San Juan: el desafío de construir una minería con acento local
La minería en San Juan ha sido, durante las últimas décadas, uno de los pilares del crecimiento económico de la provincia. Sin embargo, el futuro de esta industria no depende únicamente de los yacimientos y las inversiones extranjeras, sino también de la capacidad de integrar a las empresas constructoras locales en la cadena de valor. Así lo sostiene Enrique Velasco, presidente de la Cámara Empresarial de la Construcción de San Juan (CAEMCO), quien en diálogo con ACERO Y ROCA destacó los desafíos y oportunidades de esta articulación.
Por Yenhy Navas
El debate sobre la ley de proveedores mineros
El debate sobre una ley de proveedores busca equilibrar la participación de empresas locales y foráneas en la minería de San Juan.
La discusión sobre la ley de proveedores mineros ha abierto un escenario de expectativas y cuestionamientos entre los actores locales.
“La discusión es positiva para poder evaluar las distintas posiciones de las cámaras y tomar las mejores decisiones para lograr la mejor normativa posible”, señala.
Sin embargo, remarcó que la CAEMCO no fue convocada al debate formal, lo que deja a las constructoras con un margen limitado de participación. El dirigente considera que este tipo de instancias deberían incluir a todos los sectores vinculados, ya que son ellos quienes conocen de primera mano los desafíos de insertarse en el mercado minero.
Competencia de empresas foráneas y el rol de las locales
En los últimos años, San Juan ha visto el desembarco de grandes empresas constructoras de otras provincias. ¿Cómo impacta esta competencia sobre las firmas locales?. Frente a esta situación, Velasco es claro: “Espero que sólo intervengan en las obras de la minería, y que en las licitaciones se establezca claramente la preferencia de empresas de San Juan”.
La clave, afirma, está en que los contratos se diseñen a la medida de las PYMES locales, de modo que la inversión minera no se traduzca únicamente en beneficios externos. En este sentido, subraya la necesidad de actualizar la ley de Compre Sanjuanino, que en su forma actual “es injusta con las PYMES sanjuaninas, ya que establece una diferencia en el beneficio entre estas y las empresas grandes locales, impidiéndoles competir en igualdad de condiciones”.
Enrique Velasco, presidente de la Cámara Empresarial de la Construcción de San Juan (CAEMCO)
Alianzas estratégicas entre cámaras
La relación entre la Cámara Empresarial de la Construcción y la Cámara Minera todavía se encuentra en construcción, pero con un horizonte compartido.
Según Velasco, se están coordinando reuniones con todas las cámaras mineras de la provincia con el fin de delinear estrategias conjuntas: “Estamos trabajando en coordinar acciones que nos permitan a las empresas constructoras de la provincia participar en esta promisoria actividad”.
Esta sinergia resulta fundamental, ya que la minería requiere de obras civiles, viales, energéticas y de servicios en gran escala.
Cuellos de botella en infraestructura
La infraestructura deficitaria es uno de los mayores desafíos que enfrenta San Juan. Imagen: Pixabay
Sin embargo, para que esta colaboración sea fructífera, es necesario superar algunos obstáculos críticos. Uno de los mayores desafíos que enfrenta San Juan para atraer nuevas inversiones mineras es la infraestructura deficitaria. Velasco no duda en señalar los principales problemas. “La provisión de energía estable y suficiente es hoy uno de los condicionantes más críticos para el desarrollo de proyectos. También es fundamental hacer obras viales, ya que las que existen están muy deterioradas”, explica Velazco.
La falta de caminos en buen estado y de un sistema energético robusto puede convertirse en un obstáculo real para la llegada de capitales internacionales y el aprovechamiento de los recursos provinciales.
Empresas locales como socios estratégicos
La visión de CAEMCO es clara: las empresas constructoras locales deben convertirse en socios estratégicos de la minería. “Las constructoras sanjuaninas pueden y deben participar en obras civiles, viales y de servicios esenciales. Su participación garantiza que una porción significativa de la inversión quede en la provincia”, afirma el referente.
