La criosfera andina bajo la lupa: geocriología, cambio climático y minería en San Juan

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El corazón de la Cordillera de los Andes alberga un paisaje único, modelado por la nieve, el hielo y el permafrost. En este escenario, la ciencia se convierte en una herramienta indispensable para comprender los efectos del cambio climático y su interacción con la minería de altura. Precisamente allí, en San Juan, el Gabinete de Estudios de Geocriología, Nivología y Cambio Climático (GGN y CC) se ha consolidado como un referente nacional. Este organismo, dependiente de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), lidera el estudio de la criósfera en el país.

Por Yenhy Navas

Retrato del Mg. Silvio Augusto Pastore, investigador de geocriología en la Universidad Nacional de San Juan.

El Mg. Silvio Augusto Pastore, coordinador del gabinete en la UNSJ, explica la importancia de estudiar la criósfera para la planificación minera.

Un aporte sanjuanino con proyección nacional

La labor del GGN y CC de la UNSJ posiciona a San Juan a la vanguardia en estudios sobre la criósfera en Argentina. La instrumentación de glaciares de escombros, el uso de sensores remotos y el trabajo de campo en ambientes extremos constituyen un aporte científico invaluable en un contexto de cambio climático global.

Bajo la coordinación del Mg. Silvio Augusto Pastore, el gabinete se ha consolidado como referente en investigaciones de la criósfera. De esta forma, su labor abre un puente entre la ciencia y la gestión ambiental. El objetivo es encontrar un equilibrio sostenible entre el desarrollo minero y la protección de los ecosistemas de altura.

Su objetivo general es implementar un ámbito de investigación, formación, actualización y capacitación continua en el área de la geocriología y su interacción con los procesos asociados al cambio climático. Bajo la coordinación del Mg. Silvio Augusto Pastore, el gabinete impulsa proyectos de investigación y monitoreo que aportan datos claves para comprender los cambios que atraviesa el ambiente de montaña y su vínculo con el desarrollo minero.

Geocriología y minería: puntos de encuentro

El gabinete centra sus investigaciones en los impactos actuales de fenómenos climáticos sobre glaciares y geoformas criogénicas que caracterizan el paisaje andino. En particular, su mirada se focaliza en cómo la degradación del hielo —ya sea en glaciares, ambientes periglaciares o en el permafrost— modifica la estabilidad geotécnica del suelo, un aspecto crucial para la minería de alta montaña. “El comportamiento del suelo ante escenarios de degradación del hielo es uno de los aspectos más relevantes para quienes proyectan obras civiles o mineras en la cordillera”, explicó a ACERO Y ROCA el Mg. Silvio Pastore.

El monitoreo como herramienta clave

Imagen de instrumentos de una estación de monitoreo climático y de permafrost

Una de las principales contribuciones del gabinete es el monitoreo ambiental glacial y periglacial en la provincia de San Juan. Para lograrlo, utilizan sensores remotos, mediciones de balance de masa y controles en terreno.

Un dato sobresaliente es que San Juan es la única provincia argentina que cuenta con glaciares de escombros perforados e instrumentados para su estudio científico. Esto permite generar información inédita sobre la dinámica del permafrost y su respuesta frente a las variaciones climáticas. “El acceso a datos de calidad es esencial para construir modelos predictivos. Sin embargo, la tarea no es sencilla: se trata de zonas remotas, con condiciones meteorológicas extremas que desafían la logística y los recursos disponibles”, remarcó Pastore.

Convenios y articulación institucional

Actualmente, el gabinete trabaja bajo un acta acuerdo con el Consejo Provincial de Protección de Glaciares, dependiente del Gobierno de San Juan, para el monitoreo de los cuerpos de hielo en la provincia. Este vínculo institucional resulta estratégico, ya que permite fortalecer el seguimiento de los glaciares y garantizar que la información científica tenga un impacto directo en la gestión ambiental y en las políticas públicas.

Si bien todavía no existen proyectos específicos que analicen la interacción entre minería y cambio climático en ecosistemas de altura, los estudios del gabinete constituyen una base fundamental para comprender cómo la criósfera puede influir en cualquier planificación de infraestructura en la cordillera.

Desafíos para la ciencia y la gestión minera

La necesidad de una red de datos robusta

Sin embargo, uno de los mayores retos que enfrenta el gabinete es construir una red robusta de datos in situ. Sin un monitoreo constante, resulta difícil proyectar escenarios futuros de degradación del permafrost, retroceso glaciar o variaciones en la acumulación de nieve.

La complejidad logística y el costo en los Andes

Cordillera de los Andes en San Juan con picos nevados, zona de estudio de la criósfera y el cambio climático.

La Cordillera de los Andes en San Juan, un laboratorio natural para estudiar los glaciares de escombros y el permafrost. Foto UNSJ (primavera 2024)

Además, la topografía caprichosa de los Andes agrega complejidad, ya que en distancias relativamente cortas puede haber diferencias significativas en las condiciones de acumulación nívea y en la estabilidad de suelos congelados. A esto se suma la dificultad de acceder a sitios remotos y el costo de mantener estaciones de monitoreo en condiciones extremas. “El apoyo de las empresas mineras y del gobierno provincial es crucial, no solo para acceder a los sitios de interés, sino también para abrir el acceso a la red de datos que ya poseen. Compartir información permitiría fortalecer la investigación y construir modelos predictivos más robustos”, sostuvo el investigador.

Ciencia, minería y futuro: hacia un modelo colaborativo

El rol de la tecnología y la inteligencia artificial

El futuro de la investigación en geocriología, cambio climático y minería en San Juan apunta a la transdisciplinariedad y al trabajo colaborativo. Pastore subraya que la integración de nuevas tecnologías —incluyendo la inteligencia artificial para el procesamiento de grandes volúmenes de datos— será determinante para avanzar.

Hacia un nuevo paradigma de datos compartidos

Históricamente, las instituciones han sido celosas a la hora de compartir información. Pero los desafíos que impone el cambio climático requieren un nuevo paradigma: necesitamos generar la mayor cantidad de datos de terreno posibles, y para eso es clave que las empresas mineras y el gobierno provincial pongan a disposición su sofisticada red de monitoreo criótico”, explicó.

En este sentido, la minería puede convertirse en un socio estratégico de la ciencia. El acceso a datos precisos no solo beneficia a los proyectos productivos, que podrán planificar con mayor seguridad, sino también a la gestión ambiental y a las comunidades que dependen de los recursos hídricos de la montaña.

Un aporte sanjuanino con proyección nacional

La labor del GGN y CC de la UNSJ posiciona a San Juan a la vanguardia en estudios sobre la criósfera en Argentina. La instrumentación de glaciares de escombros, el uso de sensores remotos y el trabajo de campo en ambientes extremos constituyen un aporte científico invaluable en un contexto de cambio climático global.

Bajo la coordinación del Mg. Silvio Augusto Pastore, el gabinete se ha consolidado como referente en investigaciones de la criósfera, abriendo un puente entre la ciencia y la gestión ambiental en contextos donde el desarrollo minero y la protección de los ecosistemas de altura deben encontrar un equilibrio sostenible.

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