Certificación de Triple Impacto: la nueva herramienta que impulsa la competitividad minera argentina

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Dino Minnozi, referente de CAME, explicó a ACERO Y ROCA cómo las empresas del sector comienzan a adoptar un modelo de certificación que mide el impacto económico, social y ambiental. «Es una ventaja comparativa muy importante«, aseguró.

Por Lucas Laciar

Retrato de Dino Minnozi, secretario de Servicios en CAME San Juan.

Dino Minnozi, referente de CAME en San Juan y promotor del programa de Triple Impacto.

La minería argentina está cambiando su forma de hacer negocios. Ya no alcanza con extraer mineral de manera eficiente y cumplir con las regulaciones ambientales básicas. El mercado internacional y las grandes compañías multinacionales exigen algo más: pruebas concretas de que las empresas operan con responsabilidad ambiental, compromiso social y solidez económica.Precisamente por eso, la certificación de Triple Impacto aparece como una herramienta que puede marcar la diferencia entre conseguir un contrato o quedarse afuera. Dino Minnozi, referente de Confederación Argentina de la Mediana Empresa, CAME en San Juan, dialogó con este medio sobre un programa que ya está captando el interés de empresas mineras en Jujuy, Salta, Mendoza y San Juan. Esto podría ser clave para las empresas que buscan ganar licitaciones en megaproyectos mineros en San Juan. Mucho más en un contexto de quejas por la llegada de empresas extranjeras que prestan servicios mineros.

El sello que abre puertas

Flyer del programa de Triple Impacto

El programa busca ayudar a las empresas que quieren ganar licitaciones en megaproyectos mineros en San Juan.

Para los proveedores mineros locales, competir contra empresas de otras provincias o países siempre fue un desafío. La certificación de Triple Impacto busca equilibrar esa cancha ofreciendo un respaldo técnico que las multinacionales valoran cuando eligen con quién trabajar.

«Tiene una ventaja comparativa porque tiene una certificación que a las empresas multinacionales les sirve porque ellas también certifican normas ISO de calidad y si contratan empresas de servicio que también hacen certificación de calidad, por supuesto que es un diferencial importante», explicó Minnozi sobre el valor estratégico del certificado.

La lógica es clara: si una multinacional minera debe elegir entre dos proveedores con precios similares, preferirá aquel que pueda demostrar con papeles que cumple estándares de sostenibilidad. No es solo una cuestión de imagen corporativa, sino de reducir riesgos legales, reputacionales y operativos.

¿Cómo obtener la certificación?

+54 9) 11 3769-5485. www.cametripleimpacto.com.ar [email protected]

Los tres pilares que se evalúan

Flyer del programa de Triple Impacto

El programa prevé acompañamiento técnico durante el proceso.

La certificación no es un trámite burocrático más. Implica un proceso de auditoría que examina tres dimensiones de la empresa: su impacto ambiental, su responsabilidad social y su sustentabilidad económica.

Minnozi desglosó cada eje con ejemplos concretos que cualquier empresario del sector puede reconocer inmediatamente.

Medio ambiente

«Se trata de tener todas las normas para cuidar el medio ambiente cuando uno hace su trabajo en la actividad que sea, con los derrames, con el uso de los residuos, con la forma de trabajar, todos los productos que pueden ser contaminantes».

Social

«En lo social, se busca que los colaboradores estén en condiciones de trabajo razonables y que se contrate gente desde el entorno social».

Económico

«Con respecto al económico, que la empresa tenga rentabilidad y siga creciendo en el tiempo».

No se trata solo de cumplir con regulaciones mínimas, sino de demostrar mejora continua en cada una de esas áreas. Una empresa puede estar en regla con la ley ambiental pero no tener protocolos documentados de gestión de residuos. Puede pagar buenos sueldos pero no contratar personal del entorno donde opera. Puede ser rentable hoy pero carecer de un plan de crecimiento sostenible.

El certificado exige que los tres aspectos funcionen en simultáneo y puedan ser auditados con criterios objetivos. Y esta visión integral es lo que está impulsando su adopción más allá de las fronteras provinciales.

De San Juan a todo el país

Lo que comenzó como una iniciativa pensada para San Juan está expandiéndose rápidamente hacia otras provincias mineras. CAME ya recibió consultas y está trabajando con empresas de distintas regiones del país.

«Ya tuvimos contacto con gente de Jujuy, de Salta, de Mendoza, con la gente de la Cuenca Láctea. También se han hecho algunas certificaciones y las están solicitando. Ya tuvimos reuniones con empresas importantes en el sector minero en Jujuy, así que sí, estamos trabajando en todo el país», confirmó Minnozi sobre la proyección nacional del programa.

La expansión geográfica revela algo importante: no es solo una necesidad de San Juan sino una demanda generalizada del sector. Las empresas mineras y sus proveedores están entendiendo que l ya no es opcional, es una condición de competitividad.

Incluso sectores fuera de la minería —como la agroindustria exportadora— están incorporando el modelo. La lógica es la misma: los mercados internacionales exigen cada vez más pruebas documentadas de responsabilidad ambiental y social.

