Salida de Andrés Muñoz en Codelco: Tragedia, cese y la sombra de la incertidumbre
No fue un despido, tampoco una renuncia espontánea. Fue un “mutuo acuerdo” anunciado con solemnidad, pero que a muchos les supo a despedida forzada. El 11 de agosto de 2025, Codelco comunicó que Andrés Muñoz Garrido dejaba su cargo como gerente general de la División El Teniente al día siguiente. No se le asigna responsabilidad, dijeron. Pero el contexto no se puede ignorar: seis trabajadores habían muerto semanas antes, el 31 de julio, en un derrumbe subterráneo que sacudió a Chile entero.
Por C.C
La Corporación Nacional del Cobre, más conocida como CODELCO, es una empresa estatal chilena dedicada a la explotación minera cuprífera
Y es que cuando una mina se traga vidas, los cambios de mando nunca son solo técnicos. Son actos políticos, emocionales, simbólicos. Y este, aunque envuelto en un lenguaje corporativo impecable, fue una señal clara: algo se quebró.
El cese que nadie esperaba: “mutuo acuerdo” tras una tragedia
La palabra “mutuo” suena a consenso, a tranquilidad. Pero en este caso, el acuerdo llegó tras una tragedia de seis muertos. La empresa lo dejó claro: la salida de Muñoz se da para “enfocarse en la implementación del Plan de Retorno Seguro y Gradual (PRSG)”. Dicho así, parece una transición técnica. Pero la realidad es más cruda.
No hay castigo formal, pero sí consecuencias. En minería, cuando ocurre un accidente grave bajo tu gestión, tu puesto siempre está en juego. No importa si no hubo negligencia directa. La presión social, sindical y política es brutal, y Codelco, quizás para evitar un juicio público más severo, optó por esta salida limpia: sin culpa, sin escándalo, pero sin regreso.
Muñoz llevaba más de 15 años en Codelco. Había subido desde los niveles operativos. Llegó a dirigir la mina subterránea más grande del mundo y ahora, su gestión termina con un sello trágico: seis compañeros enterrados bajo toneladas de roca.
El nuevo hombre al mando: Claudio Sougarret asume en plena tormenta
Con más de tres décadas en la minería y un historial en operaciones clave de Codelco, Claudio Sougarret asume como gerente general interino
Quien toma el timón ahora es el ingeniero Claudio Sougarret, hasta ahora gerente de Operaciones de la división, un nombre conocido, interno, de confianza. No es un outsider, es un hombre del sistema. Y eso no es casualidad.
Nombrarlo como gerente general interino es una señal clara: lo que Codelco necesita ahora no es un visionario, sino alguien que mantenga la calma, que conozca los túneles, los protocolos, los nervios de la operación. No hay tiempo para aprendizajes, hay que reconstruir confianza, y rápido.
Pero Sougarret no solo hereda una mina a medias; hereda el peso de seis familias que exigen respuestas. Y la presión de una empresa que, aunque no lo diga, necesita volver a producir. Ya no se trata solo de cobre, se trata de credibilidad.
La crisis va más allá del liderazgo: ¿Seguridad o producción?
Este no es un caso aislado, es un espejo de una tensión que late en todo el sector minero: ¿hasta dónde se puede empujar la producción sin poner en riesgo vidas?.
El derrumbe del 31 de julio afectó 3.700 metros lineales de túneles. Las autoridades paralizaron las actividades subterráneas.
Hoy, la operación funciona al 82% de su capacidad, pero el costo real aún no se conoce.
Codelco no ha cuantificado pérdidas. Y es que, cuando mueren seis personas, los números económicos se vuelven secundarios.
Pero no pueden ignorarse: la empresa está bajo la lupa. Tres investigaciones corren en paralelo: Fiscalía, Sernageomin y Dirección del Trabajo. Y encima, una auditoría internacional. Todo apunta a una sola pregunta: ¿fue un accidente natural o hubo errores?
Porque si fue inducido, entonces no se trata de mala suerte. Se trata de decisiones, de prioridades, de cuánto se apretó el botón de producción mientras las alertas de seguridad se silenciaban.
Niveles de explotación de El Teniente
Los sindicatos no callan: “No queremos cambios de nombre, queremos justicia”
En los pasillos de El Teniente, la noticia del cese de Muñoz no fue celebrada. Hubo alivio, tal vez, pero sobre todo, indignación.
Los sindicatos exigen participación real en el PRSG. No quieren que el plan se arme en oficinas, quieren que los mineros, los que bajan cada día al subsuelo, tengan voz. Y sobre todo, quieren saber qué falló.
Porque para ellos, seis muertos no son un “accidente”, son seis compañeros, seis historias truncadas. Y mientras no se sepa por qué pasó, ningún gerente nuevo podrá borrar ese dolor.
¿Qué pasó realmente? La pregunta que todos se hacen
Andrés Music, quien hasta hoy se desempeñaba como gerente general de la División El Teniente
A esta altura, lo más frustrante es la incertidumbre, las causas del derrumbe siguen siendo un misterio. ¿Fue un movimiento geológico imprevisible? ¿Hubo fallas en el monitoreo, en la planificación, en la toma de decisiones?.
La diferencia es abismal. Un derrumbe “natural” es una tragedia inevitable. Uno “inducido” es una falla humana, y en ese caso, la pregunta vuelve: ¿Quién dio la orden de seguir trabajando cuando las señales estaban ahí?.
Codelco insiste en que el cese de Muñoz no implica responsabilidad, pero el público no lo ve así. La coincidencia es demasiado fuerte: tragedia, silencio, salida.
Conclusión: Un cambio de guardia en tiempo de duelo
Andrés Muñoz Garrido no fue despedido por un error probado pero su salida es, sin duda, una consecuencia directa de la tragedia. En minería, el liderazgo no solo se mide por producción, sino por seguridad.
Y cuando seis trabajadores mueren, el costo es demasiado alto.
Claudio Sougarret ahora lleva una carga enorme: reconstruir la operación sin olvidar las vidas perdidas. Deberá equilibrar la presión por producir con la obligación de garantizar que nadie más baje a un túnel sin estar seguro de que volverá.
Esta no es solo una crisis de liderazgo, es una crisis de confianza.
Y mientras las investigaciones no den respuestas claras, la sombra del derrumbe seguirá alargándose sobre cada decisión en El Teniente.