Brindis en Jáchal: así se organiza la Navidad en la mina Gualcamayo para 200 trabajadores
Por Lucas Laciar
Mientras gran parte del país celebra en familia, cerca de 200 trabajadores pasarán Nochebuena y Año Nuevo en uno de los yacimientos auríferos más importantes de San Juan. Con cenas especiales, espectáculos, rotación de turnos y una operación que no se detiene, Gualcamayo mantiene viva una tradición minera marcada por el compromiso y la camaradería.
Cenas especiales, espectáculos y un menú especialmente festivo para los trabajadores de Gualcamayo. Imagen ilustrativa de ACERO Y ROCA
En la minería, las fiestas no siempre coinciden con el hogar. En el norte sanjuanino, en el departamento Jáchal, la mina Gualcamayo volverá a encender sus luces en Nochebuena y Año Nuevo, como lo hace desde hace años, con un esquema que combina trabajo continuo, organización logística y un esfuerzo por generar un clima de celebración para quienes deben pasar estas fechas lejos de su familia.
La operación, dedicada a la producción de oro mediante procesos de recuperación secundaria y lixiviación de pilas, no se detiene. Según explicó Marcelo Agulles, gerente de Comunicación de Gualcamayo, durante las fiestas habrá entre 180 y 200 personas trabajando en el yacimiento, manteniendo la operatividad las 24 horas.
“Todos los años se organiza una cena especial y luego, en el salón de usos múltiples de la mina, se realiza un brindis que incluye espectáculos artísticos y sorteos de premios para el personal que se encuentra en el lugar”, detalló Agulles.
Seguridad y protocolo de alcohol cero en Navidad
La fiesta es cuidada y adaptada al contexto laboral. No hay excesos ni largas madrugadas: el objetivo es compartir un momento distinto sin alterar la dinámica de trabajo. “No es una celebración que se extienda demasiado, ya que la gente no se queda hasta las dos de la mañana porque al día siguiente se continúa trabajando normalmente”, aclaró.
Como en todas las operaciones mineras, la seguridad y las normas internas son prioritarias. “En el detalle del menú se especifica que se sirve sidra y cerveza, pero ambas son sin alcohol”, remarcó el responsable de comunicación.
El proyecto Carbonatos Profundos asegura 20 años más de vida útil al yacimiento.
Esquema de turnos y equilibrio familiar en las fiestas
Uno de los aspectos centrales del esquema de Gualcamayo es la organización del personal. “Siempre tomamos la precaución de rotar al personal: si un trabajador pasa Navidad en la mina, el Año Nuevo lo pasa en su casa, e invierte la modalidad al año siguiente”, explicó Agulles.
El roster de trabajo 7×7 —siete días de trabajo por siete de descanso— también ayuda a sobrellevar la distancia familiar. “Al estar pocos días fuera de casa y tener una compensación de descanso equivalente, se ayuda mucho a sobrellevar estas situaciones”, señaló.
Además, la conectividad juega un rol clave. “En la mina existen mecanismos de comunicación, como internet de alta velocidad, que permiten que todo el mundo hable a su casa y comparta un momento con su familia”, agregó.
Operatividad y producción de oro durante Navidad
“La jornada laboral es igual. Lo que se hace es extender el break habitual para la cena y el show, pero el ritmo de trabajo general es normal e incluye el turno nocturno”, indicó Agulles.
La producción continúa, aunque con una intensidad diferente. “No es el mismo ritmo que durante el día, pero la operatividad se mantiene las 24 horas”, explicó. Actualmente, Gualcamayo trabaja en el elavado de pilas y en tareas de exploración y perforación subterránea. “La perforación sigue su ritmo constante, mientras que en la pila la intensidad disminuye un poco por la menor cantidad de gente en la noche”.
El completo menú festivo preparado para los trabajadores de Gualcamayo.
Gualcamayo: presente y futuro del yacimiento jachallero
Gualcamayo no es una mina más en el mapa sanjuanino. En producción desde 2009, el yacimiento atraviesa una etapa de transición clave bajo la operación de Minas Argentinas S.A., del grupo Aisa, con una producción actual de entre 50.000 y 55.000 onzas de oro por año y un ambicioso proyecto de expansión: Carbonatos Profundos, que permitirá extender su vida útil por al menos dos décadas más.
En ese contexto, las fiestas en la mina no son solo una tradición, sino también un reflejo del espíritu de una actividad que combina tecnología, trabajo continuo y un fuerte componente humano.
Para quienes estarán en Gualcamayo esta Navidad, el brindis será distinto, lejos de casa, pero compartido entre compañeros que saben que, en minería, el compromiso también se celebra.