Ganadería regenerativa: la alternativa para sanar la tierra y producir con conciencia
ACERO Y ROCA entrevistó a Leandro García Ejarque, Ingeniero Agrónomo, especializado en producción bovina de carne y leche para conocer como la ganadería regenerativa desafía los paradigmas de la agroindustria y genera un futuro equilibrado entre el ambiente, la economía y la sociedad.
Por Luciana Vignoli
La ganadería regenerativa emerge como una alternativa prometedora y sostenible a las prácticas ganaderas tradicionales. Este enfoque tiene un impacto positivo en el suelo, el ambiente y la biodiversidad, por eso cada vez más productores comienzan a adoptar esta nueva práctica.
Al respecto el ingeniero explica: “A lo largo de mi formación voy descubriendo una profunda vocación por la mejora constante y las dinámicas de trabajo en red. Esta búsqueda me lleva a desarrollar y potenciar modelos productivos basados en la economía circular, un concepto que busca aprovechar al máximo los recursos, reducir desperdicios y generar sistemas más sostenibles” comenta Leandro y agrega que “tanto la ganadería regenerativa como la agricultura regenerativa representan para mí una gran oportunidad para pensar la producción de manera holística, considerando no solo la generación de materias primas, sino también el impacto ambiental, social y económico de cada actividad”.
Leandro García Ejarque, Ingeniero Agrónomo
¿En qué consiste la ganadería regenerativa?
La ganadería regenerativa es una forma de producción que busca imitar los patrones naturales de los ecosistemas para regenerar el suelo, capturar carbono, mejorar la biodiversidad y aumentar la productividad.
“Utilizamos manejos como el pastoreo racional para fomentar la recuperación del pastizal, mejorar la estructura del suelo y aumentar su capacidad de retención de agua” explica Leandro.
Con la ganadería regenerativa se observan cambios profundos “el suelo mejora su estructura, se incrementa la materia orgánica, mejora la infiltración de agua, disminuye la erosión, y se recupera la biodiversidad vegetal. En los animales también se ven mejoras notables en condición corporal, fertilidad y sanidad general, lo que impacta directamente en la eficiencia y sostenibilidad del sistema”.
«En la ganadería regenerativa, el manejo del pastoreo se basa en la estrategia de altas cargas instantáneas, ocupaciones breves y largos descansos del pastizal. Se imita el comportamiento natural de grandes manadas en movimiento, permitiendo que la vegetación se recupere y el ecosistema se regenere”.
El modelo regenerativo como herramienta para combatir el cambio climático
La actividad agrícola genera una cantidad considerable de emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen en gran medida al calentamiento global y al cambio climático.
“La ganadería regenerativa captura carbono en el suelo a través de la mejora de la materia orgánica, ayudando a mitigar el cambio climático” remarca Leandro y comenta que “cada incremento en el contenido de carbono del suelo es un aporte para reducir los gases de efecto invernadero en la atmósfera, y además aumenta la resiliencia de los sistemas frente a sequías y eventos extremos”.
Leandro reconoce la necesidad e importancia de tener políticas públicas que protejan e impulsen esta nueva forma de producción que se presenta como una herramienta para combatir el cambio climático.
“Las políticas públicas deben acompañar al productor, promoviendo la transición hacia modelos regenerativos a través de incentivos, líneas de financiamiento, y programas de capacitación. También es fundamental fomentar alianzas entre el sector privado y organismos internacionales para facilitar el acceso a nuevas tecnologías y a certificaciones de sostenibilidad, que abran las puertas a nuevos mercados”.
Actividad minera y producción regenerativa
Consultado sobre los desafíos que se presenta al momento de realizar ganadería regenerativa en zonas donde opera la actividad minera, Leandro advierte que “en territorios donde la minería y la ganadería conviven, como en San Juan, el agua y el suelo son recursos estratégicos».
«Es fundamental una gestión inteligente y equilibrada, que asegure que la actividad extractiva no comprometa el desarrollo de la producción regenerativa, ni el bienestar de las comunidades rurales”
“El Estado debe ser el garante del cuidado del territorio, promoviendo un ordenamiento que proteja el recurso suelo y agua, y que equilibre las necesidades productivas con la preservación ambiental” remarca Leandro.
«Si no se equilibran las actividades, podríamos enfrentar una degradación progresiva de los suelos, pérdida de biodiversidad y escasez de agua, poniendo en riesgo la producción y la vida rural».
«El modelo regenerativo, en cambio, ofrece una alternativa sostenible, rentable y resiliente, que puede garantizar productividad y conservación a largo plazo”, relata el profesional.
“Creo firmemente que el futuro pertenece a quienes entienden que producir y regenerar no son caminos opuestos, sino que se potencian mutuamente.
Leandro García Ejarque: La regeneración no es sólo un objetivo productivo; es un compromiso ético con nuestra tierra, nuestra gente y nuestras próximas generaciones.