cuba electrolítica, que ahí hay unas placas metálicas y se inyecta corriente y por un proceso electrolítico, el cobre que está dando vuelta en esa solución se deposita sobre las placas, los ánodos, y se da formación a estas grandes placas de cobre … Es grado industrial.»

Roberto añadió algo que vale resaltar para cualquier lector no técnico: la biolixiviación puede ser más eficiente en consumo de agua y energía que la molienda y flotación, aunque también exige control muy fino de parámetros fisicoquímicos y tiempo para que los procesos biológicos alcancen régimen:


«Las bacterias toman su tiempo, pero no te olvides de que todos estos son sistemas que alcanzan un punto y se amesetan y luego tenés una producción diaria.»


La contrapartida: el oro perdido y la elección estratégica

La decisión técnica tiene una arista económica que impacta directamente en la renta del proyecto: Altar no es solo cobre. Como advirtió Roberto, el yacimiento contiene cantidades importantes de oro, y ese factor complica la ecuación técnica-económica:

«En el caso de Altar no solamente tienen cobre y molibdeno, sino que tiene mucho oro. Entonces, ¿Qué es lo que pasa con este oro? Si yo voy por la vía de la lixiviación y producción de cátodo, yo lo único que obtengo es el cobre. Cobre 99.99% de pureza, grado industrial, pero pierdo todo el oro, no lo puedo recuperar. Todo ese oro se va a ir a las escombreras y va a permanecer ahí, no lo puedo recuperar.»

Esa pérdida, si finalmente se opta por biolixiviación, debe ser ponderada frente a los ahorros operativos (agua, energía) y a los costos de capital. Por eso el PEA que se presentará en septiembre es crucial: no dirá únicamente “qué método”, sino cuánto pesa cada metal en la ecuación financiera.

Financiamiento y alianza tecnológica: el rol de Rio Tinto Nuton

Más allá de la decisión técnica, el avance está atado a una pulseada financiera. Roberto explicó que el trabajo con Rio Tinto Nuton no es solo tecnológico: implica desembolsos condicionados a la validación de resultados.

«Si ellos quieren continuar, ellos nos tienen que hacer un nuevo desembolso de dinero, que en este caso sería de 30 millones de dólares estadounidenses.»

Ese potencial aporte, explicó el Country Manager, permitiría completar etapas críticas y avanzar hacia una prefactibilidad proyectada para fines de 2026.

Magnitud del depósito y horizonte de explotación

Sobre el tamaño del yacimiento, Roberto fue claro y enfático: «El recurso que ya tiene determinado es un recurso muy grande. Estamos hablando en el orden cercano a los 33 billones de libras de cobre, que eso lo hace muy semejante en tamaño, me refiero a lo que es Los Azules. Está, entra en las mismas categorías, rangos de Pachón.»

(Esta magnitud lo ubica, de ser confirmada en los estudios económicos y de prefactibilidad, entre los proyectos cupríferos de mayor envergadura en la provincia y el país.)

Infraestructura: una ventaja operativa… y una cuenta pendiente

En la etapa de exploración avanzada Altar cuenta con una ventaja concreta: el acceso y el mantenimiento de sus caminos se hacen por la vía que habilitó el proyecto Pachón, lo que extiende la ventana operativa en altura y reduce costos logísticos. Roberto lo explicó así:

«Somos muy afortunados porque nuestro proyecto está muy, muy próximo a Pachón. Entonces nosotros, todo nuestro acceso, el mantenimiento de los caminos y todo, lo hacemos a través del mismo camino de acceso que lo hace la gente de Glencore Pachón. Es decir, somos afortunados porque ellos han hecho una inversión muy grande…»

Pero la discusión sobre infraestructura es más amplia y política: la explotación a escala demandará energía, caminos definitivos y logística estable. Roberto señaló mecanismos que ya se discuten en San Juan —y que involucran al sector público— para acelerar esas obras:

«No nos olvidemos de que San Juan tiene una ley en la cual permite que cuando los operadores mineros hacemos inversiones de infraestructura fuera del sitio minero, nosotros podemos llegar a consensuar con el gobierno que eso lo tomamos también como crédito para poder pagarlo a futuro, como un crédito para pago de regalías futuras

En la práctica esto abre una vía de financiamiento mixto (operadores + privados + Estado) que sería determinante para viabilizar la fase de construcción.

Empleo y demanda de proveedores

Roberto recordó que la minería del cobre no es una réplica de la minería aurífera que San Juan conoció hasta ahora: su demanda de mano de obra y servicios es sustancialmente mayor. En sus palabras:


«La minería del cobre es muy demandante de mano de obra, es mucho mayor que cualquier minería que haya conocido San Juan, me refiero a la minería del oro…»


Eso representa una oportunidad enorme para proveedores locales —siempre que exista previsibilidad, formación técnica y diálogo fluido con las operadoras— y explicita por qué el PEA interesará tanto a cámaras empresarias, gobiernos locales y centros de formación técnica.

¿Qué sigue y por qué hay que mirar septiembre?

El PEA de Altar será, en la práctica, una radiografía que permitirá ver qué escenario técnico-económico es viable y qué magnitud de inversión hay que buscar. El posible desembolso de Rio Tinto Nuton, la elección de método (y sus implicancias ambientales y socioeconómicas) y las decisiones sobre infraestructura son piezas de un mismo rompecabezas.

Roberto sintetizó la idea central: el proyecto tiene escala, opciones tecnológicas y oportunidades, pero también exige decisiones que balanceen extracción, valor local y sostenibilidad. La presentación del estudio en septiembre será, por eso, un termómetro de la ambición real y de la capacidad de la provincia y de la empresa para convertir recursos en desarrollo.

En la cordillera sanjuanina, Altar dejó de ser una promesa geológica para convertirse en una decisión económica: la que se tomen en las próximas semanas marcará no sólo la técnica de explotación, sino el mapa de quién se beneficia, y cómo, del cobre argentino.

Datos clave PEA esperado:

Mediados/tercera semana de septiembre (según Aldebarán).

  • Escenarios técnicos en evaluación: flotación/concentración vs. biolixiviación + producción de cátodos.
  • Posible financiamiento condicionado: aporte de US$30 millones por parte de Rio Tinto Nuton (si continúa su evaluación).
  • Ventaja logística actual: uso del camino de acceso de Pachón.
  • Dimensión del recurso (según entrevista):“en el orden cercano a los 33 billones de libras de cobre” (según Javier Roberto).
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