Este posicionamiento no solo representa un beneficio económico, sino también social, ya que fortalece el entramado productivo local y evita la fuga de recursos hacia otras regiones.
Previsibilidad y estabilidad para crecer
La planificación y la previsibilidad son claves para que las constructoras puedan invertir a largo plazo en el sector minero. Imagen: Pixabay
El contexto político y económico argentino es volátil, y eso genera incertidumbre en las empresas. Velasco plantea cuáles son las condiciones necesarias para dar previsibilidad al sector:
- Reglas de juego estables,
- Acceso a financiamiento
- Cronogramas de inversión claros son fundamentales.
- Previsibilidad en los plazos y conocimiento anticipado de las licitaciones
Estas medidas permitirían a las constructoras planificar inversiones, contratar personal con estabilidad y desarrollar estrategias de largo plazo.
Generación de empleo y capacitación
La minería con capacitación y transferencia de conocimiento puede convertirse en un motor de crecimiento para San Juan.
Uno de los grandes aportes de la construcción vinculada a la minería es su capacidad para generar empleo local calificado. El balance, según Velasco, es más que positivo: “La construcción vinculada a la minería no solo demanda gran cantidad de mano de obra, sino también oficios calificados. Con políticas de formación conjunta entre empresas y el Estado, esta actividad puede transformarse en una plataforma de capacitación y transferencia de conocimiento para los trabajadores sanjuaninos”.
Esto abre la puerta a un círculo virtuoso donde la minería no solo extrae recursos, sino que impulsa el desarrollo del capital humano local.
Compromiso ambiental y seguridad laboral
El compromiso con la sostenibilidad es fundamental para legitimar la actividad minera frente a la comunidad.
En tiempos de alta sensibilidad social respecto al impacto ambiental, las empresas constructoras también deben demostrar su responsabilidad. “Las empresas constructoras de San Juan están cumpliendo con las normas ambientales y de seguridad laboral en todo tipo de obras. La actividad minera exige estándares más rigurosos en estas materias, lo que se traduce en certificaciones y capacitaciones permanentes, que estamos dispuestos a implementar”, asegura Velazco.
Este compromiso con la sostenibilidad y la seguridad no solo responde a la normativa, sino que es clave para legitimar la actividad frente a la comunidad.
Innovación tecnológica para competir
La innovación tecnológica es determinante para mejorar la productividad y cumplir con los estándares internacionales. Imagen: Pixabay
En un mercado cada vez más global, la competitividad depende de la capacidad de innovar. Velasco lo explica con claridad: “La innovación tecnológica se presenta como un factor determinante para mejorar la productividad y cumplir con estándares internacionales. Desde CAEMCO promovemos permanentemente la incorporación de nuevas técnicas constructivas, con procesos más sostenibles y mayor eficiencia energética”.
De este modo, las constructoras locales podrán estar a la altura de las grandes compañías foráneas y asegurar su participación en proyectos de envergadura.
Proyección a cinco años
Finalmente, al proyectar el futuro de la relación entre minería y construcción en San Juan, Velasco se muestra optimista: “A cinco años, visualizamos un escenario de gran oportunidad: la minería puede convertirse en un motor real de desarrollo provincial si se asegura la integración de proveedores y empresas constructoras locales en la cadena de valor”.
El desafío, remarca, estará en construir políticas público-privadas sólidas y sostenibles que permitan aprovechar el potencial minero sin caer en una dependencia excesiva de capitales externos.
Conclusión: Hacia una minería con identidad sanjuanina
La minería en San Juan no es solamente un asunto de inversiones y yacimientos. Es, sobre todo, una oportunidad de articulación estratégica entre la construcción local y la gran industria extractiva. Como plantea Enrique Velasco, el futuro dependerá de decisiones políticas acertadas, de la capacidad de integración de las PYMES sanjuaninas y del compromiso de todos los actores con la innovación, la capacitación y la sostenibilidad.
San Juan tiene ante sí el desafío de convertir su riqueza minera en desarrollo real y duradero. La clave estará en que las constructoras locales puedan ocupar el lugar que les corresponde: el de protagonistas en la construcción de un futuro minero con identidad sanjuanina.