Arabia Saudita: la metamorfosis de un gigante petrolero hacia el acero y la minería
Por años, Arabia Saudita fue sinónimo de petróleo. El crudo no solo alimentó su economía, sino que definió su papel en el tablero geopolítico mundial. Pero algo se está moviendo bajo la arena del desierto.
Por Sergio Álvarez
Arabia Saudita: minería y acero
Quien ha conversado con directivos saudíes en foros como el Future Minerals Forum sabe que el discurso ha cambiado. El petróleo ya no es el único estandarte. La minería, y en particular la producción de acero y metales estratégicos, se han convertido en la nueva apuesta de futuro.
Hablamos de inversiones por US$ 32.000 millones, cifra que, en cualquier mercado emergente, sacudiría por completo el tablero industrial.
Entre estos desembolsos destaca una planta de placas de acero de US$ 4.000 millones y otra dedicada a metales para la creciente industria de vehículos eléctricos, con US$ 2.000 millones de presupuesto.
Son proyectos que no se limitan a “comprar y producir”: integran tecnología de punta y estándares ambientales que ya miran de reojo a la certificación internacional.
Instituto Fraser
El sector minero de Arabia Saudita ha experimentado un gran avance, pasando del puesto 104 al 23 a nivel mundial en el Índice de atractivo de inversión minera del Instituto Fraser de 2013 a 2024.
Este notable ascenso establece al Reino como uno de los actores de más rápido crecimiento en el escenario minero mundial, ahora por delante de muchos centros establecidos en Asia y América Latina.
Arabia Saudita ha mejorado su puntuación en el Índice de Percepción de Políticas (IPP), pasando del puesto 82 en 2013 al 20 en 2024. Esta tendencia al alza demuestra la creciente confianza global en el fiable entorno regulatorio del Reino.
El Índice de Potencial Mineral (IPM) muestra una situación similar, pasando del puesto 58 en 2013 al 24 el año pasado. Este progreso pone de relieve la vasta y aún inexplotada riqueza mineral del reino, que ahora se está cartografiando sistemáticamente mediante estudios de amplio alcance y un número creciente de nuevas licencias mineras.
Un marco legal que acelera
Desde 2021, Arabia Saudita introdujo una nueva legislación minera que ha disparado la emisión de licencias en un 138 %. Este tipo de saltos no se logran solo con buena voluntad: implican un trabajo de simplificación burocrática, seguridad jurídica y, sobre todo, credibilidad frente a los inversionistas. Ese es un punto en el que muchos países latinoamericanos podrían tomar nota.
Visión 2030 Impulsando el crecimiento de la minería
El príncipe Mohamed Bin Salman aseguró que el plan de reformas «Visión 2030» tiene a la minería como un motor de desarrollo del país
El excepcional progreso de la industria minera de Arabia Saudita es un componente clave de la iniciativa más amplia Visión 2030, que busca diversificar la economía más allá del petróleo.
Su Excelencia, el Ing. Khalid Al-Mudaifer, Viceministro de Asuntos Mineros, enfatizó que este notable logro es el resultado de amplios esfuerzos para reformar y transformar el sector minero. Nuestro sector minero ya no es solo una industria tradicional; se ha convertido en un motor clave del crecimiento económico e industrial, afirmó.
Arabia Saudita se ha posicionado como un destino de inversión altamente competitivo al ofrecer incentivos atractivos, regulaciones claras e infraestructura de primer nivel.
Uno de los elementos más notables de esta transformación han sido los extensos estudios geológicos realizados en el Escudo Arábigo, que han proporcionado a los inversores datos cruciales para evaluar la riqueza mineral del Reino.
Según Al-Mudaifer, «Nos comprometemos a garantizar el éxito sostenible, a maximizar el valor de nuestros recursos minerales y a contribuir a la creación de una economía diversificada».
El enfoque del país en la localización de las cadenas de suministro y la generación de empleo para sus ciudadanos ha convertido la minería en un aspecto central de su estrategia de desarrollo.
El Escudo Arabo-Nubio, un tesoro en exploración
La riqueza mineral del escudo arábigo es similar a la de la Cordillera andina en materia de oro, plata, cobre y tierras raras
Geológicamente, el país se asienta sobre el Escudo Arabo-Nubio, una formación rica en cobre, oro, plata y tierras raras.
Salvando las distancias con las cordilleras andinas, y aunque el paisaje sea distinto, el potencial geológico saudí tiene un nivel de promesa similar al de nuestras zonas más prolíficas… con la salvedad de que todavía está en su fase de exploración intensiva. Y eso significa que el gran salto productivo aún está por venir.
Una estrategia de consolidación global
El ministro Bandar Alkhorayef ha sido claro: Arabia Saudita no quiere llegar al mercado como un jugador marginal. Quiere posicionarse a través de adquisiciones estratégicas y consolidación de activos.
En otras palabras, no solo se trata de explotar lo que tienen, sino de comprar presencia en mercados donde otros ya han hecho el trabajo de prospección y desarrollo.
Autosuficiencia y reducción de importaciones
En 2024, el reino importó entre US$ 20.000 y 24.000 millones en metales. La meta ahora es reducir esa dependencia y abastecer su propio mercado interno.
Este paso es crucial: un país que logra producir lo que consume puede destinar excedentes a exportación con mayor libertad y márgenes más competitivos.
El futuro de un nuevo jugador
Arabia Saudita está cambiando las reglas del juego minero para atraer inversores
La posición estratégica de Arabia Saudita, sus ricos yacimientos minerales y su afán por crear un mejor clima de inversión la están impulsando a posicionarse como líder en la minería mundial.
Cada vez que una nueva empresa invierte en el sector minero del reino, atrae a más inversores locales y extranjeros. Este ciclo abre nuevas oportunidades y apoya el crecimiento económico sostenible del país.
Arabia Saudita está armando su lugar en la minería y el acero mundial, y lo hace con la paciencia del desierto: sabiendo que las mejores vetas requieren tiempo, pero también con la fuerza del que ha decidido no quedarse atrás.