La minería no avanza si las mujeres no tienen trabajo y derechos
Carla Costabile: “El desarrollo comunitario tiene una pieza clave en el empleo femenino y local, y por eso es central defenderlo”.
La minería en Argentina avanza hacia nuevos horizontes tecnológicos, productivos y sociales. En ese camino, surgen voces que impulsan transformaciones profundas desde el interior del sector. Una de ellas es Carla Costabile, contadora pública, docente universitaria, secretaria adjunta del Sindicato Jerárquico Minero (ASIJEMIN), integrante de su Comisión Directiva Nacional y responsable del Equipo de Género del gremio.
Por Alba Paz
Para Carla, el sindicalismo y la minería comparten una larga historia de invisibilización del rol de las mujeres
En diálogo con ACERO Y ROCA, Costabile aborda los desafíos de representar a trabajadoras y trabajadores en una actividad históricamente masculinizada, reflexiona sobre su experiencia sindical y académica, y plantea los debates urgentes para lograr una inclusión real en la minería argentina.
De la docencia y la contabilidad al sindicalismo minero
Carla Costabile fusiona su formación en ciencias económicas con una fuerte vocación docente y una militancia sindical comprometida:
“Mi experiencia como contadora me permitió impulsar la conformación de la mutual del sindicato, gestionar proyectos con financiamiento, controlar gastos. Ser docente está bastante vinculado con la tarea sindical: la práctica en transmitir ideas, esforzarse por ser claro y escuchar se da en ambos espacios y se va retroalimentando. Se aprende mucho, tanto de los y las estudiantes en la universidad como en el sindicato, de las y los delegados y trabajadores”.
Su llegada a la minería no fue planificada, pero tampoco azarosa:
“Entré a trabajar en una empresa contratista minera, y a partir de mi vinculación con el sindicato fui despedida en un contexto de discriminación sindical. Eso fue el punto de partida. Aunque, si lo pienso, en mi casa siempre hubo una conciencia obrera que me formó desde chica”.
Representar en contextos desiguales
Para Carla, el sindicalismo y la minería comparten una larga historia de invisibilización del rol de las mujeres:
“Las mujeres siempre estuvimos, desde la minería artesanal hasta las grandes luchas obreras. Pero una vez que el poder se institucionaliza, perdemos representación. Por eso hoy nuestro desafío es crear espacios donde las compañeras se sientan seguras, vean al sindicato como una herramienta útil, y participen activamente”.
Carla Costabile: Empleo femenino, clave para el desarrollo minero
Reconoce que el crecimiento de la participación femenina en minería se da en paralelo a la tecnologización de los procesos, pero también advierte los límites estructurales que enfrentan muchas trabajadoras:
“La famosa triple jornada es real: trabajo en la mina, tareas de cuidado en el hogar y, si sumamos la militancia sindical, se hace muy difícil sostenerlo. Tenemos que generar espacios accesibles y estrategias para que las mujeres puedan sumarse”.
Más representación para las profesionales sanjuaninas
En el contexto de cambios normativos, ASIJEMIN manifestó su preocupación por la baja presencia de profesionales locales en puestos clave dentro de los proyectos mineros. Carla lo explica con claridad:
“Según un informe del BID del año 2022, en términos relativos, lo que más creció es el porcentaje de mujeres profesionales que se insertan en la actividad minera. Y esto no es casual: había políticas y compromisos que obligaban a las empresas a favorecer el empleo local y a generar un clima favorable para la incorporación de mujeres, gracias a la existencia de políticas corporativas que consideran el empleo femenino un factor de legitimidad«, explica Carla y continúa «el RIGI echa por tierra los compromisos con el empleo local y permite la contratación libre de extranjeros. Esto, en general, afecta a todos los profesionales, técnicos, trabajadores calificados y personas trabajadoras en general; pero en particular perjudica a las mujeres trabajadoras, porque hay muchas menos posibilidades de inserción”.
