Dos décadas de minería, regalías millonarias, 40 mm de lluvias y San Juan colapsa
San Juan quiere ser capital del cobre, pero colapsa con 40mm de lluvia
San Juan quiere ser la capital mundial del cobre, pero en la práctica no pudo soportar un temporal cíclico y previsible. El contraste es brutal: abundancia en los balances, precariedad en las infraestructuras básicas.
Por Sergio Álvarez

Imagen desoladora de impotencia de sanjuaninos que han perdido todo, solicitando ayuda tras las inundaciones de este fin de semana en San Juan. Crédito: Diario Popular
Las lluvias del temporal de Santa Rosa dejaron a San Juan en estado de emergencia. En apenas 48 horas, más de 5.000 familias sufrieron inundaciones, evacuaciones y pérdidas materiales. Calles anegadas, barrios aislados y rutas colapsadas reflejaron una realidad dolorosa: una provincia que, con recursos millonarios en regalías mineras, no logra resistir dos días de lluvias normales.
La impotencia de muchas familias ante la pérdida de todos sus bienes generaron cortes de rutas, y quema de neumáticos para pedir ayuda urgente.
Lo que deja la minería
En los últimos 20 años, la minería aportó cifras récord:
- U$S 925 millones en regalías y aportes (2005–2025).
- Más de U$S 331 millones destinados a fideicomisos para obras en municipios mineros.
- Miles de millones de pesos equivalentes en las arcas provinciales gracias a la exportación de oro, cobre y plata.
Sobre el papel, estos ingresos deberían haber transformado la provincia: cloacas, rutas modernas, defensas hidricas, viviendas dignas, barrios planificados, hospitales de nivel internacional, plan de emergencia articulado, etc.
Lo que realmente tenemos
La postal de San Juan tras Santa Rosa es otra:
- Familias recibiendo colchones, bolsones de comida, nylon y frazadas de urgencia.
- Cloacas deficientes: cubren apenas el 2,4 % en Chimbas y el 6,7 % en Pocito.
- Barrios enteros anegados por falta de desagües.
- Rutas y caminos cortados, con vecinos aislados.
- Obras prometidas que se diluyen en el aire.
- Políticos haciendo campaña y aprovechando el caos para recabar votos
Carlos Munizaga intendente de Rawson se calzó las botas de agua para la foto y aprovechó para hacer campaña
Llueve sobre mojado
El gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, declaró el estado de emergencia climática y agropecuaria en la provincia tras el temporal que afectó varios departamentos el pasado sábado 8 y domingo 9, de marzo, afectando principalmente las zonas de Iglesia, Calingasta, Sarmiento, Pocito, Albardón, Ullum y Jáchal. Precisamente algunos de estos departamentos son mineros por excelencia, y durante al menos un par de décadas han estado aportando grandes sumas en dólares, a la economía sanjuanina.
“El temporal ha golpeado con fuerza a nuestra provincia, afectando seriamente la producción y el sustento de muchas familias”, sostuvo el funcionario, en un mensaje publicado en sus redes sociales. Doscientos siete días después, ningún cambio estructural se ha hecho para evitar un suceso similar, y hoy se vuelve a repetir la misma imagen de desolación.
Marcelo Orrego declaró el estado de emergencia por las lluvias en San Juan en Marzo de este año. Doscientos siete días después vuelve a colapsar San Juan
Dubái en el discurso, África en la infraestructura
La paradoja duele: San Juan quiere ser Dubái, y así se le llena la boca a algunos que se han enriquecido personalmente con la minería sin importarles en absoluto San Juan, pero la verdadera realidad es que esta provincia sobrevive con infraestructuras de aldeas africanas. Durante dos décadas se le extrajo a la provincia una riqueza inmensa de sus entrañas, pero el reparto social y territorial nunca llegó.
La provincia luce como un gigante económico hacia afuera, se vende en los medios de comunicación afines al servilismo inversiones y riquezas por cientos de millones de dólares, trabajo para miles de sanjuaninos y contratos miliarios para los proveedores locales, pero hacia adentro, ante una lluvia normal de 4omm, se revela la precariedad estructural y la falta de organización de unas instituciones que lejos de la realidad solo saben improvisar y decepcionar a muchos ciudadanos que confiaron en un cambio.
La voz de la ciudadanía
San Juan no se merece esta imagen tercermundista después de 20 años de minería intensiva. La gente lo sabe y lo siente:
- No quieren otros 20 años iguales.
- Piden cambios reales.
- Reclaman mejoras visibles.
- Solicitan claridad y transparencia.
Las promesas y los discursos ya no alcanzan. El agua no negocia: entra por las rendijas, se mete en las casas, destruye lo poco que se construyó, y encima es escasa para no saberla aprovechar cuándo llega.
Una vez más la precariedad de las infraestructuras afectan a la ciudadanía sanjuanina que ven como sus casas se inundan
Datos y Reflexión
Lo que pasó en San Juan no fue un diluvio. ¿Cuánta agua cayó en San Juan?
Durante el temporal de Santa Rosa en San Juan cayeron:
- 29 mm de lluvia el sábado 30 de agosto.
- 10 mm adicionales el domingo 31.
- En total: casi 40 mm en dos días.
¿Es mucho o poco?
Comparativa con otros lugares:
- En Santa Fe (2007) llegaron a caer 437 mm en 10 días, con 26.000 evacuados.
- En Bahía Blanca (2025), un temporal dejó 290 mm en pocas horas.
- En San Juan, en cambio, fueron sólo 40 mm, una cifra baja comparada con esos eventos.
Está claro que el temporal de Santa Rosa no fue un desastre natural imprevisible, sino un reflejo de la fragilidad institucional: lluvias moderadas en cualquier región podrían haber sido manejadas; en San Juan colapsaron la provincia.
La minería sí dejó riqueza
Las operadoras pagaron y los dólares fueron entregados al gobierno de San Juan, pero esa riqueza no llegó donde más importaba y donde más hacia falta: generación de empleo, cloacas, defensas hidráulicas, rutas, planificación urbanística, transparencia y control ciudadano. San Juan tiene potencial para ser mucho más que promesas y discursos. Lo que necesita es de una vez por todas, infraestructuras sólidas, gestión pública eficaz y honestidad en la ejecución.