El cobre se perfila como la columna vertebral del crecimiento económico del Perú en 2026

Por Amaranta Márquez
La minería continuará siendo el principal soporte de la economía peruana, con el cobre liderando el desempeño del sector, impulsado por la creciente demanda global asociada a la transición energética, la expansión de la inteligencia artificial y el desarrollo de infraestructura tecnológica.

La minería de Perú apuesta al cobre para este 2026
El cobre, eje central del crecimiento minero
De cara a 2026, la minería seguirá ocupando un rol estratégico en el crecimiento económico del Perú. En ese escenario, el cobre se posiciona como el metal de mayor impacto, respaldado por una demanda internacional en expansión vinculada a la electrificación de las economías, el desarrollo de redes eléctricas, la fabricación de vehículos eléctricos y la construcción de centros de datos e infraestructura asociada a la inteligencia artificial.
Para un país productor como el Perú, este contexto se traduce en mayores ingresos externos, una mejora de la balanza comercial y un respaldo estructural para el tipo de cambio, reforzando el peso de la minería como motor macroeconómico.
Oro y plata: respaldo financiero y uso industrial creciente
Junto al cobre, el oro y la plata también jugarán un papel relevante en 2026, aunque impulsados por factores distintos. En el caso del oro, su fortaleza responde principalmente a variables macroeconómicas y financieras globales.
De acuerdo con proyecciones del World Gold Council, un eventual ciclo de recortes de tasas en Estados Unidos, sumado a elevados déficits fiscales y compras sostenidas por parte de los bancos centrales, podría mantener el precio del oro en niveles elevados durante 2026, consolidándolo como activo de refugio.
La plata, en tanto, combina ese atractivo financiero con un creciente uso industrial. Según datos del Silver Institute, el metal enfrenta un déficit estructural de oferta, mientras aumenta su demanda en sectores estratégicos como la energía solar, la electrónica y diversas aplicaciones tecnológicas, lo que refuerza su proyección positiva en el mediano plazo.
Inteligencia artificial y transición energética: una ventana de oportunidad
En el plano global, megatendencias como la inteligencia artificial, la transición energética y la economía circular abren una oportunidad estratégica para el Perú, dada su abundancia de metales críticos.
No obstante, el aprovechamiento efectivo de este contexto dependerá de la capacidad interna para agilizar los procesos de permisos, garantizar estabilidad regulatoria y reducir la conflictividad social en las zonas de influencia minera, factores clave para viabilizar nuevas inversiones y proyectos.
Fortaleza macroeconómica y desafíos internos
En un escenario internacional marcado por tensiones comerciales, mayor fragmentación geopolítica y volatilidad financiera, el Perú cuenta con fortalezas macroeconómicas que pueden actuar como amortiguador. La solidez de sus fundamentos económicos y la credibilidad de su política monetaria aparecen como ventajas competitivas frente a otros mercados emergentes.

José Jerí asumió recientemente la presidencia de Perú tras la dimisión de Dina Boluarte por la inestabilidad social y económica del país.
Sin embargo, estos factores positivos podrían verse limitados si aumenta la incertidumbre política interna o si persisten obstáculos estructurales que dificulten la ejecución de proyectos mineros, en un momento en el que la demanda global de metales críticos continúa en ascenso.