LUNDING MINING SE CONSOLIDA A AMBOS LADOS DE LA CORDILLERA ANDINA

Por Sergio Álvarez
La región de Atacama se consolida como uno de los pilares fundamentales del desarrollo de Lundin Mining en Chile. Las operaciones de Candelaria y Caserones, por su escala, infraestructura instalada y conocimiento del territorio, representan activos estratégicos que permiten potenciar sinergias productivas y fortalecer el posicionamiento de la compañía en el país.
En este contexto, la empresa proyecta a Atacama no solo como un centro operativo, sino como la base para el desarrollo de un nuevo distrito minero de clase mundial, con una mirada de largo plazo que combina expansión, exploración y excelencia operacional.

La región de Atacama, en Chile, será la locomotora minera este 2026 para el grupo Lundin
Una estrategia integrada para un distrito minero de clase mundial
“Nuestra estrategia combina expansión, exploración y excelencia operacional en ambas operaciones del país, reforzando una plataforma que nos permitirá apalancar el desarrollo de un nuevo distrito minero de clase mundial”, señala Sergio Vives, director de Medio Ambiente, Permisos y Asuntos Externos de Lundin Mining.
De este modo, la compañía visualiza a Atacama como el centro de gravedad de su crecimiento futuro, pero también como el principal beneficiario de ese desarrollo. Actualmente, Lundin Mining es el primer empleador privado de la región, con más de 11.000 trabajadores propios y de empresas colaboradoras, de los cuales cerca del 65% de los colaboradores directos reside en Atacama.
Empleo local y fortalecimiento de proveedores regionales

El desarrollo de la economía local chilena y sus proveedores es parte de la estrategia del Grupo Lundin para este nuevo año
En línea con esta visión, el foco está puesto en profundizar la empleabilidad local mediante programas de memoristas, aprendices y practicantes, en articulación con liceos técnicos y universidades de la región.
En paralelo, la compañía ha incrementado de manera sostenida la participación de proveedores locales. Durante 2024, Lundin Mining trabajó con 462 empresas regionales, alcanzando compras por US$162 millones. Además, se impulsan programas específicos de desarrollo de proveedores, con el objetivo de incorporar a más actores locales a la cadena de valor minera.
Según Vives, la meta es clara: que en la próxima década Atacama sea no solo el corazón productivo de la compañía, sino también el territorio donde se evidencie el impacto de una minería que genera empleo de calidad, empresas locales más competitivas y mejores oportunidades de vida.
Candelaria: expansión subterránea y continuidad operacional al 2040
En Candelaria, Lundin Mining avanza con fuerza en el aumento de producción asociado a la expansión subterránea, respaldada por los proyectos incluidos en la continuidad operacional del distrito hasta 2040.
“Estamos finalizando los estudios que permitirán incrementar entre 12.000 y 14.000 toneladas anuales de cobre, lo que representa cerca de un 10% de aumento en la producción”, explica Leonardo González, Managing Director de Distrito Candelaria. A esto se suma la próxima puesta en marcha de la mina La Española y los trabajos preparatorios para explorar el sector La Portuguesa.
Entre 2023 y 2025, la inversión comprometida en Candelaria alcanza los US$541 millones, de los cuales US$255 millones corresponden a 2025, reforzando el compromiso de largo plazo de la compañía con la operación.
Caserones: foco en exploración y eficiencia productiva

