En diálogo con ACERO Y ROCA, Pamela Goicovich, presidenta Asociación Cámara Internacional del Litio y Energías CIL Lithium, repasa su trayectoria, el impacto del mineral en la transición energética y los desafíos que marcarán a la industria en 2026. En este sentido, su visión emerge como una de las más influyentes dentro del Triángulo del Litio.

 

 

 Trayectoria y nacimiento de una visión

Su vínculo profesional con la industria del litio nació desde la arquitectura, la ingeniería aplicada y la gestión estratégica. A comienzos de la década pasada, desde Goico Group, Pamela Goicovich comenzó a representar empresas interesadas en ingresar al ecosistema del litio en Chile y Argentina, especialmente compañías de ingeniería, tecnología y capital internacional.

Como resultado, esa primera etapa significó más de veinte viajes a salares, Atacama, Maricunga, Pedernales, Olaroz, La Antigua, La Mula, Laguna Escondida, Hombre Muerto y Salinas Grandes; reuniones con más de 100 actores empresariales y territoriales; levantamiento de información técnica, hidrogeológica y logística para inversionistas extranjeros; y participación en procesos de estrategia y permisos en etapas tempranas.

De esos años surgió una comprensión clave: la complejidad geopolítica del Triángulo del Litio, la sensibilidad territorial del recurso, la urgencia de integrar a las comunidades originarias en la gobernanza y la necesidad de una organización continental independiente que reuniera industria, tecnología, academia, gobiernos y territorios.

2023: El origen de CIL Lithium

Ese diagnóstico dio origen, en 2023, a la Cámara Internacional del Litio y Energías CIL Lithium, fundada en un contexto de auge global del mineral. Hoy, la Cámara articula empresas con presencia en más de 700.000 hectáreas de salares, equivalentes al 18% del Triángulo del Litio en fase de exploración activa.

Entre sus hitos, Goicovich destaca su rol como presidenta del Directorio de las empresas del Grupo Goico, la fundación de CIL Lithium en 2023, la dirección de las Cumbres del Litio y Energías años 2023, 2024, 2025, las misiones Entre Mundos I y II (2024–2025), visitas oficiales a sitios productivos de alta relevancia como Salar de Atacama, Salar El Carmen, y la expansión internacional de la Cámara con embajadores en Europa, Argentina y nuevas representaciones previstas para 2026 en EE. UU., Panamá, Bolivia y próximamente China.

La visión que conduce estos esfuerzos es clara: integrar la cadena de valor del litio con estándares de trazabilidad, regeneración e inteligencia territorial.

Dirigir el diálogo continental sobre el litio

Para Goicovich, presidir CIL Lithium significa liderar una organización en crecimiento constante y referente en tecnologías clave para la transición energética: extracción directa de litio (DLE), almacenamiento en baterías (BESS), ESG, astro-minería y teledetección, reciclaje de baterías, electromovilidad, hidrógeno verde y mercados de minerales críticos.

“Ser presidenta es dirigir el diálogo continental sobre un recurso estratégico como el litio producido desde América, que definirá los próximos 30 años de transición energética a nivel global”, afirma.

Litio y sostenibilidad: ética, tecnología y comunidad

“Para mí, el litio es un puente entre el mundo que heredamos y el que queremos construir”, sostiene. Sus recorridos por los salares de Chile, Argentina y próximamente Bolivia la llevaron a una convicción profunda: la tecnología no basta sin ética, confianza y comunidad.

Por eso impulsa el avance hacia tecnologías DLE —más de 30 variantes— que en algunos casos permiten extraer litio sin agua o con menores presiones sobre los ecosistemas hídricos. También promueve modelos de cogestión ambiental en los que las comunidades accedan a datos hídricos y de salmuera en tiempo real, y políticas de trazabilidad total.

“Las futuras generaciones merecen un litio con trazabilidad a tiempo real”, afirma, destacando la incorporación de empresas de IA y plataformas de datos.

Impacto territorial: agua, comunidades y equilibrio

Sin embargo, toda tecnología requiere equilibrio territorial. Goicovich recuerda el brillo en los ojos de los abuelos atacameños al hablar de sus bofedales, de sus camélidos y de sus aguas sagradas. También percibe la preocupación legítima frente al avance industrial.

“No hay sostenibilidad sin respeto por las aguas continentales; no hay desarrollo sin comunidades sentadas desde el principio en las mesas de decisiones”.

Cada visita a lugares como San Pedro de Atacama, el Salar de Atacama o el Salar de Hombre Muerto reafirma que el litio debe ser símbolo de riqueza americana, no solo una operación extractiva.

Empleo, oportunidades y trayectorias de vida

Asimismo, Goicovich repite que “el litio no solo genera empleos, genera trayectorias de vida”. En torno al mineral están emergiendo profesiones completamente nuevas: ingenieros de procesos, ingenieros DLE, especialistas en movilidad eléctrica, técnicos en baterías y reciclaje, profesionales en logística verde y operadores de puertos inteligentes. Su mayor emoción, explica, es ver a jóvenes, especialmente mujeres del norte, ingresar a carreras tecnológicas con la certeza de que este mineral abre oportunidades reales para elevar ingresos y diversificar economías locales.

