Minería y universidad: 52 años de la UNSJ al servicio del progreso sanjuanino
Este 10 de octubre, la Universidad Nacional de San Juan ( UNSJ) celebró 52 años de historia, compromiso y crecimiento como institución pública de educación superior. Desde su fundación en 1973, ha sido protagonista del desarrollo científico, académico y social de la provincia. En este aniversario, la UNSJ se encuentra frente a nuevos desafíos vinculados al auge de la minería, el impacto ambiental, la inclusión y la formación profesional en todos sus niveles.
En este contexto, ACERO Y ROCA entrevistó al actual rector, Tadeo Berenguer, ingeniero en Minas y docente con larga trayectoria, quien reflexiona sobre el papel estratégico de la universidad, su vínculo con el territorio y el rol de las nuevas generaciones.
Por Daniela Albarez
Tadeo Berenguer, rector de la UNSJ e ingeniero de Minas, analiza los desafíos del sector.
De ingeniero de minas a rector: Una trayectoria ligada al sector
ACERO Y ROCA: ¿Cómo relaciona usted su formación como ingeniero en Minas con su puesto actual como rector de la universidad?
BERENGUER: Se da una coincidencia significativa: después de más de cincuenta años, vuelve a haber un ingeniero en Minas como rector de la UNSJ. El primero fue el ingeniero Julio Rodolfo Millán, profesor mío, con una destacada trayectoria como docente e investigador. En aquellos años, sin embargo, no existía la gran minería que conocemos hoy. En el país, los desarrollos más relevantes se concentraban en los extremos: El Aguilar, en Jujuy, y Río Turbio, en Santa Cruz, con la explotación de carbón. En San Juan, la actividad minera se limitaba principalmente a la producción de cal, una de las primeras industrias locales, y a algunas rocas de aplicación.
La geología sin fronteras: El desafío del desarrollo minero argentino
Estudios de aforo en Cordillera por el Instituto de Investigaciones Hidráulicas de la Facultad de Ingeniería.
Como estudiantes, mirábamos hacia Chile y nos llamaba la atención que allí sí existieran grandes emprendimientos mineros, mientras que del lado argentino no había nada. Y uno se preguntaba: ¿Cómo puede ser que un límite geográfico marque una diferencia tan grande? Porque la geología, claro está, no reconoce fronteras. Lo que faltaban eran condiciones más adecuadas y estables dentro del país para que la minería pudiera crecer.
Nunca imaginé en aquel entonces llegar a este rol, pero desde que me recibí he estado siempre vinculado a la investigación minera. Es una actividad apasionante, y ese interés me llevó a cumplir distintas funciones: fui jefe del departamento de Ingeniería de Minas en dos oportunidades, consejero superior, decano y, ahora, rector. Y justo en este momento en que la minería atraviesa un nuevo auge, después de más de veinte años de evolución, me toca acompañar a la universidad desde este lugar estratégico.
Capacidad institucional: ¿Está la UNSJ preparada para el nuevo escenario?
Entrega de certificados de la Escuela de Oficios a vecinos de Rawson.
ACEROYROCA: Con este crecimiento, ¿La institución está preparada para absorber la demanda de nuevas carreras y profesionales? ¿Hay un plan estratégico?
BERENGUER: Sí, lo está, aún con desafíos por enfrentar. La aparición de grandes yacimientos en la provincia, con campamentos estables permitió que se incorporaran profesionales de diversas disciplinas. Así, la minería dejó de depender de un solo perfil «multiuso» como lo eran los ingenieros de minas y comenzó a nutrirse de especialistas: ingenieros eléctricos, electrónicos, civiles, especialistas en informática, e incluso en programación y robotización. Además, la minería demanda egresados en comunicación, sociología, turismo, biología, enfermería y de todas las carreras que ofrecemos.
Hoy, por ejemplo, egresados de nuestra universidad trabajan en automatización minera, en sistemas de control remoto y en robótica aplicada a la reducción de riesgos. La tecnología ha transformado el sector y se ha vuelto esencial para disminuir la exposición de los operarios a tareas peligrosas.
Este crecimiento y diversificación de la minería generó una demanda mucho mayor de profesionales, y la universidad ha respondido a esa demanda. Antes era difícil conseguir que profesionales con experiencia directa en minas participaran de la formación académica. Pero con el desarrollo de emprendimientos mineros en la provincia, logramos que muchos de esos especialistas se incorporen como docentes o dicten cursos y diplomaturas. Eso ha enriquecido profundamente la formación.
¿Por qué es tan valioso este vínculo?
Porque a veces la academia no avanza tan rápido como la tecnología en el campo. Entonces, contar con profesionales que llevan al aula su experiencia real permite actualizar contenidos, acercar a los estudiantes a la práctica, y formar perfiles más competitivos.
