Raúl Cardó’ Crónicas de campo’: Dimensión humana de la exploración geológica en los Andes

Por Yheny Navas
En la industria minera, suele medirse el éxito a través de leyes de corte, reservas y eficiencia; los mapas satelitales y los informes de factibilidad dominan las mesas de trabajo. Sin embargo, existe una dimensión paralela: la experiencia humana de quien camina la montaña. Detrás del descubrimiento de un yacimiento, hay historias de frío, soledad, camaradería y una conexión profunda con la tierra.
En esta entrevista para ACERO Y ROCA, dialogamos con Raúl Cardó, un referente con más de cuatro décadas de trayectoria, geólogo, profesor y escritor, quien acaba de presentar su obra «Crónicas de campo».

El libro ‘Crónicas de campo’ rescata la memoria viva del trabajo de exploración geológica en los Andes, incluyendo la soledad y la emoción de estar en campamentos abandonados.
Este libro no es solo un compendio de anécdotas; es un rescate emotivo de la vida en la Cordillera. Precisamente, Cardó busca poner en valor todo aquello que los tecnicismos dejan fuera, ofreciendo una mirada introspectiva que resonará con fuerza en cualquier profesional que haya pasado noches bajo el cielo de San Juan.
San Juan, la escuela de campo: De la exploración estatal del SEGEMAR a la minería moderna
Para entender la magnitud de los relatos de Cardó, en primer lugar, es fundamental situarnos en su contexto profesional. No estamos ante un observador casual, sino ante un protagonista de la historia geológica de la región. Su carrera se cimentó en el SEGEMAR (Servicio Geológico Minero Argentino), donde trabajó durante más de cuarenta años.
De hecho, su experiencia abarca un hito que pocos pueden ostentar: participó activamente del levantamiento de todas las hojas geológicas de la provincia de San Juan y de zonas vecinas. Esto le otorga una autoridad indiscutible para hablar sobre el territorio.
«San Juan es especial. Es una escuela de campo de Geología maravillosa. Tiene además un gran potencial minero», afirma el especialista con la convicción de quien conoce cada quebrada.

El geólogo Raúl Cardó, referente del SEGEMAR, participó en el levantamiento de todas las hojas geológicas de San Juan, dándole una autoridad indiscutible a sus Crónicas de Campo.
Al respecto, el autor nos invita a reflexionar sobre la evolución del sector. Su trayectoria atraviesa un momento bisagra en la historia argentina: la década del ’90. Anteriormente, según relata Cardó, «la exploración minera la realizaba el Estado». Él fue parte de esas campañas históricas en zonas icónicas como Valle del Cura y Calingasta antes del cambio de época.
Posteriormente, con la llegada de la nueva legislación que habilitó a las empresas privadas a liderar la exploración de depósitos metalíferos, el rol de los profesionales del Estado cambió drásticamente. «Entonces tuvimos que convertirnos en cartógrafos geológicos«, explica Cardó. Esta transición, narrada en su libro, no es solo un dato administrativo, sino el testimonio de cómo se forjó la minería moderna en el país.
Potencial minero: Por qué la mirada no debe restringirse al cobre ni a la alta cordillera
Si bien San Juan es mundialmente reconocida por su riqueza cuprífera, Cardó aprovecha la entrevista para lanzar un dato de alto valor estratégico para nuestros lectores. No obstante el foco habitual en la alta cordillera, el geólogo advierte que la mirada no debe ser tan restringida.
«La Cordillera esconde un montón de yacimientos de cobre porfírico y epitermales, pero también hay otros ambientes poco explorados: las Sierras Pampeanas».
En este sentido, el experto señala un punto específico que desafía la intuición común de buscar siempre lejos de las urbes. «El Pie de Palo está muy cerca de la capital. Nadie sabe lo que hay allí«, asegura. Esta afirmación, proveniente de quien ha mapeado la provincia entera, sugiere que aún existen oportunidades de descubrimiento literalmente a la vista de todos, esperando ser reveladas por la exploración sistemática.