Costo accesible, validez equivalente

Acero y Roca | Magazine Minero - Certificación de Triple Impacto: la nueva herramienta que impulsa la competitividad minera argentina

La certificación de Triple Impacto de CAME apunta a que las pymes puedan acceder a certificaciones internacionales de calidad.

Una de las barreras tradicionales para que pymes accedan a certificaciones internacionales es el costo. Las normas ISO, por ejemplo, pueden resultar prohibitivas para empresas pequeñas o medianas que recién buscan posicionarse como proveedoras del sector minero.

La certificación de Triple Impacto de CAME apunta a resolver ese problema ofreciendo una alternativa con menor costo pero igual validez técnica.

«Es muy inferior al costo que tiene una norma internacional y estamos validados por la Asociación Argentina de Empresas Certificadoras. Es un sello formalizado como certificado de triple impacto», explicó Minnozi sobre la estructura de precios.

La pregunta inevitable es si ese menor costo implica menor calidad o reconocimiento. El dirigente fue categórico al responder: «No, no prácticamente. Con una validez igual. Quiere decir que tiene mejor precio porque CAME no rentabiliza con esto, pero la calidad es la misma».

La ecuación es simple: CAME no busca lucrar con las certificaciones sino fortalecer al sector. Por eso puede ofrecer un servicio técnicamente equivalente a las normas internacionales pero a un precio que no expulsa a las pymes del sistema.

La Ley de Proveedores y el futuro de los locales

El certificado cobra aún más relevancia en el contexto donde toda la minería de San Juan espera que se sancione el proyecto de ley de proveedores mineros.

Minnozi planteó un escenario concreto: una vez que exista una ley que priorice proveedores locales, las empresas multinacionales podrían argumentar que los proveedores sanjuaninos no cumplen los mismos estándares de calidad que sus contratistas habituales.

«Creemos que va a salir la ley. Lo que queremos es que, aunque los proveedores sean locales, tengan la certificación para que no sean discriminados al momento de la contratación«, subrayó el empresario.

La estrategia es inteligente: no basta con una ley que exija contratar locales si los locales no pueden demostrar que cumplen estándares técnicos equiparables a la competencia nacional o internacional. El certificado de Triple Impacto sería la herramienta que equilibra la protección legal con la competitividad técnica.

En otras palabras: la ley obliga a considerar proveedores locales, el certificado garantiza que esos proveedores sean una opción técnicamente viable.

Capacitación incluida

Mineros trabajando en una mina de cielo abierto

La certificación de Triple Impacto, una herramienta clave para competir en megaproyectos mineros.

Obtener el certificado no es solo pagar una auditoría y esperar el papel. El proceso incluye capacitaciones técnicas y de gestión que ayudan a las empresas a ordenar procesos que quizás tenían implementados informalmente pero nunca habían documentado.

«Esto se viene trabajando desde hace más de tres años. Lo que pasa es que ahora lo estamos implementando en la empresa de servicio y en empresas agroindustriales exportadoras», afirmó Minnozi sobre la maduración del programa.

Muchas pymes hacen las cosas bien pero no tienen protocolos escritos, registros de gestión ambiental documentados o sistemas de medición de impacto social. La certificación obliga a formalizar esas prácticas, lo que termina siendo una mejora operativa más allá del sello en sí.

Según el dirigente, CAME cuenta con los recursos humanos necesarios para escalar el programa sin limitaciones. Si la demanda crece, y todo indica que crecerá, la cámara está en condiciones de responder con auditorías y capacitaciones en todo el país.

Un cambio de paradigma que llegó para quedarse

La certificación de Triple Impacto representa algo más profundo que un simple sello corporativo. Refleja un cambio en la forma en que la minería argentina piensa su relación con el entorno, con sus trabajadores y con su propia sustentabilidad económica.

Durante décadas, el sector minero argentino operó con estándares ambientales y sociales que, aunque legales, no siempre fueron suficientes para construir confianza en las comunidades ni para atraer inversión internacional de primer nivel. La licencia social se perdía por falta de transparencia, los conflictos escalaban por ausencia de diálogo, y las empresas locales perdían contratos frente a competidores de otras provincias con mejores credenciales técnicas.

El Triple Impacto busca resolver esos tres problemas a la vez: fortalece la licencia social al demostrar compromiso ambiental verificable, mejora las relaciones laborales al exigir condiciones razonables auditadas externamente, y aumenta la competitividad económica al ofrecer un diferencial reconocido por las multinacionales.

No es una panacea ni resuelve todos los desafíos estructurales del sector. Pero es una herramienta concreta que está al alcance de pymes y empresas medianas que quieren jugar en las grandes ligas sin morir en el intento.

Como resumió Minnozi, la minería argentina ya no solo busca extraer minerales. Busca demostrar que puede hacerlo bien, de manera responsable, y con un modelo que beneficie a todos los actores involucrados. La certificación de Triple Impacto es una de las formas en que ese cambio de paradigma se está materializando.

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