Además, el vínculo con las empresas ha facilitado el acceso a herramientas como software de simulación y diseño que hoy se usan tanto en la industria como en nuestras aulas. Todo esto nos obliga a pensar estratégicamente el rol de la universidad en este nuevo escenario y a tener un plan estratégico que se fortalece con las alianzas.
Si bien la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales son las más directamente vinculadas con la minería —a través de carreras como Ingeniería de Minas, Geología, Geofísica, Informática—, el impacto de esta actividad se extiende a muchas otras disciplinas. Por eso estamos trabajando en propuestas que integren distintas áreas del conocimiento para acompañar de forma sostenida este proceso de transformación.
El vínculo estratégico: Universidad, empresa y Estado
Convenio de la UNSJ con la Escuela de Minería de la Curtin University de Australia.
ACEROYROCA: ¿Cómo es la relación actual entre la universidad, las empresas mineras y el Estado, especialmente en materia de formación?
BERENGUER: Actualmente, esta colaboración se traduce en múltiples iniciativas: Profesionales que participan como docentes, se han firmado convenios para estudios ambientales, como un relevamiento de fauna (guanacos), de flora y ADN, para cumplimentar las líneas de base que exigen los procesos de evaluación ambiental. Se articula con el Estado provincial y municipal para instalar aulas híbridas o virtuales en zonas mineras remotas, para que los estudiantes residentes en esos departamentos puedan formarse sin tener que trasladarse.
Tenemos asignaturas específicas de evaluación de Impacto Ambiental que cubren las etapas clave de la minería: exploración, explotación, tratamiento del mineral.
Medio ambiente, impacto y licencia social: El rol formador de la UNSJ
Instituto de Investigaciones mineras de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ.
ACEROYROCA: En este escenario, ¿Cómo contribuye la USNJ en la licencia social minera?
BERENGUER: Debemos tener claro que toda actividad antrópica genera un impacto en el ambiente, y la minería no es la excepción. Sin embargo, a diferencia de muchas otras actividades, la minería está regulada por una ley específica que establece requisitos muy precisos, y esa ley debe ser cumplida rigurosamente.
En nuestra universidad, los futuros ingenieros reciben formación sobre estos temas. En particular, en la carrera de Ingeniería en Minas existe una asignatura dedicada a la evaluación de los impactos ambientales, que les permite comprender en profundidad cómo se relaciona cada etapa del proceso minero con el entorno.
Evitar completamente los impactos no siempre es posible, pero sí es posible minimizarlos, controlarlos y trabajar en la mitigación. Nuestros egresados están formados para actuar con responsabilidad ambiental y social. No pueden desconocer los efectos de la actividad minera ni los procedimientos técnicos y legales para abordarlos.
Género y equidad: Los nuevos desafíos en la minería y la academia
ACEROYROCA: Usted ha mencionado el género, la inclusión. ¿Cómo ve el rol de las mujeres en la minería y en la universidad, y qué desafíos quedan?
BERENGUER: Avanzamos, aunque falta camino por recorrer. Históricamente, la minería no era un espacio amigable para mujeres. Pero ahora hay ingenieras de minas graduadas que trabajan en campamentos, en explotación, en plantas de tratamiento. Las mujeres aportan cualidades distintas, complementarias: detalle, organización, liderazgo, innovación, y muchas superan expectativas en contextos técnicos. En lo económico, la meta es que el mismo cargo tenga la misma retribución sin distinción de género. Sé que algunas empresas ya lo hacen, que hay prácticas de igualdad, pero no es uniforme.
Los nuevos desafíos son asegurar políticas permanentes que promuevan becas, mentorías, entornos laborales seguros, roles de liderazgo femenino, y concientización social.
Formación profesional y saberes locales: El compromiso con la comunidad
Inauguración Aulas Híbrida en Los Berros, Sarmiento.
ACEROYROCA: Más allá de carreras universitarias, ¿Qué papel juega la Escuela de Oficios y Educación Profesional de la UNSJ?
BERENGUER: La Universidad ha creado una escuela de oficio que ofrece cursos demandados por la comunidad: instalación eléctrica domiciliaria, instalación de aire acondicionado, oficios tradicionales como tejido, tallado en madera o piedra, entre otros. Muchas de esas actividades rescatan saberes ancestrales, los preservan y los transmiten a las nuevas generaciones.
Es muy gratificante ver a quienes reciben su certificado llegar acompañados por sus familias: vienen con su pareja, con sus hijos, y uno siente que ese logro es compartido. En esos momentos se ve claramente que el alcance de la universidad no se limita a la investigación académica o a las grandes ciencias, sino que también se extiende a la comunidad, que es, en definitiva, a quien nos debemos.