La gran apuesta de Arkansas: ¿El nuevo epicentro del litio en Estados Unidos?
En medio de una carrera global por los minerales críticos, el estado de Arkansas está levantando la mano para posicionarse como el centro neurálgico de la producción de litio en Estados Unidos. Sin embargo, para lograrlo, debe enfrentar una dura competencia china, un mercado de precios a la baja y, sobre todo, un desafío tecnológico monumental.
Por Redacción ACERO Y ROCA

Estados Unidos esperanzado en Arkansas para producir litio
Un tesoro subterráneo: La formación Smackover
La confianza de Arkansas se asienta sobre una ventaja geológica clave: la Formación Smackover, un reservorio subterráneo que se extiende desde Florida hasta Texas.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), esta formación está llena de salmueras que contienen una cantidad masiva de litio, estimada entre 5,1 y 19 millones de toneladas métricas. Para ponerlo en perspectiva, este volumen representa entre el 35% y el 136% de todo el litio estimado en Estados Unidos.
De hecho, este potencial es visto como una cuestión de seguridad nacional. «Hay potencial para aumentar la producción en Estados Unidos y reemplazar las importaciones», afirmó David Applegate, director del USGS. Actualmente, el país produce menos del 2% del suministro global y, según S&P Global, sigue dependiendo fuertemente de las importaciones desde Chile y Argentina.

La Formación Smackover es un reservorio subterráneo de salmueras ricas en litio que se extiende desde Florida hasta Texas.
Gigantes energéticos ya pisan fuerte en Arkansas
Este potencial no ha pasado desapercibido. Gigantes energéticos como Exxon Mobil, Standard Lithium y Chevron ya están en plena carrera para desarrollar proyectos en la zona.
«Lo que todos intentamos hacer es que Arkansas sea lo más competitivo posible«, señaló Patrick Howarth, quien dirige el negocio de litio de Exxon Mobil, durante la Cumbre de Innovación de Litio en Little Rock.
Por su parte, Andy Robinson, presidente de Standard Lithium (que está desarrollando un proyecto con Equinor), destacó el esfuerzo por validar la oportunidad: «Dedicamos mucho tiempo a convencer a personas fuera de Arkansas de que esta oportunidad es real, de que puede ser de bajo costo y convertirse en un suministro creíble para América del Norte».
Las «cartas» de Arkansas para competir
Para seducir a estas inversiones multimillonarias, Arkansas apuesta por sus ventajas competitivas:
- Una mano de obra con amplia experiencia industrial.
- Tarifas eléctricas que se ubican entre las más bajas de Estados Unidos.
- Un marco regulatorio que se considera «permisivo» para acelerar los proyectos.
No obstante, la única mina de litio actualmente operativa en el país sigue estando en Nevada, operada por Albemale.
Los tres grandes desafíos en el horizonte
A pesar del optimismo, funcionarios y ejecutivos reconocen que los retos son inmensos.
El desafío tecnológico: La prueba de fuego del DLE
El primer gran obstáculo es técnico. Todo ese litio sería suficiente para millones de baterías de vehículos eléctricos, pero solo si el metal puede filtrarse mediante Extracción Directa de Litio (DLE). El problema es que esta tecnología nunca antes se ha implementado a escala comercial en el mundo.

Standard Lithium es una de las grandes compañías, junto a Exxon y Chevron, que apuestan por la extracción de litio en Arkansas.
Un mercado «planchado» por la competencia
Además, el contexto de precios no ayuda. El mercado debe lidiar con una caída del precio del litio de más del 80% en los últimos 18 meses. Según Benchmark Mineral Intelligence, este desplome fue impulsado, en gran parte, por un exceso de oferta proveniente de competidores chinos.
La cautela es tal que la propia Exxon ya ha retrasado al menos un año sus planes de producción, con un nuevo objetivo fijado para 2028.
El motor de la demanda: por qué la apuesta sigue en pie

La demanda del litio está impulsado casi en su totalidad por los vehículos eléctricos.
Entonces, ¿por qué la urgencia? La respuesta está en la demanda proyectada. Se estima que el consumo de litio alcanzará 1,5 millones de toneladas para 2025 y superará los 3 millones de toneladas para 2030.
Este crecimiento exponencial es impulsado casi en su totalidad por los vehículos eléctricos, que ya representaron el 87% del consumo de litio en 2024.
Reconociendo esta necesidad, la administración Biden ya había impulsado incentivos clave bajo la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de 2022, que otorga créditos fiscales a las empresas que extraigan y procesen materiales para baterías dentro de Estados Unidos.
En resumen, Arkansas se juega una carta de alto riesgo: si logra validar la tecnología DLE a gran escala, podría transformar su economía y la cadena de suministro de todo un país.