La caminata de las guardianas: Florencia Solís y la lucha por el agua en Jujuy
Desde la Cuenca de Pozuelos, en la localidad de Rodeo, Florencia Solís, mujer indígena colla, dialogó con ACERO Y ROCA sobre la caminata de mujeres en defensa del agua, la tierra y la vida. Productora y vecina de la Laguna de Pozuelo, sitio Ramsar y reserva de la biósfera, denunció cateos de empresas mineras, desalojos forzosos y la complicidad entre compañías y gobiernos, que ponen en riesgo los ecosistemas y las comunidades locales.
Por Luciana Vignoli
Florencia Solís, referente de la comunidad colla y defensora de la Cuenca de Pozuelos en la Puna de Jujuy.
«Soy defensora de la Pachamama»
Florencia se presentó como “defensora de la Pachamama, porque la Pachamama engloba todo, el agua, el aire, la tierra, todo lo natural, la flora, la fauna, los hábitats. Y yo soy su defensora”.
Desde la cercanía con la Laguna de los Pozuelos en Jujuy, declarada como Monumento Natural en el año 1981 por su importancia como hábitat de numerosas especies de aves endémicas y migratorias de la puna, e incluido en la lista de Humedales de Importancia Internacional y Reserva de la Biosfera por UNESCO, Florencia relanzó una forma de resistencia: una caminata de mujeres que nació de la urgencia tras detectar la presencia y movimientos de empresas mineras alrededor de la cuenca.
Frente a la amenaza sobre este ecosistema único, la acción directa se convirtió en la única opción.
La Laguna de los Pozuelos, sitio Ramsar y reserva de la biósfera, es un ecosistema vital amenazado por la minería.
La caminata: Un grito de urgencia contra el avance minero
Mujeres y hombres marcharon 300 km. para visibilizar la necesidad de defender el agua. En su recorrido realizaron ceremonias en los diferentes pueblos.
Florencia explicó que la movilización que encabezó el 18 de agosto surgió de manera urgente cuando se enteró que había cateos de mineras cerca de la Cuenca de Pozuelos y decidió convocar a mujeres para frenar lo que ella describe como “una avanzada sobre territorios privados y reservas naturales”.
“Al enterarme de los cateos y la presencia de camionetas sospechosas, sentí que tenía que actuar. Organicé una caminata urgente con mujeres para defender nuestra tierra, nuestra naturaleza, nuestra flora y fauna”, comentó Florencia.
La caminata finalizó el 22 de agosto en San Salvador, donde presentaron notas ante autoridades de Minería, Ambiente, Recursos Hídricos y la Secretaría de Pueblos Originarios. Según la productora, la respuesta estatal fue limitada. “Minería sí me atendió; Medio Ambiente todavía no. Hasta ahora no hay nada positivo, no estoy nada conforme”.
Mujeres al frente: «Vertemos nuestra sangre por la Pachamama»
La figura de la Pachamama simboliza la conexión ancestral de las comunidades con la tierra, el agua y la vida.
Para Florencia, la decisión de que la movilización sea protagonizada por mujeres tiene una razón simbólica muy importante.
“Las mujeres somos más fuertes, aparte estamos relacionadas con la Pachamama, somos fértiles y somos valientes, no somos tan miedosos como los hombres” comentó Florencia y agregó que “yo iba cortando la ruta, los varones no quieren cortar la ruta porque tienen miedo. Pero yo voy y si me matan, que me maten, yo voy a verter mi sangre por la Pachamama, yo voy a defender la tierra”.
La caminata tuvo repercusión nacional. “Me llamaron de Mendoza, de Catamarca, de Chubut. Se visibilizó toda la lucha, fue muy hermoso”, comentó Florencia.
Sin embargo, esta visibilidad es solo la punta del iceberg de un problema más profundo que afecta a toda la región.
Desalojos y complicidad: La sombra del extractivismo
La productora advirtió sobre la expansión del extractivismo y el despojo de comunidades de la región. “En la Quebrada están desalojando a la gente de su lugar, de su territorio, porque son lugares fructíferos para empresas mineras o turísticas”. Y recordó episodios de violencia donde las casas fueron derrumbadas a primeras horas de la mañana, afectando a familias y comunidades.
“Lamentablemente no se podía creer. La policía a las seis de la mañana entró, derrumbó la casa, tiró todo. Las mujeres siendo arrastradas a la fuerza. Muy triste ver todo eso” comentó Florencia y remarcó que “eso es lo que están haciendo las empresas, en complicidad con el gobierno, por supuesto. Pasó en Pucará, en Tilcara también, un lugarcito muy lindo”.
El fantasma de la contaminación en Abra Pampa
Florencia también denunció los antecedentes de contaminación que existen en Jujuy. “La ex-mina Pan de Azúcar, contaminó todo el pueblo de Abra Pampa y ahora están de nuevo por rehabilitarla. Tenemos otra mina que se llama Chinchillas, hemos luchado tanto y al final entraron, porque terminaron aceptando la minería” señaló Florencia y agregó que “los gobiernos de hoy no piensan en la humanidad, piensan en llenarse de guita”.
Un cartel advierte sobre la contaminación histórica en Abra Pampa, un antecedente que alimenta la desconfianza de las comunidades.
«Queremos nuestro suelo limpio»: El impacto en la salud y la vida
“Nosotros queremos nuestro suelo, nuestro ambiente, nuestra agua, limpio, no queremos sucio” afirmó la productora y denunció que “a las empresas mineras no les importa nada porque vienen de otros países, sacan los recursos y dejan el suelo envenenado”.
La productora también describió consecuencias concretas para la salud y la vida cotidiana. Recordó cómo los trabajadores de minas perdieron la vida por enfermedades respiratorias y lamentó que las generaciones actuales nazcan con patologías asociadas a la contaminación minera.
Como ejemplo puso la vida de su madre, que “llegó a los 96 años sana porque comía productos puros del campo. Ahora hay frutas y verduras alteradas por químicos y transgénicos y los menores que nacen con problemas de salud” explicó Florencia y denunció que “porque aquí todo eso se está perdiendo, las medicinas naturales se están perdiendo por causa de la contaminación de las minas”.
Una lucha que apenas comienza
Para la productora, la cuestión trasciende lo local y por eso propone articular una caminata provincial y una marcha nacional que convoque a comunidades mapuches y de otras provincias que enfrentan problemas similares. Su mensaje es claro: la defensa del agua y la tierra es una responsabilidad de todos.
“Vamos a seguir luchando hasta la última consecuencia, hasta donde dé el cuerpo, y después, como digo, vendrán las generaciones que vienen tras de nosotros y seguirán luchando por el agua, por la tierra, defendiendo a la Pachamama”, finalizó Florencia Solís.