También alerta sobre el impacto social más amplio:
“Siempre que aumenta el desempleo, que aumenta la pobreza, las más perjudicadas somos las mujeres, porque somos, junto con las niñeces, quienes componemos el 70% de las personas por debajo de la línea de pobreza, y porque somos las mujeres quienes, en su mayoría, sostenemos los hogares monoparentales. Esto las empresas lo saben: el desarrollo comunitario tiene una pieza clave en el empleo femenino y local, y por eso es central defenderlo.”
“La famosa triple jornada es real: trabajo en la mina, tareas de cuidado en el hogar y, si sumamos la militancia sindical, se hace muy difícil sostenerlo. Tenemos que generar espacios accesibles y estrategias para que las mujeres puedan sumarse”.
Si bien reconoce avances concretos en la incorporación de mujeres en distintos roles dentro de los yacimientos, Costabile insiste en que no alcanza con sumar números:
“Pasamos de leyes que prohibían el trabajo de las mujeres en minería a operar maquinaria pesada o liderar áreas técnicas. Pero no podemos quedarnos en la épica de la mujer minera heroica. Necesitamos condiciones que faciliten la conciliación entre trabajo y vida, revisar los modelos laborales, hablar de salud mental, de acoso, de tiempos de descanso”.
Empleo femenino en minería. Imagen: Pixabay
Inclusión real: más allá de la imagen
Carla fue una de las disertantes en la charla “Mujeres y minería, los debates pendientes para una inclusión real”. Allí, volvió a poner sobre la mesa temas sensibles que muchas veces el sector prefiere evitar:
“La brecha salarial existe, y muchas veces ni los compañeros lo saben. La negociación individual genera desigualdades”.
“La falta de planes claros de carrera de las mujeres es una problemática que reproduce los techos y paredes de cristal, siendo que, una gran cantidad de mujeres que se insertan en la industria son profesionales que aspiran a puestos de liderazgo o gerenciales”.
La violencia laboral y el acoso siguen siendo problemáticas silenciadas:
“Las violencias y el acoso laboral es un tema grave que muchas veces está naturalizado entre las mismas compañeras, y las que se animan a denunciar son etiquetadas como “la conflictiva o complicada”, lo que las revictimiza y desalienta al resto a denunciar.
Algunas empresas si están comprometidas con estos temas, pero en la mayoría de los casos lamentablemente no son planes integrales o no logran penetrar en altos mandos por lo que tienen sus limitaciones.
«Creo que lo primero que deben hacer es reconocer estas problemáticas, ya que en la mayoría de los casos con el afán de mejorar la imagen venden que en sus empresas no sucede nada de esto y las trabajadoras denuncian lo contrario«, informa la contadora.
«También dificulta trabajar en esta temática si por parte del estado no hay apoyo y se declara que estas problemáticas no existen. En muchos casos vemos que este trabajo no es sostenido en el tiempo y se va diluyendo, por lo que son necesarias herramientas institucionales que se sostengan y trabajen sobre la temática”, destaca.
El futuro de la minería sanjuanina: oportunidades y responsabilidades
Para cerrar, Carla Costabile proyecta una mirada crítica pero esperanzada sobre el futuro del sector en San Juan:
“El futuro de la mineria en San Juan es prometedor, sin embargo, sin políticas claras en cuanto al reconocimiento de que los recursos naturales son de la provincia y que el empleo debe ser local, puede ser muy nocivo para nosotros. Consideramos que el Estado tiene que tener un papel más activo, promoviendo, pero también controlando», reclama.
Asimismo detalla que «La actividad minera es una oportunidad histórica para la provincia que debemos poder aprovechar, generando empleo local, con derechos, que garanticen una buena calidad a todos los trabajadores y trabajadoras y sus familias, que le de la seguridad a las comunidades de que no se está contaminando su hábitat y que el estado y los trabajadores tenemos un papel en su protección, y que ellos también van a lograr mejorar su calidad de vida».
Respecto de su rol dentro de ASIJEMIN reflexiona sobre la importancia de involucrarse «El compromiso que tenemos como sindicato es poner en la mesa la necesidad de que la minería no solo sea una oportunidad de negocio para las empresas y de obtener divisas para el gobierno nacional y provincial, sino que principalmente quienes se deben ver beneficiados son los trabajadores y trabajadoras y las comunidades”, finaliza Costabile