San Juan, un gigante dormido: la alianza entre minería y vino para despertar su potencial
El especialista en vinos y marketing digital Wagner Paiva analiza para ACERO Y ROCA una propuesta audaz para el futuro de San Juan: unir las dos fuerzas económicas más grandes de la provincia. Los datos confirman el potencial de esta sinergia, y ejemplos internacionales demuestran que es posible.
Por: Antonela Rodriguez Echenique

Wagner Paiva, especialista en vinos y Marketing Digital, dialogó con ACERO Y ROCA sobre el futuro de la vitivinicultura sanjuanina.
Wagner Paiva, especialista en vinos y Marketing Digital con raíces brasileñas y corazón sanjuanino, explicó una visión que podría transformar la matriz productiva de la provincia: una alianza estratégica entre el sector bodeguero, el Gobierno y la minería. Su propuesta busca despertar el enorme potencial de los vinos de altura de San Juan, utilizando la fuerza de la principal industria provincial como catalizador.
Paiva, quien llegó a la región para estudiar enología y quedó «asombrado por la calidad de los vinos sanjuaninos», hoy dirige su emprendimiento «Nomade dos Vinhos». Sin embargo, su visión va más allá, abarcando el potencial colectivo de una provincia con dos motores que, hasta ahora, han funcionado en vías separadas.
Dos gigantes en cifras: El peso real en la economía de San Juan
Para entender la dimensión de la propuesta, es crucial analizar la realidad económica de la provincia. Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) correspondientes al año 2024, el peso de cada sector en el comercio exterior es abrumadoramente distinto:
- Minería: Generó 1.467 millones de dólares en exportaciones, representando el 81.2% del total de las ventas de la provincia al mundo.
- Vitivinicultura: Toda la cadena (vino, mosto, uva de mesa y pasas) exportó aproximadamente 115 millones de dólares, lo que equivale a cerca del 7% del total.
Estos números no solo muestran la dependencia de la economía provincial en la minería, sino que también enmarcan la oportunidad: ¿Qué pasaría si una pequeña parte de la fuerza del 81% se usara para potenciar el crecimiento del 7%?
Vitivinicultura y minería: Dos potencias distanciadas
La industria minera en San Juan es un motor económico que podría impulsar a otros sectores productivos de la provincia.
Al investigar la historia de la provincia, Paiva se encontró con una paradoja. San Juan es la segunda productora vitivinícola de Argentina, pero su prestigio no se corresponde con su calidad. Él mismo lo explica: “Realmente fue una sorpresa por la calidad de los vinos, cómo es que no llega a Brasil, y me di cuenta que hay muchos factores: los sociales, políticos y económicos, la cuestión social de que el sanjuanino tiene un pensamiento muy conservador y no cree que el marketing digital pueda ayudarlos”.
Esta distancia también existe en la percepción de las dos industrias principales de la provincia. Paiva aborda directamente el conflicto:
“Hay mucha gente que piensa que son dos cosas contrarias, que un emprendimiento vitivinícola no puede sobrevivir junto con la minería. Yo pienso, por el contrario, que debería existir más conexión entre estos nichos. Ahora, con la provincia en la forma en que está, con la estructura hotelera y el desarrollo de la minería, pueden subsistir de una forma muy armoniosa. La propia minería, debe meterse en esos pueblos y ayudar a los productores de uvas y de vinos para que puedan tener su desarrollo”.
¿Es posible la alianza? Tres modelos de éxito en el mundo
Viñedos de altura en los valles de San Juan, cuna de vinos con calidad de exportación.
La idea de una convivencia armónica entre industrias extractivas y agricultura no es una utopía. Existen casos de estudio concretos en el mundo que demuestran que la colaboración es una estrategia exitosa.
Chile: Socios en la gestión del agua
En valles vitivinícolas como el Aconcagua, la minera Los Bronces (Anglo American) invierte en tecnología de riego eficiente y construye reservorios que benefician tanto a sus operaciones como a los viñedos locales. La clave del éxito es colaborar en el recurso más crítico, el agua, posicionándose como un socio estratégico.
Australia: De la mina al pastizal
En Hunter Valley, empresas como BHP y Glencore no solo reforestan las tierras post-extracción, sino que colaboran con ganaderos para transformarlas en pastizales productivos y sostenibles, integrando la vocación agrícola de la región en sus planes de cierre.
Perú: Diversificar para crecer
En la región de Áncash, la mina Antamina financia proyectos de desarrollo agrícola (sistemas de riego, nuevos cultivos, capacitación) para diversificar la economía local y asegurar que la comunidad no dependa exclusivamente de la mina, generando un desarrollo autónomo y duradero.
La propuesta para San Juan: Un impulso desde el gobierno
Inspirado en estos modelos, Paiva cree que la iniciativa en San Juan debe ser articulada por el Estado.
“Si esto es posible, debe ser por el lado del gobierno. Tiene que ser una iniciativa que salga de gobierno, porque los bodegueros están pensando en el día a día y creen que exportar es algo muy imposible”.
Una de las primeras acciones podría ser vincular ambas industrias a través del turismo.
“Yo creo que explorar ese turismo interno de la gente que viene por la minería a la provincia, ofrecerle el enoturismo sería una buena puerta de entrada”.
Finalmente, el especialista cierra con una reflexión que es, a la vez, un desafío y una promesa: “San Juan es un gigante dormido. Puede tener producciones con calidad de 100 puntos de aquí a diez años, pero con la inversión correcta para poder salir afuera de Argentina”.