Innovación: unir mundos que aún no conversan

Para Goicovich, la innovación vive su momento histórico. La apuesta de la Cámara es unir empresas tecnológicas de DLE, centros de investigación, gobiernos regionales, comunidades ancestrales y startups de materiales avanzados. “La ciencia puede medir el salar, pero solo la comunidad puede interpretarlo”, señala. Su rol es articular esos mundos para acelerar innovaciones que respeten los equilibrios naturales.

Visión de futuro: descarbonización y valor agregado

Pamela imagina un Triángulo del Litio unido, un bloque estratégico capaz de fijar estándares inéditos. Visualiza una industria limpia de principio a fin, extracción responsable, energía renovable, transformación local y reciclaje avanzado, y una humanidad que use el litio para elevar su calidad de vida.

Su obsesión, afirma, es evitar que el litio repita la historia del cobre del siglo XX. “Quiero que seamos fabricantes, no solo extractores”, advierte. “El litio no es solo energía para baterías; es el legado que el Triángulo del Litio entrega al mundo”.

Balance 2025: Madurez y presencia real

El 2025 fue, para CIL Lithium, un año transformador. La Cámara estuvo en terreno, escuchó preocupaciones y observó la transformación de los territorios. Tres sensaciones resumen el año: madurez, coherencia y presencia real.

El mayor desafío fue navegar la complejidad del Triángulo del Litio. La experiencia del “entre mundos”, visitar el Consejo de Pueblos Atacameños, centro radio astronómico ALMA a 5.000 metros y las operaciones de SQM Salar El Carmen, obligó a replantear perspectivas. «El litio ya no es solo minería: es geopolítica, ciencia, sostenibilidad, identidad y relación humana».

El mercado, pese a precios más bajos, se volvió más realista y criterioso. La demanda continuó creciendo y las inversiones se mantuvieron firmes. “El litio sigue siendo el corazón de la transición energética”, afirma.

Competencia global y riesgos estratégicos

Goicovich observa una competencia global intensa para 2026. Entre las oportunidades, destaca la demanda de litio con sello latinoamericano sostenible y la llegada de actores tecnológicos internacionales. Entre los riesgos, menciona la fragmentación regulatoria y la presión por producir sin responsabilidad ambiental.

Inversiones y exploración: la reactivación inteligente

El 2026, anticipa, será un año de reactivación inteligente, con un repunte del capital internacional, mayor exploración en salares emergentes y un crecimiento de fondos ESG provenientes de EE. UU., Europa y Asia. La estabilidad, la trazabilidad y la protección hídrica serán determinantes para atraer inversiones.

Desafíos regulatorios, ambientales y tecnológicos

Entre los desafíos críticos identifica reglas claras y ágiles, monitoreo hídrico en tiempo real, maduración de DLE, economía circular del litio, gestión responsable de residuos y el impulso de innovaciones como la “Ciudad de la Sal”. También subraya la importancia de fortalecer relaciones de confianza entre empresas y comunidades.

El papel estratégico de CIL Lithium

Para Goicovich, el rol más importante de la Cámara durante este año fue estar donde las cosas ocurren: con las comunidades, en observatorios astronómicos, en salares productivos. La tercera Cumbre del Litio y Energías, dedicada a la Regeneración, marcó un hito, con la participación de líderes globales, empresas, embajadas, centros científicos, universidades y comunidades indígenas. La Cámara continuará fortaleciendo alianzas internacionales durante el 2026 para concretar la cuarta cumbre “Full Inversiones”.

Objetivos 2026: Integración, tecnología y gobernanza

El 2026 tendrá como eje fortalecer el liderazgo regional del Triángulo del Litio como la mayor plataforma de producción sostenible del mundo. Entre los hitos se destaca la misión Entre Mundos III (abril de 2026), con visitas a los salares de Atacama (Chile), Uyuni (Bolivia) y Olaroz (Argentina).

Tres líneas guiarán el año:

• Impulsar la adopción de tecnologías de vanguardia, especialmente DLE avanzada.
• Elevar la gobernanza colaborativa entre Chile, Argentina y Bolivia.
• Posicionar a la Cámara como hub de innovación, inversión y formación profesional.

El rol de la Cámara en la industria del futuro

Para Goicovich, la Cámara debe ser un puente entre el mundo público, privado, académico y territorial. Sus roles clave para 2026 serán: centro de pensamiento estratégico, mesa internacional de convergencia, impulsor de estándares de sostenibilidad y embajadora global del litio sostenible latinoamericano.

“El litio no es solo energía para baterías; es un legado para las futuras generaciones”.

Hacia la «Cuarta Cumbre del Litio y Energías»

Mientras la región avanza hacia 2026, CIL Lithium consolida su compromiso con una industria sostenible, tecnológicamente avanzada y articulada internacionalmente. Los análisis de instituciones financieras como JP Morgan confirman que la competencia no será por volumen, sino por confianza, trazabilidad y sostenibilidad.

En ese contexto, Goicovich destaca un hito mayor: la Cuarta Cumbre del Litio y Energías – Full Inversiones Internacional, que se realizará el 22 de octubre de 2026 en Santiago de Chile. Este evento convocará a gobiernos, diplomáticos, fondos internacionales, empresas productoras de litio, energías limpias, startups, compañías tecnológicas, academia y representantes de comunidades originarias, para profundizar la agenda de inversión, innovación y gobernanza sostenible del litio en América Latina.

“Es el momento de pasar de la observación a la acción. Es el momento de invertir en el futuro energético del mundo desde la región que lo hará posible”, concluye.