Minería de uranio: Argentina se reposiciona como actor clave en la transición energética
El déficit global del mineral y la revalorización de la energía nuclear abren una oportunidad histórica para el país, que busca reactivar su producción. Proyectos como Amarillo Grande, en Río Negro, avanzan con financiamiento asegurado, mientras se fortalece el eje geopolítico con Estados Unidos para minerales críticos.
Por Diego Castillo

Argentina busca posicionarse dentro de los países con mayor producción de uranio del mundo.
El tablero energético global ha cambiado. La energía nuclear, alguna vez debatida, se consolida hoy como una solución limpia y estable para la descarbonización. En este contexto, Argentina emerge con un potencial extraordinario, impulsado por sus reservas de uranio y un nuevo alineamiento geopolítico.
“Hoy el mundo volvió a valorar la energía nuclear como limpia, estable y esencial para reducir emisiones”, destacó Guillermo Pensado, asesor de Blue Sky Uranium y presidente de la Cámara de Empresas Mineras de Mendoza.
Ante este cambio de perspectiva, se ha generado “un déficit global en la oferta primaria de uranio frente a la demanda”, lo que, según Pensado, representa “una oportunidad enorme para el país”.
La gran paradoja argentina: Potencia nuclear sin uranio propio

Guillermo Pensado y Nikolaos Cacos de Blue Sky Uranium resaltan la urgencia de la oportunidad.
Argentina enfrenta una situación singular. Gracias a décadas de desarrollo científico y tecnológico, con bases clave como Bariloche, el país “es uno de los pocos del mundo que domina todo el ciclo nuclear”. Sin embargo, la paradoja es evidente.
“Somos uno de los pocos países que puede sentarse en el club nuclear del mundo, porque manejamos cada eslabón de la cadena de energía nuclear. Exportamos reactores de investigación, fabricamos el combustible, lo reciclamos, y sin embargo, el uranio lo importamos. Es una paradoja”, declaró Pensado en una entrevista con un programa radial.
Esta dependencia se debe a una «decisión económica, pero un error geopolítico» de los años 90, cuando el bajo precio del mineral hizo que se optara por importar desde Kazajistán y Canadá en lugar de producir localmente.
Hacia la soberanía energética
El consenso actual es claro: la energía nuclear es una aliada contra el cambio climático. El especialista recordó que incluso “El Partido Verde finlandés considera la energía nuclear como una aliada contra el cambio climático. Ese cambio de paradigma es muy importante”.
Por esta razón, reactivar la extracción local es visto como un paso estratégico. “Producir uranio es tener independencia energética. Si ya producimos petróleo, gas y litio, debemos sumar el uranio como otra fuente clave para el desarrollo nacional”, afirmó Pensado.
Proyectos en marcha: El despertar del uranio argentino

Argentina posee reservas significativas que podrían ubicarlo entre los 10 o 15 principales productores mundiales
El país posee reservas significativas que podrían ubicarlo entre los 10 o 15 principales productores mundiales. El proyecto con mayor grado de avance es Amarillo Grande, el reservorio de Blue Sky Uranium en Río Negro.
El potencial de Amarillo Grande en Río Negro

El proyecto Amarillo Grande en Río Negro es el más avanzado del país.
Guillermo Pensado detalló que este proyecto, actualmente en fase de “prefactibilidad”, tiene ventajas logísticas claras: “Es un proyecto sencillo, prácticamente una cantera de arena con uranio a menos de 20 metros de profundidad. Con inversión y trabajo técnico, podríamos estar produciendo dentro de esta década”.
Nikolaos Cacos, Presidente y CEO de Blue Sky Uranium, reafirmó esta visión. En esta oportunidad, señalando que el Depósito Ivana en Río Negro representa el «presente inmediato» de la compañía, buscando acelerar hacia la construcción y producción.

Nikolaos Cacos, Presidente y CEO de Blue Sky Uranium
Financiamiento asegurado y visión futura
El impulso no es solo técnico, sino también financiero. Cacos confirmó la solidez del proyecto, asegurando que “Todo el dinero para eso, hasta 200 millones de dólares que podría ser requerido para poner el depósito en producción, está disponible para nosotros”. Este respaldo proviene, en gran parte, de su asociación con Corporación América, de Eduardo Eurnekian.
La urgencia es un factor clave. «Estamos intentando hacer todo lo que podemos para acelerar los procesos porque la oportunidad es hoy», sentenció Cacos. A futuro, la empresa también ha identificado una «gran oportunidad» en Mendoza, con el Proyecto Córcovo.
El nuevo eje geopolítico: Minerales críticos

El acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos se enfoca en la cadena de suministro de minerales críticos.
El potencial minero del país se alinea con un nuevo contexto internacional. El reciente Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos entre Estados Unidos y Argentina pone a los minerales críticos y la seguridad energética en el centro de la relación bilateral.
Este entendimiento se basa en el Memorándum de Entendimiento sobre minerales críticos firmado en agosto de 2024, que busca integrar a Argentina en las cadenas de suministro que Washington considera esenciales para su seguridad tecnológica.
El debate: ¿Es el uranio un mineral crítico?
Aunque la definición estadounidense actual de «mineral crítico» excluye el uranio (considerándolo combustible), existe un debate sobre si esta clasificación debería modificarse.
Estados Unidos genera el 19% de su energía a partir de fuentes nucleares. Por consiguiente, cualquier interrupción en la cadena de suministro de uranio podría causar un «problema enorme» en su red eléctrica. Si bien la clasificación depende de las necesidades de cada nación, la importancia creciente del uranio es innegable.
El futuro: El triángulo energético argentino

Cobre, litio y uranio: ¿El nuevo triángulo energético argentino?
La reactivación del uranio se suma al desarrollo de los reactores modulares pequeños (SMR), tecnología que Argentina ya prototipa y que permitirá plantas más seguras y adaptables. «Vamos hacia reactores autónomos que generan energía limpia las 24 horas del día. Eso también es minería: sin uranio, no hay energía nuclear”, subrayó Pensado.
El dirigente considera que el uranio debe sumarse al cobre y al litio como pilar estratégico. “Si combinamos la producción de litio para las baterías, el cobre para las redes eléctricas y el uranio para la energía nuclear, Argentina puede convertirse en un actor clave de la nueva economía energética global”.
En esta visión, el desarrollo minero es la pieza final para la estabilidad económica. “Con Vaca Muerta, la minería y el campo como motores, en diez o veinte años podríamos tener una economía diversificada y estable. El uranio puede ser la pieza que falta para completar ese rompecabezas energético”, concluyó Pensado.