Cardó advierte que el potencial minero no se restringe a la alta cordillera; la Sierra de Pie de Palo, cerca de la capital, es un ambiente poco explorado con gran potencial.
Crónicas de campo: Las emociones, la soledad y la gratitud que callan los informes técnicos
El núcleo vibrante de «Crónicas de campo« se encuentra en la brecha que existe entre la ciencia dura y la vivencia personal. Por lo general, los geólogos se entrenan para ser objetivos, precisos y fríos en sus descripciones. Cardó reconoce que, mientras se dedicó a la geología operativa, realizó innumerables informes geológicos y artículos científicos donde «no hay lugar para una metáfora».
Sin embargo, esa rigurosidad dejaba fuera la esencia misma del trabajo. El libro nace de la necesidad de capturar «ejemplos de algunas emociones que no reflejan los informes técnicos».
¿De qué emociones hablamos? Cardó las enumera con nostalgia: «La sensación que se siente al estar en un campamento minero abandonado, todo lo que despierta la imaginación al observar esos sitios en donde sucedieron tantas cosas… los secretos que guardan las montañas, los ríos, las ruinas de las viviendas».
Asimismo, destaca la «ansiedad del desierto» y esa inmensidad abrumadora que atraviesa al cuerpo al hacer cumbre en una montaña. Pero más allá del paisaje, el autor pone el foco en el capital humano. En sus crónicas, intenta comunicar la gratitud hacia «todas las personas que compartieron las campañas y las tareas: geólogos, choferes, ayudantes, baqueanos, gente humilde olvidada, los puesteros de la montaña».
Para el lector de nuestro magazine, ya sea ingeniero, operario o inversor, el mensaje es claro: disfrutar de lo efímero. Cardó nos recuerda que la interacción con paisajes impresionantes y con culturas que viven en la «periferia de la civilización» es un privilegio temporal. «Parece que se quedará a vivir con nosotros y luego se transforma en algo que alguna vez sucedió y no volverá», sentencia con sabiduría.

Raúl Cardó: San Juan es especial. Es una escuela de campo de Geología maravillosa. Tiene además un gran potencial minero
Ciencia y Arte: Por qué «una metáfora dice más que una descripción científica»
Uno de los puntos más fascinantes de la conversación con Raúl Cardó es su filosofía sobre el conocimiento. A menudo, tendemos a separar el arte de la ciencia como si fueran agua y aceite. Pese a ello, para el escritor esta división es artificial. «La Ciencia y el Arte son la misma cosa. El Arte resume lo que la Ciencia no puede abordar», define categóricamente.
El geólogo explica su recorrido intelectual: intentó aprender de todas las disciplinas, llegando incluso a estudiar Cosmología y Física Cuántica, lo que paradójicamente lo llevó a confirmar la máxima socrática de «Solo sé que no sé nada» . Por ejemplo, menciona la extrañeza del Big Bang y cómo es difícil naturalizar que el universo provenga de una partícula infinitésima.
Aquí es donde entra la literatura. «Una metáfora dice más cosas que lo que se puede expresar en una descripción científica», sostiene.
Próximos pasos: Dónde adquirir «Crónicas de campo» y la presentación oficial en San Juan
Para quienes deseen sumergirse en estos relatos de la San Juan profunda, actualmente el libro «Crónicas de campo» está disponible a través de la plataforma Amazon, tanto en formato de tapa dura como en e-book.
Por último, el autor tiene planes concretos para acercar su obra al público local de manera física. «La idea es auto publicarlo también en tapa blanda con una editorial local y luego subirlo a Amazon«, anticipa. Este lanzamiento está previsto para marzo o abril de 2026, fecha en la que se realizará la presentación oficial junto a la SADE San Juan (Sociedad Argentina de Escritores).
Mientras tanto, los interesados pueden explorar sus trabajos técnicos en el Repositorio del SEGEMAR o seguir sus textos literarios en sus redes sociales, donde comparte fragmentos de esta doble vida entre las rocas y las letras.