«Mendozazo: Folguera explica por qué la defensa del agua frenará el proyecto San Jorge»
Por Luciana Vignoli
El activista, biólogo, filósofo e investigador del Conicet, Guillermo Folguera, estuvo presente en la masiva movilización realizada el 9 de diciembre en Mendoza contra el proyecto minero San Jorge. En diálogo con ACERO Y ROCA, explicó por qué la defensa del agua volvió a movilizar a miles de personas, los riesgos socioambientales de la iniciativa, el rol de las corporaciones y los desafíos que enfrenta la organización social.
El nuevo Mendozazo movilizó a miles de personas en defensa del agua, replicando la masividad de 2019.
La defensa del agua vuelve a movilizar Mendoza: El antecedente y la escasez crítica
Mendoza volvió a vivir un hecho histórico. Para Guillermo Folguera, activista, biólogo, licenciado en filosofía e investigador del Conicet, lo ocurrido el 9 de diciembre tiene una raíz profunda: “Mendoza tiene el antecedente impresionante de diciembre del 2019, pero previamente una historia con un contexto social, económico y político en donde el agua aparece como un elemento fundamental”.
Por un lado, el investigador remarcó que lo sucedido este año replica ese proceso: “Ayer pasó lo mismo. Es un proceso organizacional clave y el carácter inevitable tiene que ver con la escasez de agua”. Según explicó, la provincia atraviesa un escenario crítico porque “cada vez hay menos agua y creo que hay un convencimiento generalizado de que con agua contaminada no se puede vivir, no se puede producir, no se puede tener salud y no se puede tener naturaleza”.
La diversidad social y productiva de Mendoza se unió en una caravana para reclamar la centralidad del agua ante la crisis hídrica.
Un proceso social amplio y diverso: Los tres motivos que llevaron a miles a la calle
Además, Folguera destacó que la masividad de la movilización responde a un tejido social extendido. “Hubo dos concentraciones, una al mediodía cuando el Senado aprobaba y daba media sanción al proyecto San Jorge, y otra a la noche. A la noche hablaban entre 20, 30 y algunos estimaban hasta 50 mil personas presentes”.
La diversidad fue, para él, un elemento central. “Yo vine de Uspallata, caminé junto con otras personas y la diversidad es el elemento fundamental. Sectores rurales, urbanos, formas de producción, reivindicaciones sociales, todos recuperan la centralidad del agua”.
El investigador señala tres motivos fundamentales que llevaron a distintos sectores a participar en el Mendozazo: la certeza de que el agua es escasa, la baja cantidad de precipitaciones y el reconocimiento del rol clave de los glaciares y cursos de agua. Este panorama se suma, además, al aumento de los conflictos socioambientales en Argentina, que vienen creciendo en los últimos años.
Riesgos del proyecto San Jorge: Contaminación y sobreconsumo de agua en una cuenca clave
El proyecto San Jorge, de cobre, implica un sobreconsumo de agua y el uso de químicos, un riesgo para la cuenca del Río Mendoza.
Folguera fue claro sobre lo que implica el proyecto San Jorge: “Es un proyecto de minería de cobre que va a usar una enorme cantidad de químicos. Aunque no use cianuro, es una práctica absolutamente contaminante”. Señaló que existen “cuatro contaminantes que se conocen” y que la técnica de explotación implica extraer cobre para exportarlo “en nombre de la transición energética”, aun sabiendo que “la minería de cobre es una forma más de extractivismo”.
Los riesgos, según el investigador, son múltiples: “Aparecen muy fuerte vinculados con la contaminación y el sobreconsumo de agua. Es una técnica que usa una enorme cantidad de agua, agua que Mendoza no tiene”. Esta situación preocupa especialmente porque la región atraviesa un ciclo prolongado de crisis hídrica.
Por eso, los impactos abarcarían lo ambiental, lo social y lo productivo. “Estamos hablando de la cuenca del río Mendoza que abastece a la ciudad, y es una incógnita cómo van a reaccionar a mediano plazo sectores como la producción vitivinícola y el turismo”. Estos dos pilares económicos dependen directamente de la disponibilidad y calidad del agua.
Pacto social roto: La decisión de un sector gobernante que prioriza a las corporaciones
Folguera interpreta la aprobación del proyecto como una señal del rol que el gobierno ha decidido ocupar. “Estamos frente a un sector gobernante que encuentra que los socios son las grandes corporaciones y no el pueblo. Hay un pacto social roto”, afirma.
Según plantea, algunos sectores lo ven como una traición, otros como la confirmación de que las autoridades “vinieron a esto”, pero en cualquier caso existe un distanciamiento profundo de las necesidades sociales y ambientales. Este escenario, advierte, se repite en distintos territorios donde avanzan proyectos mineros en Mendoza y en otras provincias.
Organización y resistencia: La lucha que no da tregua
Guillermo Folguera, activista, biólogo, licenciado en filosofía e investigador, junto al abogado ambientalista Enrique Viale en el Mendozazo.
Frente a este panorama, Folguera asegura que “queda luchar, resistir, organizarnos”. Considera que Mendoza debe continuar su camino organizativo y que el resto del país debe acompañar. “Es fundamental entender las cuestiones del proceso mendocino. Tanto Mendoza, Chubut como Jujuy dieron en la tecla”.
En este sentido, destacó que “no tenemos que frenar. Del otro lado se organizan para que estos proyectos de muerte avancen. No tenemos que dar tregua y tenemos que trabajar en la diversidad, comprendiendo necesidades sociales locales, regionales, nacionales y continentales”.
Advirtió también que el antecedente pesa tanto para los movimientos como para el poder porque “están viendo cómo se desenvuelve lo de Mendoza para avanzar con la eliminación de la ley de las siembras y el permiso para fumigar en cualquier lugar del país”.
Conflicto y comunicación: La necesidad de articular la diversidad y vencer la brecha mediática
Con estimaciones de hasta 50.000 personas, el Mendozazo envió un mensaje claro sobre la prioridad del cuidado ambiental.
El futuro de los conflictos socioambientales será “complicado, creo que han quedado ubicados en un lugar central: del lado del poder, de las corporaciones y los sectores dirigentes. No va a haber evidentemente tregua y los van a seguir ubicando en un lugar central y por eso la importancia de nuestros sectores”.
Sin embargo, afirmó la fortaleza de los movimientos: “Las organizaciones locales son fundamentales, las coordinaciones entre lo local y lo regional son fundamentales. Todos los problemas son el mismo problema”. Folguera remarcó la importancia de articular con “los diferentes feminismos, los productores, los laburantes, los organismos de derechos humanos, los pueblos originarios”, entendiendo que “mucho de lo que se juega no es sólo a corto plazo, sino también a mediano y largo plazo”.
Finalmente, destacó la relevancia de la comunicación: “Los grandes medios han jugado a favor de sus socios, las corporaciones. Del otro lado tenemos que poner una comunicación y una educación acorde con las necesidades que llevan a la justicia social y al cuidado ambiental”.