Cobre en alerta: volatilidad global, los desafíos tras las políticas arancelarias de EEUU
La incertidumbre en el mercado del cobre aumenta en 2025 ante las políticas arancelarias de Estados Unidos. ACERO Y ROCA consultó al economista «Juan Manuel Frencia, especialista en finanzas e investigador de mercado», para analizar las implicancias de esta situación en la región y el impacto potencial en la minería latinoamericana.
Por Yenhy Navas
Imagen ilustrativa. Fuente de imagen: Archivo Google
Volatilidad en el precio del cobre: causas y contexto
La volatilidad del mercado del cobre se ha intensificado en 2025. Según informa el portal especializado Discovery Alert la incertidumbre se debe, en gran parte, al endurecimiento de las políticas arancelarias de Estados Unidos, impulsadas por el expresidente Donald Trump. Aunque el cobre aún no se encuentra alcanzado por aranceles adicionales, se espera una decisión final para noviembre, lo que genera tensión en las relaciones comerciales internacionales.
Impacto en los mercados financieros globales
«El cobre es un termómetro claro de la economía mundial», señaló Juan Manuel Frencia, master en finanzas y Jefe de Investigación y Estrategia en SJB.
El mineral se encuentra presente en productos de uso cotidiano, en la industria de la construcción y en el tendido de redes eléctricas. A esto se suman nuevos motores de demanda: autos eléctricos, energías renovables e infraestructura de inteligencia artificial.
El especialista indicó que en América Latina, Chile y Perú son los países con mercados financieros más sensibles a las variaciones del precio del cobre.
«Una suba en los precios impulsa las acciones mineras y alienta nuevas inversiones; en cambio, una baja las desalienta y puede frenar proyectos en curso«.
Empresas e industrias afectadas
La actual volatilidad impacta en dos frentes. Por un lado, beneficia a las empresas mineras cuando el precio sube, mejorando sus márgenes de ganancia e incentivando la exploración y el desarrollo de nuevos proyectos. Pero, ante caídas de precio, se reduce la rentabilidad y aumenta el riesgo de suspensión de iniciativas extractivas.
Por otro lado, las industrias intensivas en cobre –como fabricantes de componentes electrónicos, cableado y vehículos eléctricos– ven encarecidos sus costos cuando el precio del mineral sube, lo que afecta sus cadenas productivas. En esos casos, una baja del cobre representa un alivio para sus estructuras de costos.
Juan Manuel Frencia, especialista en finanzas e investigador de mercado
Aranceles en revisión y relaciones comerciales
Estados Unidos importa el 90% de su cobre de tres países: Canadá, Chile y Perú. La revisión de aranceles por parte del gobierno estadounidense genera incertidumbre en esos mercados proveedores. Si bien aún no se han aplicado impuestos adicionales al cobre, esta posibilidad tensó las relaciones comerciales.
«A largo plazo, estas medidas podrían acelerar la regionalización del comercio y fomentar acuerdos bilaterales para reducir la dependencia de Estados Unidos. También podrían alentar la creación de nuevos bloques comerciales», opinó el especialista.
Efectos en la cadena de suministro global
La nota publicada por Discovery Alert advierte que, de avanzar con una política de aranceles, Estados Unidos podría provocar represalias por parte de otros países, lo que acentuaría la fragmentación de las cadenas de suministro.
Esto encarecería los insumos críticos para sectores clave como la electrificación, la transición energética y la fabricación de baterías.
«Un comercio global más restringido reduce la eficiencia, eleva los precios y podría desacelerar la transición hacia energías limpias», puntualizó el economista consultado por ACERO Y ROCA.
Escenarios posibles para el corto y mediano plazo
Según Frencia, el escenario de corto plazo está condicionado por la incertidumbre: «Podríamos ver caídas de precio si las tensiones comerciales aumentan y se anticipa una menor demanda global. Sin embargo, los fundamentos de largo plazo son sólidos y seguirán impulsando la demanda de cobre«.
Entre estos fundamentos se destacan la electrificación de la matriz energética, la expansión de redes eléctricas y la demanda creciente de la industria automotriz vinculada a los vehículos eléctricos.
Imagen: Pixabay
Oportunidades para inversores
«En momentos de alta volatilidad pueden surgir oportunidades de inversión, tanto para individuos como para fondos institucionales. Existen ETFs de empresas mineras de cobre que replican su evolución, y también se puede acceder al mercado de futuros del cobre», explicó Frencia.
No obstante, recomendó actuar con prudencia y mantener un seguimiento constante de los indicadores clave.
Señales para monitorear el mercado
Entre los indicadores a seguir, Frencia destacó los índices PMI de manufactura y construcción –especialmente de China y Estados Unidos– como reflejo de la demanda industrial de cobre. También se deben observar las decisiones políticas vinculadas a aranceles y los datos de exportación de Chile y Perú, que permiten anticipar movimientos en la oferta global del mineral.
Un commodity estratégico en tiempo de tensiones
El cobre, considerado un activo estratégico para la transición energética y el desarrollo tecnológico, atraviesa una etapa marcada por la volatilidad. Las decisiones que tome Estados Unidos en los próximos meses podrían redefinir el mapa de comercio internacional de minerales.
Mientras tanto, productores y analistas observan con cautela un mercado que refleja la pulseada global por el control de recursos críticos.