Caserones s encuentra dentro del ámbito de influencia de las operaciones binacionales del grupo Lundin
En el caso de Caserones, la estrategia se orienta a capturar su enorme potencial exploratorio. La operación cuenta con 58.000 hectáreas de concesiones mineras, más de 12 posibles pórfidos, una campaña de 15.000 metros de exploración en 2025 y un proyecto de prospección en el sector Angélica, ubicado a solo dos kilómetros del rajo actual.
“La inversión para el trienio 2023–2025 alcanza los US$496 millones, con US$200 millones en 2025”, destaca Marcelo Maccioni, Managing Director de Caserones. A ello se suma un aumento proyectado en la utilización de la planta de cátodos de entre 7.000 y 10.000 toneladas anuales respecto al desempeño 2021–2022.
Desafíos ambientales y exigencias regulatorias
Uno de los principales desafíos para Candelaria está relacionado con la adopción oportuna de nuevas exigencias regulatorias, especialmente aquellas vinculadas al control de material particulado y los Planes de Prevención y Descontaminación.
“Será clave asegurar la trazabilidad de las medidas de reducción de emisiones, de modo que sean verificables tanto por la Superintendencia del Medio Ambiente como por las comunidades cercanas”, subraya González.
En materia hídrica, Candelaria es pionera en la región al operar desde 2013 con la primera planta desalinizadora de Atacama, que cubre el 100% de sus requerimientos operativos. Además, presenta tasas de recirculación de agua superiores al 90%, por encima del promedio de la industria. No obstante, el desafío es seguir optimizando el consumo de agua frente a nuevos proyectos.

Sergio Vives, director de Medio Ambiente, Permisos y Asuntos Externos de Lundin Mining.
Gestión hídrica y relaves en Caserones
Para Caserones, la gestión del agua constituye uno de los ejes centrales de la sustentabilidad. Desde su diseño, la operación priorizó la eficiencia hídrica combinando ingeniería, monitoreo ambiental y programas sociales.
“Tenemos uno de los make-up más bajos de la industria, con solo 0,25 m³ de agua por tonelada de mineral procesado”, explica Maccioni.
Un factor clave es la gestión de relaves mediante la separación de fracciones gruesas y finas con hidrociclones, lo que mejora el drenaje y permite recuperar e inyectar nuevamente el agua al sistema. Como resultado, alrededor del 80% del agua utilizada proviene de la recirculación interna.
Automatización, trazabilidad e innovación tecnológica
La búsqueda de una minería más sostenible impulsa a Lundin Mining a incorporar nuevas tecnologías y mejores prácticas de gestión en todas sus operaciones.
En Candelaria, el trabajo colaborativo con actores del sector ha permitido avanzar en iniciativas estratégicas como la certificación The Copper Mark y el desarrollo de guías para la gestión de emisiones de GEI de alcance 3, asociadas a la cadena de suministro.
En Caserones, en tanto, se integran procesos de automatización y trazabilidad del mineral, lo que permite gestionar la variabilidad desde la mina hasta la planta y mejorar la toma de decisiones. A esto se suma el uso de visión artificial, sistemas de control avanzado y modelos predictivos, optimizando etapas críticas como chancado, molienda y flotación.

Los proveedores locales y la mano de obra de las comunidades, son pilares básicos para el fortaleciendo de la licencia social en las operaciones mineras del grupo Lundin en Chile
Comunidades y participación temprana
La relación con las comunidades es un eje transversal del quehacer de Lundin Mining en Atacama. La compañía promueve una participación temprana y continua de comunidades, autoridades locales y actores del territorio desde las primeras etapas de los proyectos.
Esto incluye comunicación accesible, procesos de Participación Ciudadana Temprana alineados con las guías del SEA y espacios de diálogo permanente, como ocurrió en la continuidad operacional 2040 de Candelaria y en la aprobación del EIA de Caserones.
Además, se desarrollan programas sociales y fondos concursables que apoyan iniciativas en educación, emprendimiento, cultura, medioambiente y deporte en Tierra Amarilla, Copiapó y Caldera, fortaleciendo el desarrollo local con protagonismo comunitario.
Sinergias binacionales y visión de integración regional
En un escenario global marcado por la creciente demanda de minerales críticos para la transición energética, los proyectos transfronterizos adquieren un rol estratégico. Lundin Mining lo vive de primera mano a través del Distrito Vicuña, que integra operaciones en Atacama (Chile) y San Juan (Argentina), incluyendo la joint venture Vicuña Corp, junto a BHP.
“La integración fronteriza permite optimizar infraestructura, logística y abastecimiento hídrico”, destaca Sergio Vives. Chile, además, ofrece condiciones únicas para un sistema integrado cordillera–mar, combinando cercanía a puertos y una red de proveedores con experiencia a ambos lados de la cordillera.